Política

Pedro J.: "González y el Emérito tenían una sociedad de auxilios. Uno tapaba los GAL y otro la conducta indigna"

Son las "dos grandes decepciones" de la carrera política del director de EL ESPAÑOL, que fue entrevistado por la publicación 'Palabra de director'.

5 diciembre, 2021 03:54

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Con motivo de la publicación de sus memorias, 'Palabra de director', Pedro J. Ramírez ofreció durante la noche del sábado, en el programa laSexta Noche un repaso a su carrera, y por ende, a distintas figuras trascendentales de la democracia española. Dos de ellas, Juan Carlos I, y Felipe González, son para el director de EL ESPAÑOL, las "dos grandes decepciones" de su vida periodística.

"Uno representaba para mí el espíritu de la transición. Y el otro, la esperanza del cambio", aseguró Ramírez, que añadía que ambos "se comportaron indignamente". "Al final formaban una especie de sociedad de auxilios mutuos. Felipe González tapaba la conducta impropia de Juan Carlos en los ámbitos personal y económico, y Juan Carlos le ayudaba a tapar los GAL", ha señalado el periodista.

En referencia al Emérito, Ramírez recordó cómo tras la publicación de su artículo Un verano en Mallorca, criticando que el entonces Rey no interrumpiera sus vacaciones para colaborar en una solución para la crisis tras la invasión de Kuwait por Irak, el periódigo se agotó en todos los kioscos.

Recordando que Juan Carlos I fue "clave" en la transición, apuntó que "sus actos son ya conocidos por todos los españoles": "Primero Ana Romero contó en EL ESPAÑOL sobre su nido de amor. Luego María Peral sobre cómo había urdido una trama fiscal. No le podemos mirar ya de otra manera. El final de una biografía termina marcando el juicio global".

Respecto a Felipe González, fue preguntado por las palabras del expresidente del Gobierno, en las que defendiendo que "lo único" que tenían que negociar con ETA. "Si ellos dejan de matarnos a nosotros, dejaremos de matarles a ellos", aseveró González. "No he olvidado esas palabras desde entonces", comentó Ramírez.

Y añadió: "Era el 7 de diciembre, lunes, de 1987. Se había retrasado 24 horas la recepción por el día de la Constitución y Felipe González me salió al encuentro en un pasillo del Congreso que circunvala el hemiciclo. Empezó sardónicamente, en tono iróico, refiriéndose a mi artículo del día anterior. Luego pasó a decir que Diario 16 era el otro periódico de ETA junto con Egin. Y que lo que estaba publicando Melchor Miralles sobre los GAL era intolerable. Saqué a relucir que su Gobierno tenía contactos con ETA y él abruptamente cuando dijo esas palabras. Aparte de la moraldiad que suponían, luego tampoco fue verdad porque a comienzos del 89 se reunieron ocho veces los representantes de ETA y los del Gobierno y negociaron algo más".

"Esas palabras reflejan a un presidente del Gobierno que no tenía convicciones democráticas, que no tenía escrúpulos éticos, ni sentido de los límites", sentenció el periodista.

El "error garrafal" de Aznar

Ramírez se refirió también al sucesor de González en la presidencia, José María Aznar. Del que fuera líder del Partido Popular explicó que durante su tiempo en la presidencia su "relación no fue de amigos", si bien tuvieron una relación cercana previa.

"Habíamos tenido una relación estrecha. Él tomaba sus decisiones y algunas las criticamos duramente", relató el director de este periódico. "En conjunto, respecto a las oportunidades que tuvo, ha sido el mejor presidente que hemos tenido", agregó.

En el apartado de la crítica, rememoró la guerra de Irak surgida en 2003: "Aznar convirtió un error garrafal que es el apoyo a la invasión de Irak de la adminsitración  Bush sin pruebas fehacientes de las armas de destrucción masiva. Intentó tomar un atajo para colocar a España en el primer rango de las potencias mundiales. Y fue un atajo equivocado". 

Rajoy y Zapatero

En contraposición a Aznar, Ramírez calificó a Mariano Rajoy "del peor presidente de la democracia". "Fue un indolente. Desaprovechó una mayoría absoluta y un mandato extraordinario. Cada vez que había un problema lo resolvía a la gallega. Su actitud ante prácticamente todo ha sido la de mirar hacia otro lado, en algunos casos en temas delictivos. Ese quitarse de en medio tuvo un elemento de complicidad y me refiero a la trama de la financiación ilegal del PP", argumentó.

Y prosiguió: "A Rajoy le bauticé como el estrafermo. Gran parte de los males de la derecha tienen un responsable directo que es él". El periodista explicó que por las fechas que maneja el libro, Rajoy apenas aparece en esta entrega de las memorias.

Destacó la "complicidad" entre Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, pese a lo que pudiera parecer por sus debates televisivos en el año 2008. Y apuntó una distinción que el por aquel entonces líder socialista, hizo sobre Rajoy y Aznar: "Zapatero decía que Rajoy no tenía la determinación de llegar al poder para hacer algo como sí le reconocía a Aznar".

Por otro lado, Ramírez defendió que Zapatero "es la mejor persona en el sentido humano que ha pasado por La Moncloa": Es al que menos le ha cambiado el poder. Con su actitud de paseante entre las nubes, con ese utopismo, voluntarismo otras veces, ingenuidad. Y aciertos y errores en su balance. Creo que escuchaba mucho a los que pensaban diferente a él. Y luego ha demostrado que es un hombre que ha tenido otras pasiones además de la política".

Casado y Ayuso

En la entrevista a Ramírez la actualidad también mandaba y sobre el debate en el Partido Popular y la pugna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, apostó por la unidad: "Casado es el líder del partido. Y tiene el apoyo de todos los sectores. No hablamos de Teodoro García Egea ni del alcalde. Por tanto es él quien tiene que dar el paso de integrar a Ayuso en su proyecto político. Es un gran activo como Alberto Núñez Feijóo o Juan Manuel Moreno. Tienen que confluir en un proyecto común".

En este sentido, alegó que "es bueno que en España haya una alternativa para discutirle la moncloa a Pedro Sánchez. Casado no debe recelar de Ayuso y ella debe aprovechar su popularidad para el posible triunfo de Casado".

Ellos dos son dos de los herederos políticos de las figuras más importantes de la democracia que destaca Ramírez en su libro, que en sus propias palabras "es una carta de amor al periodismo".