Inés Arrimadas y Begoña Villacís, durante una reunión de la Ejecutiva de Cs.

Inés Arrimadas y Begoña Villacís, durante una reunión de la Ejecutiva de Cs. Europa Press

Política CIUDADANOS

Ciudadanos se agrieta: las deserciones acorralan a Villacís y Arrimadas se muda a Jerez

Los cuadros del partido se descomponen en la ciudad de Madrid, la única plaza importante donde Cs mantiene opciones de supervivencia.

11 abril, 2023 02:54

La última tempestad en Ciudadanos llevó el apellido de Villacís. Y la forma de una reunión secreta a orillas de la sede del Partido Popular. El fichaje frustrado de la vicealcaldesa parecía ser un epitafio, pero por motivos todavía no aclarados aquello no llegó a buen puerto y la líder naranja sigue siendo eso... naranja. Pocos días después, confirmó su candidatura a la alcaldía de Madrid con las mismas siglas.

Si esa reunión fue la tempestad, con las encuestas llegó la calma. La última, publicada por este periódico, refleja una tendencia al alza de la candidata. Lo suficiente, según este sondeo, para entrar en el Ayuntamiento con tres concejales y poder pedirle a José Luis Martínez-Almeida que reedite la coalición.

Pero el refrán de las "casas de los pobres" ha encontrado su justificación en el seno de Ciudadanos. En concreto, en la única plaza importante donde el partido tiene una oportunidad para sobrevivir: la capital. Cuatro de los once concejales que todavía tiene Cs han plantado a Villacís. Mientras tanto, Inés Arrimadas se ha mudado a Jerez. Ese es el clima que rodea al proyecto liberal mes y medio antes de las elecciones.

Estos son los cuatro ex de Villacís: Pepe Aniorte (delegado del área de servicios sociales), Ángel Niño (número 5 en la lista de 2019), Alberto Serrano (concejal del distrito de La Latina y Hortaleza) y Sofía Miranda (concejal de Deportes). Los cuatro parecen ahora partidarios del proyecto de Almeida. La última palabra la tendrá Ayuso, que ya ha dejado entrever que no es partidaria de fichar en el río revuelto de otras organizaciones.

No son nombres que trasciendan al gran público, pero la marcha de Miranda sí tiene una historia detrás. Fue mano derecha de Villacís en la práctica y portavoz adjunta del grupo en la primera parte de la legislatura. Hasta que la amistad se rompió y el vínculo voló por los aires.

Villacís siempre había dominado con facilidad el aparato en Madrid. Sin demasiado interés por los temas orgánicos, le bastaba su carisma para convencer. Tenía enfrente la figura de Ignacio Aguado, que nunca cosechó ese cariño entre los afiliados.

Sin embargo, el episodio de la reunión con el PP dio un giro a los acontecimientos. Y cuando Villacís tuvo que recabar los avales para presentarse a las primarias de Cs... no los consiguió. Fue un jarro de agua fría para ella y para su equipo. Una noticia inesperada. De hecho, Villacís es hoy candidata en virtud de los estatutos del partido. Al no haber conseguido los avales ningún otro candidato, el aparato pudo designarla a ella.

Conclusión: la vicealcaldesa está intentando reconstruir su entorno a marchas forzadas, ya que además de las cuatro ausencias mencionadas, están quienes apoyaron a Edmundo Bal en las primarias. Es el caso de Santiago Saura (número 2 en la lista de 2019) o Concha Chapa. 6 de 11 concejales, en bando contrario.

En el Congreso

Mientras tanto, en el Congreso la situación es todavía más delicada. Inés Arrimadas, despojada de la gestión orgánica, ha recobrado el brío en la tribuna. Ha encontrado la espontaneidad perdida y ha centrado su trabajo en los discursos, como cuando alcanzó la victoria electoral de Cataluña.

Pero sus apoyos en el grupo parlamentario son muy escasos, prácticamente reducidos a la figura del diputado Guillermo Díaz. El resto, con Edmundo Bal a la cabeza, apostaron por un proyecto que fue derrotado en primarias. El mejor termómetro es contemplar la manera –desganada– con la que aplauden a Arrimadas cuando lanza sus discursos.

Pese a lo publicado, Arrimadas vive totalmente ajena al funcionamiento del partido. No muestra interés por las batallas internas y limitará su papel en campaña a las ideas, a lo discursivo. Tanto es así que ha abandonado Madrid.

Si en Barcelona fue la presión nacionalista, en Madrid ha sido el peso de la gestión del partido y el asfixiante clima mediático que rodeó su dimisión como presidenta de Ciudadanos. Y, sobre todo, las dificultades para conciliar.

"Ni en Barcelona ni en Madrid hemos tenido nunca a nuestros familiares cercanos y, con dos niños tan pequeños, hemos decidido mudarnos a Jerez para poder tener cerca a la familia", reveló ella misma en su cuenta de Instagram.