Imagen de archivo de una mujer recogiendo una carta de su buzón.

Imagen de archivo de una mujer recogiendo una carta de su buzón. EL ESPAÑOL

Tribunales ACOSO

A juicio el preso que acosó por carta a la procuradora de la que se enamoró pese a no haberla visto "nunca"

La víctima había sido "sometida a un hostigamiento constante durante varios meses", según el juez.

26 septiembre, 2022 03:31

E. D. Z. entró a la cárcel tras ser detenido y condenado después por el Juzgado de lo Penal número 15 de Madrid, que falló en su contra por amenazar y acosar, mediante llamadas de teléfono, WhatsApp y SMS, a la procuradora que llevó, de oficio, su divorcio.

Ahora, este martes, volverá a sentarse en el banquillo de los acusados de otro juzgado por el supuesto delito de quebrantamiento de una orden de alejamiento.

Este último proceso se deriva de la denuncia presentada por la misma mujer tras haber recibido una carta, aparentemente enviada por E. D. Z. desde prisión, en la que el reo volvía a hacerle proposiciones amorosas y sexuales, similares a aquellas por las que fue condenado en la primera ocasión. Cuando recibió la misiva, contaba con una orden de alejamiento que impedía al preso contactar con ella.

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Durante la instrucción previa al primer juicio, E. D. Z. reconoció que no conocía a la procuradora y que "nunca" llegó a verle la cara.

La sentencia del Juzgado de lo Penal número 15 de Madrid, consultada por EL ESPAÑOL, concluye que el acusado, desde septiembre de 2018, "comenzó a mandar, a diario, mensajes de WhatsApp de naturaleza sexual" a la víctima, que acabó "sometida a un hostigamiento constante durante varios meses".

La juez Sonia Agudo reconoció que la mujer sufrió una "sensación de temor e intranquilidad" y una "grave alteración del estado anímico" y de su vida personal y familiar. Todo ello, "pese a haberle comunicado [la procuradora] que dejara de hacerlo".

Además, el 21 de marzo de 2019, E. D. Z. se presentó en los juzgados de [localidad omitida] buscando a la procuradora, mientras ésta asistía a una vista oral. Por estos últimos hechos, el Juzgado de Instrucción número 44 prohibió al acusado acercarse a menos de 500 metros de la mujer y comunicarse con ella "por cualquier medio".

Los mensajes

Según consta en la sentencia del Juzgado de lo Penal número 15, E. D. Z. escribió a la mujer mensajes como los siguientes: "Te amo, princesa. (...) Te espero, vida mía. (...) Si me quieres matar, mátame", "Vivo gracias a ti", "Ojalá no fueras tan guapa", "Ya me enamoraste por teléfono, mala", "Eres el amor de mi vida", ¿Te espero en casa? Y te como hasta los huesos..." o "Quiero hacerte el amor hoy por todo tu cuerpo".

La resolución también menciona otros tantos wasaps con proposiciones de índole sexual. "A consecuencia de tal situación, [la procuradora] se vio obligada a renunciar a ejercer su profesión en el partido judicial de [localidad omitida] y a comunicar al Colegio de Procuradores que dejara sin efecto su designación de oficio del acusado", expone la sentencia.

E. D. Z., finalmente, fue detenido el 2 de agosto de 2019 e ingresó en prisión provisional ese mismo día. El Juzgado de lo Penal número 15 le condenó en 2020 a cuatro años de cárcel, que se encuentra cumpliendo. Posteriormente, la Audiencia Provincial de Madrid confirmó esta pena.

Orden de alejamiento

Aunque en el juicio optó por no abrir la boca, E. D. Z. tuvo que visualizar la grabación de sus declaraciones en fase de instrucción. Aquellas en las que reconoció que "nunca" había visto la cara de la procuradora. Según manifestó entonces, era la mujer la que comenzó la relación, que él tachó de consentida y recíproca.

Asimismo, reconoció que había incumplido la orden de alejamiento que, por entonces, tenía vigente. La consideró "absurda". "Según la RAE, para alejarse hay que haberse acercado antes", replicó.

En dicho juicio, la defensa del acusado solicitó la atenuante de trastorno psíquico —la juez lo descartó al no quedar acreditado— y que le fuera impuesta una multa de 540 euros por el quebrantamiento y sólo tres meses de prisión por el acoso.

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Finalmente, fue condenado a un total de cuatro años y a pagar una indemnización de 12.000 euros, aunque fue absuelto del delito de coacciones. Y la juez Agudo le impuso una nueva orden de alejamiento de la procuradora.

Este martes, el Juzgado de lo Penal número 27 juzgará a E. D. Z. por el supuesto quebrantamiento de esta orden al haber enviado, presuntamente, la carta desde la prisión.

El Código Penal contempla penas de cárcel por este delito. Quienes ya estuviesen en la cárcel e incumpliesen una orden de alejamiento se enfrentan a un aumento de su pena por un mínimo de otros seis meses y un máximo de un año.

La última carta

En 2019, la mujer denunció que E. D. Z. le había hecho llegar una carta desde prisión. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a la misiva, que aparece adjunta a la denuncia.

"Lo primero es pedirte perdón por ser tan cretino y decirte que ya no me quieres y, por consiguiente, despedirme de ti", reza el escrito, a mano. "Estoy loco por verte y amarte", insiste. "No saber hasta cuándo vas a tenerme aquí [la cárcel] me tiene frito", prosigue. 

"Sólo quiero llamar tu atención, amor (...). Disculpa otra vez, no tengo más hojas. (...) Intentaré rascar algo por ahí para comprar un sello y mandártelo ya. No sé qué más contarte. (...) Aquí, al fin y al cabo, estoy recogido; no vaya a ser que me infrinja algún daño, tonta. Tengo ganas de salir de aquí ya", expone la carta.

"El verdadero infierno es no poder estar contigo. Por favor, secuéstrame. Pero, esta vez, para estar a tu lado, tonta. Estoy harto de estar aquí y no sé por qué no me sacas de aquí", añade.

"Escribirte me pone malito, en todos los sentidos", concluye la carta, antes de la firma, la despedida y la posdata. "Te amo con locura. Eres mi vida, princesita. Hasta pronto", termina.