
Sánchez lanza a Montero contra los sondeos: el 54% la suspende en Andalucía según el CIS y el PP le saca 31 escaños al PSOE
Montero tiene más posibilidades de ganar al PP en Huelva y Jaén, pero en elecciones generales.
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Pedro Sánchez ha encomendado una misión titánica a María Jesús Montero: recuperar la Junta de Andalucía para el PSOE. Aunque todavía es pronto para pronosticar el impacto de la decisión (aún no ha sido confirmada como secretaria general), todos los indicadores disponibles hoy apuntan a que Sánchez la está lanzando a una misión imposible.
Según el último Barómetro de Opinión Pública de Andalucía de la Fundación CENTRA, publicado el mes pasado, el PP de Juanma Moreno obtendría un 43,5% de los votos en unas autonómicas y entre 57 y 59 escaños. No sólo conservaría la mayoría absoluta, sino que hoy aventaja al PSOE en más del doble de intención de voto y entre 31 y 32 escaños.
Por otro lado, en el último barómetro del CIS en el que se preguntó por la valoración de los ministros (el de octubre), el 54% de los andaluces encuestados suspenden a la vicepresidenta del Gobierno.
Esto complica las expectativas de María Jesús Montero, porque para remontar una distancia como la que Moreno le saca actualmente al PSOE, hace falta un líder capaz de movilizar a todos los votantes propios, convencer a los votantes tradicionalmente socialistas que se cambiaron al PP y aprovechar la caída de Sumar para atraer a sus electores a las filas socialistas.
Donde Montero sí podría ser de gran ayuda para Sánchez es en unas elecciones generales. El PSOE quiere volver a convertir Andalucía en un territorio fuerte que le aporte escaños al Congreso, igual que lo es ahora Cataluña, pero con la ventaja de que Andalucía reparte más escaños.
Mientras que Juanma Moreno guarda una distancia enorme en las elecciones autonómicas, en las generales hay un voto considerable al PSOE que se mantiene por encima del autonómico y donde Sánchez tiene la posibilidad de robarle algunas provincias al PP, especialmente las de Huelva y Jaén.
Sin embargo, si todo va según lo previsto, las elecciones andaluzas serán antes que las generales. Las autonómicas serán el año que viene y las generales, si la situación no se hace inviable para Sánchez, tendrán lugar en 2027.
Voto, conocimiento y valoración
María Jesús Montero anunció esta semana su intención de liderar el PSOE de Andalucía tras la retirada de Juan Espadas y será ratificada como secretaria general del PSOE-A próximamente. Su paso adelante ha servido para insuflar ánimo a las filas del partido, que se consumía en conflictos internos.
El vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, aseguró el viernes que Montero "es un ciclón" y que "el Partido Popular sabe que tiene los días contados al frente de la Presidencia de la Junta". Muchos considerarán que sus palabras son excesivamente optimistas.
En las pasadas elecciones autonómicas, las de junio de 2022, el PSOE de Andalucía se quedó por primera vez en su historia por debajo del millón de votos, obteniendo un 24,1%. El PP, por su parte, pasó del 20,75% que obtuvo en las de 2018 al 43,11%. Juanma Moreno mejoró en 22,36 puntos su resultado anterior y le sacó 19,01 al PSOE.
Según el último Barómetro de Opinión Pública de Andalucía, la distancia ahora sería incluso mayor. En diciembre, el último disponible, le dio al PSOE el 21,4% de intención de voto y al PP un 43,5%. Son 22,1 puntos de diferencia, más del doble.
Así, los deberes para María Jesús Montero no son fáciles. Por eso, según explican fuentes de Moncloa, necesitaban en Andalucía un candidato con la capacidad de "polarizar" y romper la buena imagen de que disfruta Juanma Moreno, incluso entre potenciales votantes socialistas.
