Sánchez y Salvador Illa, en un mitin celebrado en Barcelona con motivo de las generales del 23-J.

Sánchez y Salvador Illa, en un mitin celebrado en Barcelona con motivo de las generales del 23-J. EFE

Política NUEVA LEGISLATURA

Pedro Sánchez fija el éxito de la Ley de Amnistía en que Illa presida la Generalitat dentro de un año

"Cuando se vea a Illa presidir la Generalitat se demostrará que todo esto tiene sentido", dicen los socialistas.

26 noviembre, 2023 02:57

"Cuando se vea a Salvador Illa presidir la Generalitat de Cataluña se verá que todo esto tiene sentido", asegura uno de los ministros más próximos a Pedro Sánchez para argumentar las bases de la legislatura que arranca y, concretamente, la Ley de Amnistía pactada con Junts y ERC.

Entienden en el equipo de la Moncloa que su argumentación sobre la "convivencia", el "reencuentro" y demás expresiones con carga positiva sólo encontrará sentido si en los comicios que deben celebrarse en Cataluña antes de febrero de 2025 los partidos independentistas quedan fuera de la Generalitat. 

Esa es la hoja de ruta de Pedro Sánchez y también la apuesta sobre la que fundamenta el riesgo y el desgaste que asume ahora con la tramitación de la ley, una de las más polémicas de la Democracia. Sobre ese barril de pólvora asienta su futuro el presidente, acostumbrado en su carrera política a triples saltos mortales que, hasta ahora, le han salido bien.

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Obviamente, esa apuesta también se vendría abajo si el Tribunal Constitucional anulara la ley, pero el Gobierno está convencido de que superará ese filtro.

El PSC ya ha ganado las últimas tres elecciones que se han celebrado en Cataluña, incluyendo las generales del 23 de julio, pero en las autonómicas no le fue posible formar una mayoría suficiente para hacerse con la Presidencia de la Generalitat.

En todo esos procesos electorales se ha observado un progresivo debilitamiento de los partidos independentistas y, según los socialistas, el objetivo es debilitarles aún más a costa de negociaciones y acuerdos.

Según explican, consideran muy posible que si Junts y ERC insisten en la línea del acuerdo con el Gobierno central, surja alguna opción independentista más radical que sirva para romper el bloque separatista y, por tanto, haga imposible que puedan mantener la Generalitat.

Esta opción se refleja en las posiciones de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y otros movimientos independentistas críticos con esos acuerdos y con la propia Ley de Amnistía. Lo reflejaron en la última Diada y fuentes de ERC y de Junts no descartan que ese movimiento radical pueda articularse en una nueva opción política para las elecciones autonómicas.

Moncloa entiende que si en este primer año se observa que desde el Gobierno central hay avances en favor de Cataluña en lo referido a la amnistía y también a inversiones o transferencias, Salvador Illa podría rentabilizarlo en las autonómicas.

El objetivo es no dar portazo a las grandes peticiones de los independentistas antes de las elecciones en Cataluña.

Menos ministros del PSC

Sánchez ha reducido la exposición del PSC en el Gobierno, aunque ha incluido como ministro de Industria a Jordi Hereu, para estrechar relaciones con las empresas de Cataluña. También formará parte de esta estrategia la gestión del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y, de hecho, su llegada al ayuntamiento es el primer paso en ese camino.

En las elecciones generales de julio de 2023, el PSC logró el 34,49% de los votos; Sumar el 14,03%; PP el 13,3%; ERC el 13,1% y Junts el 11,1%.

Es decir, ya se produjo un hundimiento del independentismo y los partidos constitucionalistas lograron buenos resultados, muy por encima de los separatistas.

Fuentes del PSOE admiten, no obstante, que ese resultado tuvo mucho que ver con el hecho de que los electores dirigieron su voto hacia el PSC para evitar una mayoría absoluta de PP y Vox en el Congreso. Sobre todo después de que el candidato de Vox, Santiago Abascal, cometiera la torpeza en campaña de augurar una pésima situación para Cataluña si gobernaba la derecha, un nuevo 155 y hasta la ilegalización de partidos independentistas.

En las últimas autonómicas, el PSC con Illa a la cabeza ya ganó las con el 23% de los votos, frente al 21% de ERC y el 20% de Junts. Estos dos últimos partidos pudieron sumar para la investidura, aunque luego Junts haya salido del Gobierno de la Generalitat.

Para esa estrategia de Sánchez fue un balón de oxígeno el último resultado del Barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el CIS catalán, que señalaba que Illa se impondría con claridad con entre 39 y 45 escaños, por delante de ERC (29-34) y de Junts (19-24), que ya no sumarían para gobernar.

Si se cumpliera ese pronóstico, Illa podría ser president dentro de un año, y Sánchez lograría el espaldarazo a su decisión de impulsar la amnistía.

Para entonces, es muy probable que ya se haya aplicado la Ley de Amnistía y todos los afectados podrán presentarse a esas elecciones, incluyendo a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Moncloa cree que ninguno de los dos será cabeza de lista en esas elecciones.