El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz. Eduardo Parra Europa Press

Política INVESTIDURA

El pacto con Sumar acerca la investidura de Sánchez, aunque ERC y PNV dejan en el aire su aplicación

Sánchez refuerza su posición ideológica con temas sociales para que sus bases acepten el inminente pacto de la amnistía.

25 octubre, 2023 02:29

El pacto entre PSOE y Sumar era evidente y previsible, porque ambas formaciones fueron a las elecciones con la propuesta de reeditar el Gobierno de coalición, pero el acuerdo es importante porque es el primer paso para desencadenar en los próximos días el anuncio de sucesivas incorporaciones de partidos al apoyo a la investidura.

Esa es la lectura que hacen fuentes socialistas del acuerdo firmado ayer por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que es un paso en el camino diseñado por Moncloa hacia la investidura, con reconocimiento para cada uno de los partidos con los que negocia y reparto de premios a cada uno.

Según esa lectura, el contenido refuerza la posición ideológica de Sánchez en la izquierda, haciendo hincapié en medidas sociales, y eso le sirve al líder socialista para facilitar en los próximos días la venta política de los acuerdos con ERC, Junts, Bildu y PNV.

[Sánchez: una amnistía que no se llame amnistía y un referéndum que no se llame referéndum]

Especialmente, el pacto de la izquierda sirve para facilitar que el electorado del PSOE asuma en los próximos días el acuerdo con Puigdemont que incluye la controvertida amnistía. Porque Junts es un partido de derechas y porque, según Moncloa, el acuerdo con Sumar busca que muchos de esos electores acepten -aunque sea a regañadientes- el acuerdo de la amnistía con tal de poder tener un Gobierno de coalición que promueva medidas como las incluidas en el acuerdo con Sumar.

De hecho, según fuentes del PSOE es probable que el hipotético acuerdo con Junts se posponga a la consulta a los militantes sobre el acuerdo con Junts. El Comité Federal del PSOE fechado ayer para el sábado convocará esa consulta, que sólo es preceptiva para los acuerdos de coalición, no para los de investidura. Si fuera así, los militantes sólo se pronunciarán sobre el pacto con Sumar.

Puigdemont, el 'mal menor'

“Las bases socialistas pueden pensar que la negociación con Puigdemont, la amnistía y las demás medidas pactadas con Junts son males menores con tal de poder impulsar una política que aumente la fiscalidad para los ricos o la subida de las indemnizaciones por despido”, asegura un dirigente socialista.

Admiten los socialistas que el acuerdo de Sánchez y Díaz es una especie de “hoja de ruta”, de programa electoral o de desiderátum, porque todas ellas necesitarán los votos de todos los partidos que apoyen la investidura, si es que se convierten en norma. Esta vez ya no hay opciones de mayorías alternativas o de “geometrías variables” en el Congreso.

De hecho, ayer mismo algunos de esos partidos ya han puesto distancia con el acuerdo entre PSOE y Sumar. Empezando por el PNV que ha alertado de que algunos de los contenidos del pacto incluyen invasiones de competencias en asuntos que claramente corresponden a las comunidades autónomas, como la sanidad y la educación, entre otras.

ERC también aseguró que es “papel mojado” porque luego deben pactarse con todos los demás partidos.

Los socialistas restan importancia a la posición crítica de Podemos, al menos, respecto a la votación de investidura, aunque sí muestran cierta preocupación respecto al resto de legislatura.

Entienden que Podemos no puede permitirse no apoyar el acuerdo y la investidura, pero temen que el partido de Ione Belarra sea fuente de inestabilidad en momentos delicados, con el objetivo de buscar una forma de distinguirse y sobrevivir.