Paco Vázquez fue alcalde de La Coruña y embajador ante el Vaticano.

Paco Vázquez fue alcalde de La Coruña y embajador ante el Vaticano. Clara Rodríguez

Política HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Paco Vázquez: "Los gallegos decidirán si introducen los debates y la tensión de Cataluña"

Fue el primer líder de los socialistas gallegos, embajador en el Vaticano y gobernó La Coruña 23 años: "Con todo lo que está pasando... me encomiendo mucho a Dios y muy poco al Papa".

18 febrero, 2024 02:34

Tras ver los telediarios, Paco Vázquez (La Coruña, 1946) se encomienda mucho a Dios y muy poco al Papa. Conviene empezar por ahí aunque lo diga al final, cuando ya se acaba la entrevista. Concibe como un "desastre" lo que pasa en el Gobierno de España y teme que pueda replicarse "ese modelo" en su tierra, en Galicia, donde ya se está votando.

Las conclusiones de este estado de la cuestión trazado por el mítico embajador ante la Santa Sede no son una sorpresa. Dejó de militar en el PSOE en el año 2014. Sus discrepancias más graves comenzaron en la etapa de Zapatero, cuando vio en la Ley de Memoria Histórica la "reapertura de las heridas" que su generación había "cerrado" en la Transición.

Porque Paco Vázquez fue el primer líder de los socialistas gallegos, todavía en la clandestinidad. Votó como diputado la amnistía de 1977. Gobernó La Coruña 23 años y acabó su carrera en el Vaticano.

Se siente "ajeno" –es una palabra que utiliza mucho– al partido cuya camiseta vistió un porrón de décadas. Concibe que Sánchez ha apartado las siglas de los consensos constitucionales.

Su diagnóstico sobre el socialismo gallego es demoledor: acepta ser un mero "acompañante" del BNG, va a sacar "menos diputados que en las primeras autonómicas de la democracia" y está dispuesto a contribuir a introducir en Galicia "la tensiones de Cataluña y el País Vasco".

Hoy no se puede pedir el voto. Tampoco él parece que se sienta cómodo en esa tesitura, pero plantea las elecciones gallegas como una disputa entre constitucionalistas y anticonstitucionalistas. Así que no parece demasiado complicado unir los puntos.

¿Existe una posibilidad de cambio real en Galicia?

Si el BNG consigue la presidencia de Galicia, será un desastre. Porque no supondría un mero “cambio”, sino la introducción de un modelo ajeno a lo que viene siendo Galicia. Se incorporarían la tensión y el debate propios de Cataluña.

Usted piensa que sería un “desastre”, pero la pregunta era más bien si cree que puede ocurrir.

Va a depender del grado de participación de los gallegos. La clave no es la contraposición entre Sánchez y Feijóo, sino las consecuencias que ese cambio podría tener en la Galicia de los próximos cuatro años. Los gallegos se juegan, sencillamente, el gobierno de Galicia.

Don Paco, si gobernara el BNG, no sería un gobierno “ajeno” a los gallegos, sino un gobierno elegido por los gallegos.

Evidentemente, sí. Pero yo lo consideraría una dinámica ajena a Galicia. La diferencia con el gobierno entre 2004 y 2009 [una coalición PSOE-BNG] es la preponderancia del BNG sobre el PSOE. No sería una coalición socialista-nacionalista, sino independentista-socialista. Parece que el socialismo va a obtener un resultado residual.

Se introducirían al debate el derecho de autodeterminación, la imposición del monolingüismo, la implantación de una política económica opuesta a la actual… Estoy, simplemente, hablando de los programas electorales. Creo que, en campaña, no ha quedado clara cuál es la ideología del BNG.

¿A qué se refiere?

En sus estatutos, el BNG se define como de corte independentista. Y su columna vertebral, a la que pertenece Ana Pontón, es marxista-leninista. La campaña ha sido engañosa porque ha girado en torno a la amnistía y esto que le cuento ha pasado desapercibido. No se han puesto sobre la mesa los verdaderos postulados del BNG. Y el PSOE…

Señor Vázquez, fue Feijóo quien comenzó la campaña situando la amnistía, la política nacional, en el centro del debate.

No. Fueron Sánchez y sus ministros, que quieren repetir una mayoría similar a la que hoy gobierna España. Los votantes gallegos deciden hoy si Galicia va a entrar en la misma dinámica que Cataluña y el País Vasco; si quieren establecer en su tierra un modelo plurinacional, un proyecto frente a la Constitución.

