Declaración institucional del presidente del Gobierno sobre la composición del nuevo Ejecutivo, este lunes en Moncloa..

Declaración institucional del presidente del Gobierno sobre la composición del nuevo Ejecutivo, este lunes en Moncloa.. MONCLOA

Política NUEVO GOBIERNO

Sánchez afronta una frágil legislatura con un equipo económico provisional y sin revulsivos políticos

Diez claves del nuevo Gobierno: de la posible salida en breve de Calviño que condiciona el Ejecutivo a la reducción de ministros del PSC.

21 noviembre, 2023 02:45

Pedro Sánchez afrontará una frágil legislatura con un Gobierno que casi es sólo la remodelación del anterior, al menos en la parte socialista: sin grandes fichajes ni novedades, buscando solidez política y de gestión, y con provisionalidad en el equipo por la posible salida de Nadia Calviño en el próximo mes.

De 17 ministros socialistas siguen 12, con algunos cambios de cartera o de categoría, pero sin reducir siquiera ministerios.

Hay cambio casi total en la cuota de Sumar con referencia a la etapa de Unidas Podemos, con la única excepción de la vicepresidenta Yolanda Díaz.

El nuevo Ejecutivo tiene detalles sorprendentes, como la presencia mayor de ministros de Castilla y León que del PSC, pese a que Cataluña está en el centro de la agenda política y que es en esa comunidad donde mejor resultado obtuvieron los socialistas en las generales del 23 de julio.

La provisionalidad de Calviño

En unos días se decidirá si Nadia Calviño es designada próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Tiene muchas posibilidades de ser la elegida y tendría que dejar el Gobierno en enero.

Por eso, la estructura del Gobierno tiene una cierta provisionalidad que afecta a la Vicepresidencia primera y al corazón del Gobierno, porque Calviño dirige la política económica, preside la Comisión Delegada y representa a España en las reuniones de ministros de Economía europeos.

Por eso, se interpreta que el Gobierno anunciado ahora incluye mecanismos para llevar a cabo esa sustitución.

Por ejemplo, José Luis Escrivá ha dejado Inclusión para hacerse con el Ministerio de Transformación Digital que ahora está a cargo de Calviño. Sería un primer paso para hacerse con la vicepresidencia económica, aunque Escrivá provoca recelos en una parte del Gobierno y no es del PSOE.

Esa provisionalidad podría prolongarse si como prevén dirigentes socialistas la vicepresidenta Teresa Ribera es cabeza de lista en las elecciones europeas del 9 de junio, para optar luego a ser comisaria europea.

La pelea de Montero 

En julio de 2021, Pedro Sánchez decidió sacar del Gobierno a Carmen Calvo y eliminar la presidencia política. En ese momento, según fuentes socialistas, hubo un intento por parte de María Jesús Montero para hacerse cargo de esa función.

No lo logró, pero un año después fue nombrada vicesecretaria general del PSOE, es decir, número dos. Ahora ha sido elevada a vicepresidenta cuarta, aunque no cambia sus funciones y ni siquiera preside una de las comisiones delegadas.

Su trabajo es imprescindible para Sánchez porque ha elaborado todos los Presupuestos y su negociación, y también acuerdos como el de investidura reciente.

Su poder interno en el Gobierno tiene que ver con el antiguo tópico que señala que todo Ejecutivo es de coalición entre los ministros y el de Hacienda, porque este último tiene la capacidad de negociar las partidas presupuestarias de cada ministerio.

No está claro tampoco si podría afectarle en enero la salida de Calviño por el reparto de competencias sobre la economía.

Bolaños, eje fundamental

No había biministros desde la época de Felipe González, cuando Juan Alberto Belloch fue ministro de Justicia e Interior.

Ahora es, probablemente, el miembro del Gobierno del que más depende Sánchez y con más poder. Seguirá presidiendo la Comisión de secretarios de Estado y, por ejemplo, controlará los índices del Consejo de Ministros y las Relaciones con las Cortes, es decir, los acuerdos con los grupos parlamentarios.

El presidente del Gobierno ha querido que, además, asuma directamente la cartera de Justicia que ya tuteló en la anterior legislatura, dirigiendo las negociaciones para renovar el CGPJ, negociando con Bruselas los asuntos de Justicia y controlando reformas legales.

En ambos puestos podrá dirigir la aplicación y cumplimiento de los pactos de investidura que él negoció y cerró.

Además, Sánchez le utiliza habitualmente como portavoz para explicar decisiones difíciles del Gobierno.

El encargo a Ana Redondo 

Sánchez ha recuperado las competencias sobre Igualdad, harto de que la gestión y las declaraciones del equipo de Irene Montero desgastaran al Ejecutivo y dividieran al colectivo feminista.

Ha elegido a Ana Redondo, jurista pero de larga trayectoria política, y le ha dado el encargo, según Moncloa, de poner orden, de pacificar las relaciones con los colectivos y recuperar la bandera de Igualdad para el PSOE con nuevas leyes. Por ejemplo, la de paridad para instituciones y empresas que quedó frenada en la anterior legislatura.

Frente a las peticiones de feministas del PSOE, ha optado por una figura ajena al movimiento feminista y, por tanto, no contaminada en las polémicas de los últimos años.

Pilar Alegría, voz del 'sanchismo'

En el Gobierno hay otro valor en alza, no tanto por las competencias sino por la exposición como cara y voz del Gobierno, es decir, del sanchismo.

