Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos.

Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos. Podemos

Política Coronavirus

El Gobierno se conjura contra lo que considera el 'error Zapatero': nada de recortes sociales

Pablo Iglesias busca erigirse como garante de que el Ejecutivo no aplicará políticas de austeridad como sucedió tras la crisis financiera.

20 marzo, 2020 02:49

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Un fantasma recorre el Consejo de Ministros, que es el de la recesión económica de 2008 que condenó al último gobierno socialista a la oposición. Los efectos sobre la economía de la crisis del coronavirus ha empujado al Gobierno a anunciar las primeras medidas de su “plan de choque” para intentar paliar una nueva desaceleración económica.

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, consciente de la situación, ha roto su cuarentena para asegurar desde Moncloa que “ahora hay una manera opuesta para proteger a los trabajadores y a las familias” y que han “aprendido de los errores del 2008”. 

Esta es la consigna que se repite durante la última semana. Como Iglesias, Pablo Echenique, portavoz de Podemos en el Congreso, afirmó en el último pleno que, por primera vez, puede decir que se siente tan “orgulloso” del “pueblo” como del “gobierno” por las medidas sociales previstas para ayudar a la ciudadanía. "En tiempos de guerra, economía de guerra” repiten los dirigentes de Podemos. 

Iglesias dice que habrá que aprobar más medidas para "no dejar a nadie atrás" Efe

Marcar perfil propio

Después de que el presidente Sánchez centralizara en cuatro ministerios controlados por el PSOE la respuesta a la crisis del coronavirus, su vicepresidente segundo quiere recuperar perfil propio y elevarse como garante de que el Gobierno no “escatimará esfuerzos” para que el impacto económico del cierre de España no repercuta a los colectivos más vulnerables, ni a familias ni a trabajadores.

Iglesias quiere ahuyentar el fantasma de la crisis de 2008 que obligó al Gobierno de José Luís Zapatero a adoptar una serie de políticas de austeridad económica impuestas por Bruselas y que posteriormente originó el movimiento de los indignados del 15M. Un movimiento que, paradójicamente, lo encumbró como líder político.

Ahora, alcanzado el poder, tampoco quieren decepcionar a la calle. El primer gobierno de coalición de la historia empezó la legislatura con el aumento del 0,9% de las pensiones, la subida del salario mínimo interprofesional a 950 euros mensuales o el incremento del sueldo a los funcionarios en un 2%. Pero el coronavirus se ha convertido en el cisne negro que ni PSOE ni Podemos supieron vislumbrar. 

Después de airear públicamente sus discrepancias con la política migratoria o la ley de Libertad Sexual, el objetivo es ahora exhibir unidad por lo que respecta a las medidas de gasto social que se deberán aplicar durante y después de la crisis sanitaria.

Plan de Estímulo

Su próximos pasos será el lanzamiento de un Plan de Estímulo en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para que tenga una clara forma de V, lo que permita a los españoles recuperar la riqueza que van a perder en los próximos meses.

El recuerdo de la crisis financiera sigue vivo en el imaginario colectivo. Podemos nació en gran parte por el malestar que causaron los recortes sociales que aplicó el gobierno socialista y no quieren que su éxito sea ahora la causa de su condena política.  

No obstante, deberán sortear varios escollos, como la poca relevancia de sus ministerios en la esfera económica así como la influencia de la ministra de Economía, Nadia Calviño, sobre el Ejecutivo en esta materia.

Pese al discurso social de Iglesias, muchas de las medidas que se han tomado hasta la fecha, como los ERTEs, cuentan con el aval de la patronal y otras, como la moratoria hipotecaria, se desarrollaran de forma menos ambiciosa de lo que aspiraban.