Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos.

Albert Rivera, expresidente de Ciudadanos.

Política CIUDADANOS

Albert Rivera no asistirá a la Asamblea crucial de Ciudadanos que decidirá el nuevo rumbo del partido

Es habitual que los exlíderes participen en las asambleas donde sus partidos eligen nuevo jefe. Rivera, único expresidente de Cs, se ausentará.

12 enero, 2023 03:21

Existe una regla no escrita: los expresidentes acuden a los grandes congresos de sus partidos. Lo hacen a pesar de las situaciones traumáticas y del juego de traiciones que suele regar de cadáveres la política. Así ha venido sucediendo en la historia del PP y el PSOE. Tiene su sentido: se trata de hacer ver a la militancia que la idea que guía las siglas es más poderosa que las personas que la encarnan.

Ciudadanos representa la excepción que confirma esa regla. Albert Rivera, único expresidente de la organización naranja, no participará en la asamblea con la que Inés Arrimadas –su sucesora– dirá adiós a la presidencia. En ese cónclave, será encumbrado Edmundo Bal o Patricia Guasp, tras haberse conocido los resultados de las primarias en la tarde del jueves.

"Inés habló con Albert, pero él le dijo que no acudirá por motivos de agenda. Le deseó suerte". Así lo ha sabido este periódico de fuentes autorizadas del partido. Rivera también declinó el ofrecimiento para participar en la convención de julio de 2021 con la que Arrimadas pretendió dar un giro y resucitar el entusiasmo.

En aquella cita, participaron grandes exponentes del liberalismo europeo. Pero no hubo manera de convencer a Rivera. "Sabíamos que iba a pasar. Después de lo que hizo con Carri... No era previsible que estuviese", detallan un par de dirigentes de Ciudadanos en charla con EL ESPAÑOL.

Se refieren a la campaña de las últimas autonómicas catalanas. Al ver el mal resultado que se avecinaba, miembros del partido cercanos a Rivera intentaron que éste "pusiera un tuit de apoyo" al candidato Carlos Carrizosa, que había sido uno de sus lugartenientes. Pero el expresidente hizo caso omiso.

En la anterior asamblea, la que encumbró a Arrimadas en 2020, ocurrió lo siguiente: Rivera dijo internamente que no participaría, pero al ver publicada la noticia en la prensa rectifico y mandó un breve vídeo deseando lo mejor al partido.

En el PSOE, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero han estado presentes en los procesos de sucesión. Lo mismo José María Aznar y Mariano Rajoy. Incluso Pablo Casado, pese al traumático enfrentamiento con Ayuso que dio lugar a su marcha, entregó personalmente el testigo a Feijóo.

El adiós de Rivera ha sido con todas las consecuencias. Y todavía suscita partidarios y detractores en la organización. En un lado están quienes alaban esa indiferencia pública total y en el otro quienes, reconociéndole el acierto de no ser un jarrón chino, le recriminan no participar del protocolo. Hablan de "un mínimo de saber estar".

La mayoría de estos últimos razonan espoleados por la decepción. No entendieron por qué Rivera calló cuando llegó la "opa hostil del PP". Les "dolió" que quien había sido su presidente comiera y charlara con Casado y García Egea mientras estos lideraban un proceso de absorción.

"Además, quienes se iban entonces al PP lo hacían diciendo que echaban de menos el Ciudadanos de Albert Rivera. Era una consigna. Todo formaba parte de una operación que utilizaba su nombre. Nos habría sido de gran ayuda que se desmarcara en público", refieren en el entorno de Arrimadas.

Albert Rivera dimitió de todos sus cargos en noviembre de 2019, después de dejarse por el camino 47 escaños –pasó de 57 a 10–. Aseguró que dejaba la política por completo y ha cumplido con sus palabras hasta las últimas consecuencias.

Sus intervenciones públicas han sido contadas, todas ellas relacionadas con la publicación de su libro. Tanto en la presentación como en las entrevistas que concedió, se reafirmó en su veto a Sánchez y mencionó como error haberlo levantado de cara a la repetición electoral. "Me costó la muerte política", dijo.

En marzo de 2020, fichó por el despacho Martínez-Echevarría, muy vinculado a Málaga, ciudad importante para él por razones familiares. Dos años después, tras un duro conflicto con la familia fundadora del bufete, quebró la relación contractual.

Hoy, lidera la consultora RV+, dedicada principalmente al asesoramiento de empresas. Continúa a su lado José Manuel Villegas, que fue su secretario general en Ciudadanos y mano derecha en el despacho de abogados.