Es Pilar Alegría, que pasa de portavoz del PSOE a portavoz del Gobierno en lugar de Isabel Rodríguez.

Alegría participa en los maitines de los lunes y es del núcleo duro de Sánchez. Cuando se especulaba con la sucesión del líder socialista antes de las elecciones generales su nombre ya salía a relucir.

Estuvo enfrentada a Sánchez en las primarias del partido, pero ahora es vista también en el PSOE como posible sucesora de Javier Lambán en Aragón para hacer frente al PP y a Vox. El riesgo es quemarse en uno de los cargos con mayor exposición del Gobierno. Además de Educación y Portavocía, tendrá en Deportes posibilidad de tener proyección pública en acontecimientos como la organización del Mundial de fútbol de 2030.

Es la tercera vez que un ministro de Educación es portavoz del Gobierno. Antes lo fueron Íñigo Méndez de Lugo (PP) e Isabel Celaá (PSOE).

Óscar López y el poder femenino  

Tras los cambios de ministros llegarán los cambios en segundos y terceros escalones en el Gobierno. Hay un foco siempre en el Gabinete del presidente del Gobierno, por el poder que acumulan sus responsables.

Sánchez ha tenido dos en el Gobierno, Iván Redondo y ahora Óscar López. Este último ha demostrado su poder y, por ejemplo, ha participado en el nombramiento de la ministra de Igualdad que trabajó directamente con él en Castilla y León y antes en el PSOE.

Fuentes del Gobierno explican que Sánchez quiere aprovechar los cambios en el Gobierno para feminizar su núcleo duro, en el que todos son hombres menos una mujer, lo cual no resulta nada ejemplar ni coherente con su discurso. Según esa versión, López trabaja con Sánchez en el diseño de ese equipo.

Antonio Hernando, mano derecha de López en el Gabinete, salió en julio para ser candidato a diputado y se desconoce si volverá.

Se acabaron los fichajes

Hubo un tiempo en el que en el Gobierno de Sánchez hubo un ministro astronauta y un ministro presentador de televisión y escritor de novelas. Al líder socialista siempre le ha gustado ese tipo de guindas en sus Ejecutivos.

Hubo también una fiscal de la Audiencia Nacional, a la que luego hizo fiscal general del Estado.

Esta vez, Sánchez ha optado por un Gobierno sin adornos, buscando ministros con trayectoria política y en la mayoría de los casos con experiencia de gestión. Sin bromas, ni experimentos, a riesgo de ser considerado conservador.

Según explican en la Moncloa, se trata de prepararse para una legislatura difícil, con ministros encajadores. “Alto nivel político”, ha dicho Sánchez al presentar su Gobierno.

Por ejemplo, Óscar Puente, con un duro y agresivo discurso político, pero con experiencia de cuatro años como alcalde de Valladolid. Tendrá que gestionar la difícil cesión de las competencias de cercanías (Rodalías) a Cataluña.

El PSC reduce su presencia

Una de las paradojas del Gobierno es que pese a que la legislatura depende de dos partidos catalanes (Junts y ERC) y que la conversación política está centrada en Cataluña, Sánchez ha reducido la presencia del PSC.

Y además, opta por un perfil de ministro muy veterano, con escaso peso político, Jordi Hereu.

Salen a cambio Miquel Iceta (Cultura) y Raquel Sánchez (Transportes).

Moncloa explica que ha buscado un gestor para Industria, con buenas relaciones con los empresarios, para pacificar el sector empresarial, sin sobresaltos. Ya fue responsable de Industria José Montilla, luego presidente de la Generalitat.

Curiosamente, el responsable de Política Territorial será el canario Ángel Víctor Torres y en la Moncloa se cuenta que el extremeño Guillermo Fernández Vara rechazó la oferta de Sánchez.

La delicada pata Sumar-Podemos

La formación del Gobierno no sólo no cierra la guerra entre Sumar y Podemos o entre Yolanda Díaz y Ione Belarra, sino que la aumenta.

Izquierda Unida ha propuesto a Sira Rego como su ministra; Más país a Mónica García y los Comunes a Ernest Urtasun, pero Podemos no ha podido hacerlo.

A cambio Díaz ha propuesto a Pablo Bustinduy, una de las bestias negras de Pablo Iglesias en las primeras purgas en Podemos.

La guerra sube de tono, Moncloa lo ve con preocupación y Sumar explica que no hay riesgo para la legislatura.

Yolanda Díaz quiere que Urtasun siga siendo portavoz de Sumar, además de ministro de Cultura, sin deportes.

El PSOE y Podemos coinciden en asegurar que los dos ministerios de Rego y Bustinduy tienen menos competencias que los que tenía la pasada legislatura Unidas Podemos.

Portavoces socialistas

La siguiente etapa de la preparación del equipo de Sánchez para la nueva legislatura es la de los cargos en el partido. Para empezar, debe sustituir a Pilar Alegría como portavoz socialista y es posible que cambie a Patxi López al frente del Grupo Parlamentario del Congreso.

Por ejemplo, Hana Jalloul podría ser la portavoz del PSOE en sustitución de Pilar Alegría.

Y se da por hecho que en 2024, convocará un Congreso Federal del PSOE para poner el partido a punto, sobre todo, con renovaciones en federaciones en las que los socialistas perdieron el poder en mayo.