Usted no fue tan duro cuando, entre 2004 y 2009, el PSOE gobernó Galicia en coalición con el BNG.

¿Cómo que no? Lo critiqué mucho, pero era alcalde de La Coruña y, desde el punto de vista institucional, no podía… Tenía que convivir con ese gobierno. Tuve graves problemas orgánicos en el seno del PSOE. La ejecutiva federal llegó a plantear mi exclusión del partido. Esa coalición fue el comienzo del desastre para el socialismo gallego. No ha levantado cabeza.

El PSOE, por primera vez, ha admitido un papel secundario en unas autonómicas. Asume con naturalidad su condición de acompañante del nacionalismo. Mire, durante mis seis legislaturas, el nacionalismo no tuvo representación municipal en cuatro. Confronté con el nacionalismo y con el conservadurismo mediante un modelo de corte socialdemócrata.

Varios medios han publicado estos días que el PSOE está trabajando de manera bastante desacomplejada en pro del BNG, consciente de que es la única manera de que no gobierne el PP. ¿Lo percibe?

Eso constituye un buen reflejo de lo que le digo. El PSOE va a tener menos diputados en Galicia que en las primeras autonómicas de 1981. No es que vaya a volver al inicio, sino al abismo. Aceptar eso es sencillamente refrendar el proyecto de Sánchez.

"El PSOE va a tener menos diputados que en las primeras autonómicas de la democracia"

¿Qué opinión tiene de Besteiro, el candidato socialista? ¿Lo ha tratado? Imagino que él fue admirador suyo en los años de la Transición.

Me parece una buena persona, tuve mucho trato con él, aunque hace años que no hablamos. Forma parte de este nuevo PSOE… Creo que está confundido políticamente.

Antes de que llegara Sánchez, el PSOE nunca logró calar en Galicia. Usted lo sabe bien porque fue el primer secretario general de los socialistas gallegos y su primer candidato en Democracia a la presidencia de la Xunta.

Bueno, pero el PSOE ha ganado algunas elecciones generales en Galicia y muchas municipales. No sólo en grandes ciudades, sino también en las diputaciones. El partido no ha sido capaz de definir su posición socialdemócrata y ha querido jugar un papel medio nacionalista. La gente, al final, vota al original, y no la copia.

Pero cuando el BNG era residual, el PSOE tampoco calaba.

El ciudadano no vota de manera uniforme en generales, autonómicas y municipales. Vota conforme a los candidatos y los proyectos. Durante muchos años, Manuel Fraga tuvo la anuencia y la confianza de los gallegos. Era muy difícil de batir. Pero el PSOE ha gobernado en La Coruña, en Vigo, en Santiago, en Ferrol, en Ourense, en la diputación de Pontevedra, en la diputación de La Coruña…

El PSOE gallego que usted lideraba en los setenta defendía la autodeterminación de los pueblos de España. ¿Cómo se cayó del caballo?

Aquel PSOE defendía no tanto el derecho de autodeterminación, sino la necesidad de acabar con el modelo centralista que imperaba en la dictadura.

No, don Paco, también se hablaba de “derecho de autodeterminación”.

Se barajaban las posibles alternativas a ese modelo centralista. Pero, finalmente, el eje central del PSOE fue la recuperación del modelo constitucional de la República y la extensión de los estatutos de autonomía. Una concepción federal de España, con la existencia de “nacionalidades históricas”.

Paco Vázquez, durante una entrevista con El Español.

Paco Vázquez, durante una entrevista con El Español. Clara Rodríguez

Lo mismo parecía ocurrir con el BNG, que no calaba, porque en esas primeras elecciones sacaron tres escaños. Hoy, las encuestas les auguran más de veinte. ¿Por qué ese crecimiento?

El nacionalismo independentista, el BNG, ha crecido como en el resto de España, debido a las cesiones en educación.

Pero, don Paco, será culpa del PP, entonces, que lleva gobernando allí tropecientos años. La competencia de educación está transferida.

Sí. Me refiero a esa educación que exalta los valores propios y los hechos diferenciales a costa de relegar lo común. La exaltación de la lengua propia a costa de la exclusión de la común. Todo eso ha repercutido en los jóvenes que se han ido incorporando al sufragio.

¿Todo eso lo ha hecho el PP?

El PP ha asumido ese complejo generalizado… Consideran que defender la lengua española puede suponer una agresión a la realidad gallega. Se ha dado prioridad en los programas educativos a los hechos diferenciales gallegos. Eso ha impregnado a los jóvenes. Ni el PP ni el PSOE han logrado desarrollar un modelo educativo conforme a la Constitución. Al monolingüismo franquista le ha sucedido el monolingüismo nacionalista.

