Una taquígrafa sostiene los pinganillos, en el Pleno de esta semana.

Una taquígrafa sostiene los pinganillos, en el Pleno de esta semana. Europa Press

Política LENGUAS COOFICIALES

Funcionarios del Congreso cuestionan la validez del Diario de Sesiones por las traducciones simultáneas

Al tratarse de una publicación oficial, los trabajadores se plantean dejar constancia en el texto de que no se responsabilizan de posibles inexactitudes, ya que la traducción la hacen intérpretes ajenos a la Cámara. 

23 septiembre, 2023 02:55

Desde que finalizó el Pleno de esta semana, en el que se reformó el Reglamento del Congreso de los Diputados para introducir el uso de las lenguas cooficiales, no se ha actualizado el Diario de Sesiones. Esta publicación, de carácter oficial y con validez jurídica, no suele tardar más de 24 horas en elaborarse una vez que termina el debate parlamentario.

Esta vez, sin embargo, no hay rastro de las actas correspondientes a la sesión que tuvo lugar el martes, cuando se aceptó la toma en consideración de la reforma parlamentaria; ni tampoco se han publicado las del jueves, cuando se votaron las enmiendas parciales y totales y se dio carpetazo definitivo al trámite de la modificación del Reglamento.

Los servicios de la Cámara, a día de hoy, siguen dilucidando sobre cómo dar encaje a las intervenciones que se produjeron en catalán, gallego, euskera, valenciano o aragonés; si se debe introducir la transcripción literal y, a continuación, una traducción. O, incluso, si es preciso advertir en el Diario de que el propio Congreso no se responsabiliza de la veracidad del texto.

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Distintos cuerpos de funcionarios del Congreso de los Diputados tienen serias dudas con la oficialidad del Diario de Sesiones, imprescindible para cuestiones jurídicas. Como, por ejemplo, los juramentos de los diputados cuando toman posesión de sus escaños. Lo explica un trabajador de la Cámara: "Tienes que llevar el acta del Diario de Sesiones, y si quieres que tenga validez pides que te certifiquen esa parte y que se expidan una serie de documentos".

Cuando se tuvo calificar la propuesta para reformar el Reglamento, los letrados alertaron de que "uno de los principios" que podía "verse alterado, y por los que rige el régimen parlamentario, es la inmediatez". Porque, argumentan fuentes del Congreso, "no puedes llevar a un Diario de Sesiones algo que la traducción simultánea no coge". 

Pierde el carácter notarial

Hasta ahora, en el Diario se plasmaba toda la literalidad de lo que sucede en el Hemiciclo. Esa labor, que corresponde a las taquígrafas y estenotipistas, resulta imprescindible, ya que "recoge la esencia, la frescura, la rapidez" del pleno. En definitiva, "toda la realidad que gira en torno a la alocución de una persona", apostillan las citadas fuentes. 

Pero desde que se ha autorizado el uso de las lenguas cooficiales, lo que quede escrito en el Diario de Sesiones podría perder la vigencia de acta notarial. Los letrados de la Cámara, encargados de autorizar a los secretarios de la mesa que firmen las actas de los plenos, buscan desentenderse de aquellas partes del texto que provengan de una traducción simultánea que podría no ajustarse a lo que, realmente, quiso decir el diputado de turno.

Ponen un ejemplo: se podría dar el caso de que un diputado denunciara que lo que refleja el Diario no es exactamente lo que él dijo. ¿Quién sería el responsable? Quienes transcriben las traducciones no tienen forma de verificar si el intérprete ha reflejado exactamente las palabras del interviniente o ha hecho un resumen. 

Según explican las citadas fuentes, para poder introducir el uso de las lenguas cooficiales, el Congreso ha licitado "una partida específica" para contratar traductores y, también, una empresa que se encargará de transcribir todo lo que se hable en otro idioma que no sea el castellano. Con la desventaja de que la transcripción no se hace in situ. Es una empresa externa la que se encarga, en remoto, de transcribir las intervenciones en lenguas cooficiales.