Alicia García, portavoz del PP en el Senado, durante un pleno de la Cámara Alta.

Alicia García, portavoz del PP en el Senado, durante un pleno de la Cámara Alta. EP

Política

El PSOE se opone en el Senado a una Ucrania soberana y a subir el gasto militar para evitar que se deba votar en el Congreso

Los socialistas votan en contra de una moción del PP que insta al Gobierno a "reafirmar" el compromiso con Ucrania, la UE y la OTAN, y a que "cualquier decisión sobre Defensa" sea debatida y votada por el Congreso. 

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El PSOE votó este miércoles en el Senado en contra de todo lo que el Pedro Sánchez estaba defendiendo en el Congreso. Y el PP defendió en la Cámara Alta una moción sobre la Europa de la Defensa, que salió aprobada a pesar de que Alberto Núñez Feijóo, a esa misma hora, le negaba el apoyo al presidente: "O se somete a las Cortes o se somete a las urnas".

Que la democracia española está en una fase extraña quedó probado cuando, mientras Sánchez arremetía en el Congreso contra la "oposición destructiva" del Partido Popular y de su "falta de compromiso" con la Europa de la Defensa, su partido votaba en el Senado en contra, precisamente, de todo lo que el presidente argumentaba en el Congreso.

En realidad, el PSOE votó en contra de todo, menos una cosa. Precisamente, la que más le importa a Sánchez, al menos desde que en septiembre de 2024 anunció que seguiría gobernando "con o sin la colaboración del Legislativo".

Porque la moción presentada por el Partido Popular este miércoles en la Cámara Alta planteaba "reafirmar" el compromiso con Ucrania, apoyar a la Unión Europea, fortalecer el vínculo transatlántico y cumplir los compromisos con la OTAN. Hasta ahí, imposible concebir un voto en contra del PSOE, según el discurso del presidente en la Cámara Baja.

Pero también exigía, en su último punto, que "cualquier decisión que afecte la postura de España respecto a la guerra en Ucrania, el vínculo transatlántico o los compromisos con la Alianza Atlántica sea sometida a la autorización del pleno del Congreso de los Diputados".

Según un portavoz del PP en el Senado, la votación de este miércoles demuestra que "no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo". Y que si "en España ya conocíamos sus mentiras, ahora que llega el momento de la verdad, porque en Europa empiezan a comprobar sus vergüenzas".

Así, en consonancia con la "inconcreción" de la que Feijóo había acusado a Sánchez tras su primera intervención y con la falta de respuestas de la réplica del presidente, es evidente que el jefe del Ejecutivo no desea someterse a las Cortes Generales.

"Lo que tenga que pasar por el Parlamento, pasará, como no puede ser de otra manera", había dicho Sánchez ante los diputados. Pero no respondió a las preguntas concretas de Feijóo: el cuánto, el cuándo, el cómo y el con qué instrumentos.

"¿Subirá el gasto de rearme al 2% del PIB, al 3% que ya le exige la UE, o al 3,5% que se impondrá en la cumbre de la OTAN del próximo mes de junio?".

"¿Con qué calendario? ¿Con Presupuestos, como un demócrata; con decretos, como un tramposo; o con el método arbitrario de las modificaciones de crédito? ¿Y de dónde saldrá ese dinero, de más impuestos, de recortes de sus privilegios o de más deuda?".

Por eso, porque el PP ya lo sospechaba desde el café de media hora que el presidente le ofreció al líder de la oposición hace dos semanas, el Grupo Popular en el Senado presentó esta moción.

Tampoco había que ser un lince, el mismo Sánchez anunció en la rueda de prensa posterior a aquella ronda en Moncloa que "hasta la cumbre de junio de la OTAN, tenemos tiempo", dijo. Es decir, que ni siquiera en la comparecencia de este miércoles iba a dar detalles.

"Ni creíble ni fiable"

"Un presidente que, con sus hechos y con sus votos, no demuestra lo que hace con sus palabras no es un presidente fiable ni creíble", remataba el citado portavoz popular en el Senado.

Porque la moción de la Cámara Alta insta al Gobierno a cinco cosas: la primera, "reafirmar el compromiso de España con la integridad territorial y la plena
soberanía de Ucrania". La segunda, "apoyar la implicación de la Unión Europea y de Ucrania en cualquier negociación dirigida a poner fin a la guerra de agresión rusa".

La tercera, "respaldar la postura de la UE y fortalecer el vínculo transatlántico, garantizando el respeto entre todos sus integrantes, fundamental en las relaciones entre Estados Unidos, Canadá y Europa". La cuarta, "cumplir con los compromisos adquiridos por España con la Alianza Atlántica en materia de inversión en Defensa, asegurando su implementación en el menor plazo posible".

El quinto punto, ya reseñado más arriba, convertía toda la jugada del PP en una trampa. Si el PSOE quería apoyarse a sí mismo, tenía que traicionar al presidente; y si había que proteger la decisión del presidente, era el propio PSOE el que debía desdecirse de sus argumentos sobre la Defensa, la UE, la OTAN y Ucrania.

"Debe ser que el Sánchez presidente del Gobierno piensa distinto del Sánchez que dirige al PSOE en el Senado", se mofaban desde el Grupo Popular en la Cámara Alta.

"O tal vez es que, una vez más, está intentando de verdad engañar a todo el mundo al mismo tiempo", añaden las fuentes consultadas, "y mientras fuera de nuestras fronteras defiende la importancia de la Defensa, en España intenta mantener en pie a un Gobierno Frankenstein que se desmorona por momentos".