Si este mes de abril los políticos de toda España eligieran la palabra que más han repetido, sin lugar a dudas, ésta sería lodo o barro. Y es que, la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de no renunciar y continuar en la Moncloa se ha vinculado por parte de los partidos de la izquierda como una respuesta al "barro" en el que se ha convertido la política. 

Un "lodazal" al que el presidente del Gobierno aseguró poner "punto y aparte" tras su comparecencia en la Moncloa el pasado lunes, pero que no ha sido así. Sólo hace falta escuchar la sesión de control parlamentario de la Asamblea de Madrid para darse cuenta de que ningún partido, ni el suyo propio, se ha salido del "barro". 

Tanto el "telepredicador" Lobato -como le ha llamado Ayuso-, como la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, han acusado al Gobierno de la Comunidad de Madrid de "moverse en el lodo". Un barro que, según los populares, sólo remueven ellos mismos. 

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Pero la pregunta es ¿qué es el lodo para cada partido de la Asamblea de Madrid? Para el PSOE de Madrid, el "fango" es "mentir" y decir que el "presidente del Gobierno tiene cuatro palacios y 1.000 asesores". Declaraciones que hizo la presidenta Ayuso el pasado lunes en su visita a Pozuelo de Alarcón. 

Por el contrario, para Ayuso, el barro es "machacar a Joaquín Leguina sin piedad", que la oposición se pase los plenos hablando de "mi familia, mi vida laboral y mi hermano" y llevar "ante la fiscalía anticorrupción" denuncias con las que, según la popular, Lobato ha hecho el "ridículo". 

Por el contrario, para Bergerot, la política "del lodazal" la hacen quiénes "recortan derechos LGTBI" y "afincan su poder". Además, de quiénes "no aceptan que han vuelto a perder, cuando pensaban que estaban a punto de ganar". "Como en julio", ha bromeado la diputada en referencia a todos aquellos que apuntaban a que ayer Sánchez dimitía. 

Sin Madrid 

Aunque entre el lodo y el barro, las formas y el contexto también han marcado las diferencias. Ayuso se ha mostrado especialmente tranquila durante sus intervenciones. Incluso, se ha permitido bromear cuando, tras una intervención muy alterada de Manuela Bergerot, ha ironizado con el comienzo de un "tiempo nuevo". 

La diputada de Más Madrid y portavoz del grupo se ha mostrado más alterada. "Rabien porque aquí hay Gobierno para rato. Somos radicalmente diferentes a su Gobierno del Fango", ha insistido en más de una ocasión. 

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Mientras, Lobato ha continuado con su perfil apaciguador. Un "telepredicador", según le ha acusado Ayuso, que ha asegurado que va a continuar siendo un "activista" del respecto en la política. "Me comprometo a no entrarle al trapo, no le voy a poner la otra mejilla, pero no voy a responderle con sus insultos", ha apuntado.

Medios digitales

La entrevista de este lunes en TVE al presidente de Gobierno también ha sido tema de debate en la sesión de la Asamblea regional. De hecho, Ayuso ha avisado de que los medios internacionales están "preocupados" por el deseo del presidente del Gobierno de "perseguir a los medios digitales" que salen de sus premisas. 

Además, Ayuso ha vuelto a acusar al presidente de dividir a España por un muro y criticar a quien no está en su "parte del muro". Una división que, además, ha asegurado que lidera su mujer, Begoña Gómez. Es "la dueña".

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"No ha pedido apoyo a su persona, sino que la izquierda perdone a Begoña sin saber por qué". "Y eso sí, que explote todo sin dar explicaciones, que es lo único que se le ha pedido. Nada que ver con el trato que se ha recibido por parte de la izquierda a este Gobierno, a su entorno, a su pasado, a todo... Están en esa máquina del fango y el que no esté en su parte del muro, que se vaya preparando. Vamos, que Begoña es la dueña del muro", ha lanzado.

"Las únicas trazas de fascismo están en los manuales de resistencia y en las leyes que pactan con Bildu. Viven del franquismo, de la guerra, de los bandos y de dividir a los españoles que, por suerte, en Madrid están más unidos que nunca", ha concluido.

Sea como fuere. Una vez más, en los apenas 30 minutos que dura la sesión de control a la presidenta autonómica, con una pregunta por grupo parlamentario (Vox, Más Madrid y PSOE), no se ha hablado de los problemas de los madrileños.