En esa línea, la vicepresidenta primera tiene un valor que juega a su favor y es determinante en unas elecciones autonómicas: es bastante más conocida que Juan Espadas. Según el barómetro andaluz, el 72,2% de los habitantes de la comunidad autónoma conoce a Espadas. Pero en el CIS de octubre del año pasado, el 87,7% de los andaluces decía conocer a Montero.
Montero es la segunda, después de Yolanda Díaz, más popular de todos los ministros del Gobierno. Pero ese dato encierra un hándicap. Está mal valorada. Ser muy conocido y estar mal valorado no es un buen signo para un político, porque tiene que trabajar para cambiar la opinión que la gente tiene de él.
En el CIS de octubre, el 54% de los andaluces le otorgaba a Montero una nota entre el 1 y el 4, un suspenso. Su rechazo es mayor que entre la media española, donde el 52,3% la suspende. Sí parece gustar a los votantes del PSOE en Andalucía (el 76,5% la valora bien), pero genera mucho rechazo entre los votantes del PP en la comunidad autónoma (el 83,2% de los populares la suspende).
Huelva y Jaén, en generales
Pedro Sánchez ha convertido a María Jesús Montero es la mujer para todo, de la misma forma que Alfredo Pérez Rubalcaba fue el hombre para todo de José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente hizo a Rubalcaba ministro de Defensa, de Interior, portavoz del Gobierno y portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, según las necesidades que debía cubrir.
Montero, por su parte, ha sido con Sánchez portavoz y vicepresidenta cuarta del Gobierno y es ministra de Hacienda, vicepresidenta primera, vicesecretaria general del PSOE… y ahora líder y candidata del PSOE en Andalucía. Pero los servicios electorales de Montero a Sánchez no se limitarán a la comunidad autónoma. El presidente también la necesita para las elecciones generales.
Uno de los principales objetivos del PSOE para el próximo ciclo electoral es que Andalucía se convierta en un potente caladero de diputados al Congreso, de la misma forma que los escaños catalanes permitieron a Sánchez seguir gobernando tras las elecciones del 23-J, mitigando la caída en otras circunscripciones.
Y ganar escaños en esta comunidad autónoma parece algo mucho más fácil para el PSOE que ganar a Juanma Moreno en las autonómicas.
El voto al PSOE se comporta diferente en generales y autonómicas. Desde 2016, el PSOE ha estado obteniendo mejores resultados en Andalucía en las generales, donde nunca ha bajado del 30%, que en las autonómicas, donde en los dos últimos comicios ha estado por debajo de ese umbral.
Esta situación permite al PSOE disputar algunos escaños clave al PP. Según el último sondeo de Sociométrica para EL ESPAÑOL, publicado la semana pasada, el PSOE volvería a ganar al PP en la provincia de Sevilla, donde sacaría cinco escaños, uno más que los populares. Se trata del mismo resultado que se produjo en las generales del 23-J.
Pero el PSOE está a menos de un punto en intención de voto en las provincias de Huelva y Jaén. Ambas reparten cinco escaños cada una y, tanto en el sondeo de Sociométrica como en las elecciones del 23-J, PP y PSOE se llevaron dos escaños cada uno en cada provincia.
Si el PSOE gana al PP en Huelva, podría conquistar el escaño que pierda alguno de los partidos pequeños, de la misma forma que en los comicios de noviembre de 2019 se llevó el escaño que perdió Ciudadanos.
Y si gana al PP en Jaén, el PSOE podría recuperar un escaño perdido. Es importante subrayar que el PSOE sólo ha obtenido menos de tres escaños en Jaén en dos de las nueve elecciones generales que ha habido en este siglo.
Así, escaño a escaño, Andalucía podría convertirse en un revulsivo para el PSOE en las generales. Esto es algo que en las autonómicas no sucede, donde el PP le sigue sacando en torno a 20 puntos en todas las provincias. Por eso, la misión andaluza de Montero se antoja hoy una quimera.