Hay quien dice que el PP gobernaba Galicia con mayorías absolutas porque Fraga logró inventar una suerte de nacionalismo gallego moderado y de centro-derecha. ¿Comparte ese análisis?

En parte, sí. Fraga consiguió un acuerdo con lo que podíamos llamar el galleguismo histórico no independentista, que provenía de los años de la república. Era un nacionalismo de valor intelectual, y no político. Pero sí se produjo esa sustitución de lo común por lo gallego. La desvertebración.

¿El PP gallego tiene algo del PNV?

Hombre, eso tendría que definirlo alguien que conozca mejor el PP. Ha conseguido una estabilidad encomiable en la política gallega. Un modelo no agresivo frente a los que no somos conservadores. La votación de hoy es entre constitucionalismo y anticonstitucionalismo, no entre izquierdas y derechas.

"El PP ha logrado instalar en Galicia un modelo no agresivo frente a los que no somos conservadores"

Si le llegan a decir en 1980 que votaría al PP en 2024…

Yo no digo a quién voto. Yo digo en contra de qué voto. Si el PP representa hoy los valores que yo tenía en 1980, lo votaré. Esos valores son la defensa de la Constitución, el compromiso con la Transición y el deseo de mantener viva la reconciliación entre españoles.

Paco Vázquez, en un hotel de Madrid, durante una entrevista con este periódico.

Paco Vázquez, en un hotel de Madrid, durante una entrevista con este periódico. Clara Rodríguez

La formación que, según las encuestas, parece a punto de darse un batacazo es Sumar. Siendo gallega la vicepresidenta Yolanda Díaz, ¿cuál será la magnitud de su derrota si su marca no entra en el Parlamento gallego?

Sumar es una confluencia de partidos comunistas. Y el comunismo es una ideología muy ajena a la sociedad gallega. El hecho de que la vicepresidenta Díaz sea gallega no juega a su favor, sino todo lo contrario: aquí es donde mejor se le conoce. Siempre ha sido derrotada en Galicia: como concejala, como diputada autonómica. Incluso en su ciudad natal de Ferrol, donde podía haber cierta memoria de la clandestinidad…

Por otro lado, en Génova dicen que, si el PP pierde Galicia, será por culpa de Abascal. ¿Qué le parece la excusa?

Todo el mundo tiene derecho a defender su proyecto político. Luego está el debate de la utilidad… Pero todo el mundo tiene derecho a molestar.

Uno de los hitos de la campaña ha sido el resbalón de Feijóo en su comida 'off the record' con los periodistas. Me refiero a sus palabras sobre la amnistía y el indulto a Puigdemont, que luego rectificó. ¿Un error estratégico que puede costar caro?

El Gobierno ha intentado magnificar ese hecho. Feijóo dijo que hubo diálogo, como es lógico en democracia. Le daría importancia si hubiera habido diálogo con Bildu, pero no es el caso. No llegó a ningún compromiso con el independentismo y expuso, desde el primer momento, cuáles eran sus límites.

¿Va a tener la amnistía algún tipo de influencia en el voto de los gallegos?

No sólo el hecho puntual de la amnistía, sino el conjunto de hechos y de pactos de Sánchez con los partidos independentistas. La amnistía apuntala la desigualdad entre territorios. Y en esa desigualdad, Galicia sale perdiendo respecto a Cataluña y el País Vasco.

Usted estuvo en el Congreso cuando se votó la amnistía de 1977. ¿Qué le parece cuando Moncloa compara una y otra situación?

Esas dos amnistías no tienen nada que ver. La de 1977 fue la amnistía de la reconciliación nacional. La de 2024 es la de la resurrección de las dos Españas. La de 1977 fue la del discurso de Camacho, un comunista que había estado encarcelado, dirigiéndose a los que habían sido ministros de Franco.

¿Habrá amnistía en España? Sánchez y Puigdemont forman una sociedad de socorros mutuos.

Está pactada desde el principio. Otra cosa es cómo y cuándo la anunciarán. Eso responde a intereses tácticos y partidistas. Punto y final. Son actos de una misma tragedia o sainete, no sé cómo llamarlo.

Estudió en los maristas y luego fue embajador ante la Santa Sede. Siempre le quedará encomendarse a Dios, don Paco.

Sí. Yo ya me encomiendo muchas a veces a Dios, pero pocas veces al Papa.