Pedro Sánchez, Charles Michel y Ursula von der Leyen, durante la cumbre UE América Latina

Pedro Sánchez, Charles Michel y Ursula von der Leyen, durante la cumbre UE América Latina Unión Europea

Política

El bloqueo político en Madrid pone en riesgo la presidencia española y la agenda legislativa de la UE

Incertidumbre en Bruselas sobre el impacto del resultado español en la negociación de leyes clave como la reforma de las reglas fiscales o del mercado eléctrico.

25 julio, 2023 02:37

"Sin comentarios". Esta es la reacción de todos los portavoces de las instituciones de la Unión Europea cuando se les pregunta por los resultados del 23-J en España. La consigna es esperar y ver si se puede formar Gobierno o por el contrario habrá repetición electoral. "No sabemos quién ha ganado en España", escribía en Twitter el ex primer ministro italiano, Matteo Renzi

Tanto Pedro Sánchez como Alberto Núñez Feijóo han recibido la enhorabuena únicamente de sus respectivas familias políticas europeas. "Pedro Sánchez y el PSOE deben ser elogiados por el resultado electoral, ya que lograron salvaguardar la democracia y el progreso en España", ha dicho el presidente del Partido Socialista Europeo, el sueco Stefan Löfven

"Felicidades a Núñez Feijóo por su clara victoria en las elecciones de ayer. Recuperar 3 millones de votos desde 2019 le da al PP un mandato claro para formar un Gobierno que refleje esta voluntad de cambio. Tienes todo nuestro apoyo", asegura el jefe del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber.

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Varios ministros de Emmanuel Macron han celebrado además el retroceso de Vox como una victoria para la UE. "Buenas noticias para Europa. El partido euroescéptico Vox ha caído de 52 a 33 escaños. Dos partidos europeístas encabezan el recuento", ha tuiteado su responsable de Asuntos Europeos, Laurence Boone. Los Gobiernos de derecha radical de Italia, Polonia y Hungría -que siempre son los primeros en felicitar a Vox y han participado activamente en la campaña de Santiago Abascal- guardaban este lunes un clamoroso silencio.

"Se trata del peor escenario para Europa porque hay incertidumbre en España sobre si la derecha o la izquierda podrán formar Gobierno o si se repetirán las elecciones. Y eso va a afectar de forma negativa a la presidencia", explica a EL ESPAÑOL Mujtaba Rahman, director para Europa de Eurasia Group, uno de los think tanks de referencia en Bruselas.

"En un contexto en que no hay liderazgo de Alemania en Europa y Macron no puede gestionar la UE en solitario (por la oposición de otros líderes comunitarios y sus problemas internos), el papel de la presidencia es muy importante a la hora de facilitar compromisos, construir consensos o gestionar los debates, especialmente cuando la asumen países grandes como España", argumenta Rahman.

"Pero Sánchez tampoco podrá ejercer este liderazgo porque estará muy distraído con la formación de Gobierno o la repetición electoral. Y eso tendrá un impacto negativo a la hora de cerrar acuerdos en cuestiones como la reforma del Pacto de Estabilidad o el inicio de negociaciones de adhesión como Ucrania", señala el analista de Eurasia Group.

En público, las instituciones de la UE aseguran que el bloqueo político en Madrid no hará descarrilar la presidencia española del Consejo, que se desarrolla entre el 1 de julio y el 31 de diciembre, pero que entró en caos desde el mismo anuncio del adelanto electoral por parte de Sánchez. El presidente del Gobierno tuvo que renunciar al discurso inaugural ante la Eurocámara a principios de mes y abandonó hasta en dos ocasiones la cumbre UE-América Latina para hacer campaña, pese a ser el principal evento del semestre español.

"Sobre la presidencia española, ya hemos dicho desde el principio que teníamos total confianza en la capacidad de las autoridades españolas de cumplir sus responsabilidades. No hay cambios en esta línea", ha asegurado este lunes el portavoz de la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, "ya ha mostrado repetidamente plena confianza en el éxito de la presidencia rotatoria", señalan desde su gabinete.

Fuera de micro, varios diplomáticos admiten su inquietud por el impacto del bloqueo político en Madrid sobre la agenda de la UE. Sobre todo porque aunque el papel de la presidencia de turno se ha reducido considerablemente, a España le corresponde en un momento clave. Es la última completa antes de las elecciones europeas de junio de 2024, por lo que le corresponde cerrar un gran número de expedientes legislativos, que en caso de fracaso decaerán al final de la legislatura.

"La presidencia española continuará como ha comenzado: con incertidumbre política en Madrid. Sabemos que la formación de Gobierno llevará tiempo y es difícil saber cuáles serán las consecuencias: eso puede ser a la vez un obstáculo, pero también puede permitir actuar de forma más eficaz. Es posible que ocurra un poco de las dos cosas", relata a EL ESPAÑOL un diplomático de un gran Estado miembro.

Para la gran mayoría de los alrededor de 200 textos legislativos que deberían cerrarse de aquí a final de año, los de carácter eminentemente técnico, el bloqueo en España no debería tener consecuencias: la maquinaria de la presidencia seguirá avanzando sin problemas. Otros dosieres de carácter más político -como el lanzamiento de las negociaciones de adhesión con Kiev o el debate sobre el presupuesto plurianual de la UE- se debaten en el Consejo Europeo y aquí el papel de la presidencia rotatoria es menos importante.

El mayor impacto del bloqueo en Madrid se notará en los expedientes donde las diferencias políticas son mayores y "España tiene una posición nacional muy fuerte", como la relajación de las reglas de disciplina fiscal de la UE, la reforma del mercado eléctrico o el Pacto Europeo de Migración y Asilo. "Estas elecciones muestran la gloriosa incertidumbre de la política", señala el diplomático.

Otras fuentes en Bruselas restan importancia al resultado electoral español, ya que el papel de la presidencia rotatoria se ha reducido considerablemente desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa en 2009. "La verdad es que estamos bastante relajados. Se supone que la presidencia del Consejo debe ser un intermediario imparcial al presidir las reuniones, y confiamos en que el Gobierno español podrá hacerlo", dice a este periódico un diplomático de otro gran Estado miembro.

"En Bruselas, todo el mundo espera que el Gobierno español haga su trabajo en la presidencia y garantice que los problemas políticos nacionales no tengan un efecto adverso en la agenda de la UE", asegura otro diplomático de un país mediano.