Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, camino del atril para su conferencia de este lunes.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, camino del atril para su conferencia de este lunes. Efe

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Sánchez se enfrenta a un 'mini estado de la Nación', aferrado a Europa y con la oposición descabezada

El presidente comparece aliviado por recuperar apoyo del bloque de investidura a sus medidas, pero enfrentado a todos por el Sáhara.

29 marzo, 2022 21:28

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“Más Siria y menos Soria”, le dijo hace años Jesús Posada a José María Aznar, cuando este era presidente del Gobierno para hacerle ver que debía aterrizar en los problemas de España y aflojar la agenda internacional.

Pedro Sánchez comparece este miércoles en el Congreso para hablar de asuntos internacionales, pero con repercusión en la política española que, en la práctica, convierte el Pleno en una especie de mini estado de la Nación. Lo será también porque hace más de cinco años que no se celebra un debate de balance de gestión de Gobierno.

El presidente del Gobierno hablará de la última cumbre europea, de la guerra de Ucrania y las medidas económicas para hacer frente a sus consecuencias, y también del giro en la posición española sobre el Sáhara. Es decir, prácticamente de todos los asuntos que marcan la agenda política, salvo los coletazos de la pandemia del coronavirus.

Sánchez parte con dos ventajas, a sumar a las que ya tiene de por sí el Gobierno en los debates de la Cámara: el principal partido de la oposición está descabezado, en pleno tránsito entre Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo, y la portavoz del PP será Cuca Gamarra; y la limitación de los tiempos hace que los grupos sólo puedan dedicar pocos minutos a cada uno de esos temas.

Los grupos dispondrán de 20 minutos de intervención y 7 minutos de réplica. El presidente del Gobierno no tiene limite de tiempo.

Fuentes de la Moncloa explican que después de una semana dura para el Gobierno por el asomo de un cierto estallido social y la inquietud por la falta de respuesta a las subidas de precio, Sánchez ha recibido un cierto alivio en las conclusiones de la cumbre de la UE y, además, acude ya con el paquete de medidas económicas y sociales aprobadas en un decreto por el Consejo de Ministros.

Tiene además el Gobierno la ventaja de tener prácticamente asegurada la convalidación de ese decreto con los votos de los partidos que apoyaron la investidura, con opciones de ampliar a Ciudadanos y, como mínimo, de no tener el voto en contra del PP.

Los partidos de la izquierda y de la derecha plantean objeciones referidas más a la tardanza de las medidas y a la ausencia de sus propuestas, que de cuestionamiento de las aprobadas.

Fuentes socialistas añaden que el debate y la posición del PP sobre el decreto servirán para tomar el pulso a la nueva etapa de los populares: si se puede mantener el argumento de que “el nuevo PP es como el antiguo PP” o si, por el contrario, se constata el inicio de una etapa de diálogo y acuerdos.

En lo que sí estará sólo hoy Sánchez es en el giro respecto al Sáhara. Ningún partido apoya esta posición del Gobierno, según constató el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en la comisión del Congreso hace una semana. De hecho, la inclusión de este tema en el orden del día es consecuencia de la petición de todos los grupos, incluidos los que apoyan habitualmente al Gobierno en el Congreso.

Moncloa barajaba celebrar el debate sobre el estado de la Nación en marzo, tras las elecciones en Castilla y León, pero luego llegó el conflicto en el PP que acabó con Casado y el inicio de la guerra de Ucrania. En teoría será antes de julio, pero no tiene fecha concreta.