Feijóo podría presidir el PP sin saber cuántos apoyos tiene: no habrá urnas si no aparece ningún rival

La dirección del Partido Popular no descarta que Alberto Núñez Feijóo sea elegido presidente nacional en el Congreso extraordinario del 1 de abril por aclamación, sin pasar por el voto directo de los afiliados, si finalmente es el único candidato válido.

El comité organizador del congreso, que preside Esteban González Pons, estudia la posibilidad de retirar la urna de elección del presidente del partido en las asambleas de militantes que se celebrarán el próximo 21 de marzo, en caso de que haya un único candidato.

En este caso, Núñez Feijóo podría ser designado presidente del partido por aclamación, sin pasar por las urnas, o sólo mediante el voto de los compromisarios, en la primera jornada del Congreso que se celebra los días 1 y 2 de abril en Sevilla.

Los aspirantes a la presidencia nacional del PP deben registrar su candidatura el martes 8 de marzo o el miércoles 9. El comité organizador realizará la proclamación de los candidatos el jueves, una vez haya comprobado que cumplen adecuadamente el requisito de reunir al menos 100 avales de militantes.

La candidata transexual

El gallego Alberto Núñez Feijóo ya ha anunciado oficialmente su intención de optar a la presidencia del partido, después de que se lo pidieran todos los barones regionales y el todavía presidente nacional, Pablo Casado, en la tormentosa cumbre del pasado 23 de febrero.

Ya hay al menos otra candidata oficiosa, procedente del PP de Gandía, Alexia Herranz, una mujer transexual de tiene 28 años, estudiante de Ciencias Políticas. Aunque todavía está por ver si logra reunir los 100 avales requeridos.

Por otro lado, durante las últimas semanas se ha especulado con la posibilidad de que el ex secretario general del partido, Teodoro García Egea, promueva otro candidato alternativo para que dispute a Feijóo la presidencia del partido. El próximo jueves se disiparán todas las dudas.

El actual reglamento de primarias del PP mantiene un sistema de doble vuelta. En caso de que haya al menos dos candidatos, todos los afiliados podrán elegir a su favorito en las asambleas del próximo 21 de marzo (en las que también se elegirá a los compromisarios).

Casado estrenó las primarias

Si en esta primera vuelta uno de los candidatos saca al menos el 50% de los votos, supera al siguiente rival en más de 15 puntos y gana en al menos la mitad de las circunscripciones, será proclamado presidente con el voto directo de los afiliados. 

En caso contrario, los dos candidatos más votados deben someterse a la segunda vuelta, que se celebraría en la primera jornada del Congreso, esta vez sólo con el voto de los compromisarios. Pablo Casado fue elegido presidente nacional del PP en 2018 mediante este mecanismo, al derrotar en la segunda vuelta a Soraya Sáenz de Santamaría.

En la cumbre de barones del pasado 23 de febrero se acordó la dimisión en diferido de Pablo Casado, que abandonará el cargo en el Congreso de Sevilla. Allí tendrá ocasión de despedirse de los afiliados con un discurso, aunque la encargada de leer el informe de gestión será la nueva coordinadora general, Cuca Gamarra.

Será la tercera despedida de Casado, tras la que pronunció el 23 de febrero en su última intervención en la sesión de control al Gobierno en el Congreso -en la que hizo un llamamiento a la "concordia" entre los españoles- y la que realizó el pasado 1 de marzo ante la Junta Directiva del PP, en la que se lamentó de que ha recibido un trato injusto por parte del partido.

El calendario

Fuentes oficiales del comité organizar del congreso han reconocido este lunes que también les gustaría contar con la intervención de los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar en el cónclave popular de Sevilla.

La segunda jornada del Congreso extraordinario, el 2 de abril, se cerrará con los discursos del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el nuevo presidente electo del partido (previsiblemente, Alberto Núñez Feijóo).

Al día siguiente, el domingo 3 de abril, se celebrará en la capital andaluza la primera reunión del Consejo Ejecutivo Nacional del PP, en la que el nuevo presidente nombrará a sus principales cargos orgánicos (como el de secretario general, vicesecretarios y secretarios ejecutivos). Será justo antes del Pregón de Semana Santa de Sevilla.

El presidente del comité organizador, Esteban González Pons, ha "desmentido" rotundamente este lunes que Alberto Núñez Feijóo le haya propuesto ser miembro de su candidatura (aunque los estatutos lo permiten), como también ha desechado ser el futuro secretario general del partido.

Los feudos más potentes

González Pons ha anunciado también un gesto: en el cónclave popular ondeará la bandera de Ucrania (junto a la española y la europea) como símbolo de "la lucha por la libertad".

En el Congreso de Sevilla participarán cerca de 3.500 compromisarios, de los cuales 439 son natos. También tendrán esta condición 10 de los 21 cargos políticos del comité organizador.

Las comunidades autónomas que aportan más compromisarios son Andalucía (525), Comunidad Valenciana (379), Castilla y León (338), Galicia (316), Madrid (259), Castilla-La Mancha (224), Canarias (147), Baleares (114) y Cataluña (111)

Le siguen Extremadura (109), Aragón (108), Murcia (103), Asturias (63), Cantabria (57), País Vasco (54), La Rioja (43), Melilla (29), Ceuta (27) y Navarra (26). La organización del PP en el exterior aportará otros 58 compromisarios.

A pasar por caja

El comité organizador ha cambiado las reglas para evitar las sospechas de compra de votos que se han producido en otros congresos regionales. Los afiliados que quieran participar en la elección de compromisarios y del presidente del partido deben estar al día en el pago de sus cuotas desde el anterior Congreso (son 20 euros al año).

Y sólo será válido el pago mediante transferencia bancaria nominativa. La organización quiere evitar así irregularidades como las registradas en los congresos regionales de Castilla y León y Cantabria, en las que se denunció que la dirección del partido había pagado en efectivo las cuotas de decenas de militantes, para que votaran al candidato oficial. En ambos casos, las denuncias llegaron a los tribunales.