Mark Rutte, secretario h¡general de la OTAN, recibido por Pedro Sánchez, presidente del Gbierno, en la Moncloa.

Mark Rutte, secretario h¡general de la OTAN, recibido por Pedro Sánchez, presidente del Gbierno, en la Moncloa. EP

Política

La OTAN contradice a Sánchez: España gastó un 1,24% de su PIB en Defensa en 2024, no un 1,4%: los 10.471M se quedan cortos

El Gobierno anunció 10.471 millones adicionales, pero sigue lejos del objetivo del 2% comprometido en 2014 y tendría que añadir otros 2.500 millones al plan de Defensa aprobado el pasado martes, en Consejo de Ministros.

Más información: El Gobierno teme que la OTAN exija un nuevo aumento del gasto militar que le obligue a contar con apoyo del Congreso.

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España fue en 2024 el país de la OTAN que menos porcentaje de su PIB destinó a Defensa, con un 1,24%, según el informe anual del secretario general de la Alianza, Mark Rutte. La cifra desmiente los datos ofrecidos este mismo martes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que situó la inversión en el 1,4%.

Como consecuencia, el plan de Defensa aprobado en Consejo de Ministros se quedará corto, pues estaba calculado a partir de un dato distinto del que ahora certifica la Alianza Atlántica, en el Informe Anual del secretario general. La partida adicional de 10.471 millones de euros tendrá que ser aumentada en unos 2.500 millones más, para alcanzar este año el objetivo comprometido del 2% del PIB.

La OTAN señala así a nuestro país como el que menos esfuerzo en gasto en defensa, en función de su economía. Según el último dato oficial, el de 2023, el PIB de España alcanza los 1,62 billones de euros.

Cuadro de gastoe en Defensa por país miembro de la OTAN, según el Informe 2024 de la Alianza Atlántica.

Cuadro de gastoe en Defensa por país miembro de la OTAN, según el Informe 2024 de la Alianza Atlántica. E.E.

Este 1,24% empeora, además, la cifra del año anterior, en la que España, según la OTAN, había alcanzado el 1,28% de su PIB.

El 2% del PIB en gasto militar fue pactado por los aliados en la cumbre de Gales de 2014, y se consideraba un "objetivo mínimo". Sánchez comprometió en 2022, en la cumbre de la Alianza en Madrid, llegar a ese esfuerzo en 2029, pero las circunstancias geopolíticas le habían obligado a acelerar y llegar a ese punto este mismo año, antes de la cumbre de La Haya.

El anuncio de la inversión extraordinaria por parte del presidente trató de reconducir ese desfase, dado que es ya un secreto a voces que en la capital neerlandesa, este mes de junio, la OTAN exigirá un nuevo esfuerzo, entre el 3% y el 3,5% del PIB. Como, de hecho, ya hace la Unión Europea.

Con todo, los datos publicados por la OTAN muestran que el esfuerzo español continúa rezagado frente a sus socios, como le ha advertido diplomáticamente, aunque en numerosas ocasiones, Rutte a Sánchez.

En contraste, países como Polonia (4,07%), Estonia (3,41%) o Estados Unidos (3,19%) superan ampliamente el objetivo, y 22 de los 31 miembros con ejército permanente ya han cumplido el compromiso del 2%.

España, en cambio, sigue a la cola. No obstante, sí cumple con el requisito de dedicar al menos el 20% del gasto en Defensa a la adquisición de equipamiento militar, alcanzando un 30,3%. En total, España invirtió en 2024 unos 17.243 millones de euros, frente a los 15.688 millones de 2023. Sólo el crecimiento de la economía, el mayor de los países desarrollados, ha hecho bajar la proporción del esfuerzo.

Según Rutte, los aliados europeos y Canadá aumentaron su inversión conjunta un 19,4% el pasado año y ya aportan más del 60% de la asistencia militar a Ucrania.