Susana Díaz

Susana Díaz Efe

Política

Susana Díaz señala que no va a cambiar su posición respecto a Cataluña "por un puñado de votos"

No quiere cambiar "el artículo 2 de la Constitución" y señala la falta de "autocrítica" del PSOE. "Algunos se conforman con ser segundos. Yo quiero ganar". 

12 mayo, 2017 11:03

La candidata a la Secretaría General del PSOE y presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha querido dejar claro este viernes que ella no da "vaivenes" y que lo que dice hoy lo dice también dentro de un mes. Respecto a Cataluña ha dicho que no va a cambiar su posición entrando en una "subasta por arañar un puñado de votos".

Susana Díaz ha indicado, según las declaraciones recogidas por Europa Press, que sigue teniendo la misma posición que cuando el PSOE se reunió en la Declaración de Granada y entendió que nuestro modelo de país es el de una España plural, federal, inclusiva y solidaria. Ha indicado que ella no va apoyar una modificación del artículo 2 de la Constitución.

Para Susana Díaz, la persona que esté al frente a la Secretaría General del PSOE tiene que tener muy claro cuál es su concepto de este país y los socialistas no podemos generar "ni incertidumbres ni inseguridades". "Yo no voy a cambiar de posición ni voy a entrar en una subasta en Cataluña por arañar un puñado de votos", ha advertido, apuntando que ella defenderá lo mismo en Cataluña que en cualquier otra comunidad.

Susana Díaz ha indicado que no sabe cuál es la posición de Pedro Sánchez sobre Cataluña y es algo que tendrá que aclarar él. Sánchez ha puesto distancia ahora con Podemos y ha matizado que Cataluña es "una nación cultural".

"Los socialistas tenemos una idea clara y nítida de este país y que hace falta una reforma de la Constitución, que tiene que responder y reconocer la singularidad que hay en este país y se tiene que garantizar la dignidad a través de la igualdad de los ciudadanos", ha señalado Díaz.

Ha insistido en que ella no va a entrar en una modificación del artículo 2 de la Constitución. "Sí al reconocimiento de la diversidad, de las singularidades y de la igualdad, todo eso en el marco de una reforma de la Constitución", ha señalado Susana Díaz, quien ha anunciado que si es elegida secretaria general del PSOE, impulsará que se abra la Ponencia Constitucional del Congreso "cuanto antes", porque tiene que haber diálogo, acuerdo y pacto.

"Lo voy a impulsar de manera inmediata, pero sin subastas, diciendo siempre la verdad y no cambiando porque haya un proceso de primarias o electoral", ha apuntado Susana Díaz, recalcando que ella va a decir en todos los sitios lo mismo.

De otro lado, Susana Díaz ha manifestado que está viviendo el proceso de las primarias del PSOE con mucha ilusión ofreciendo al partido un proyecto reformista, renovado, autónomo y sin complejos, dispuesto a ganar las elecciones de nuevo para cambiar la vida a la gente. Ha señalado que, ante todo, es fundamental la unidad en el partido y que ella será la secretaria general de todos los socialistas, la hayan apoyado o no.

Ha indicado que está convencida de que está en el camino correcto después de lo ocurrido en Francia con el Partido Socialista. "Cuando la socialdemocracia se entrega a posiciones que no son las suyas, se radicaliza e intenta imitar a la extrema izquierda, la gente nos abandona", ha advertido. En su opinión, los ciudadanos esperan y necesitan un PSOE reconocible, que abra un nuevo tiempo de cambio de este país, dando esa seguridad y certidumbre que los socialistas siempre hemos dado en la democracia.

Susana Díaz es consciente de que todavía queda un largo camino por delante y ha recordado, frente a los que la acusan de abrir al PP de nuevo las puertas de la Moncloa, de que lo que abrió esas puertas a un Partido Popular en sus "horas más bajas" fueron dos derrotas electorales que dejaron al PSOE primero con 90 escaños y luego con 85, algo de lo que aún no se ha hecho "autocrítica".

La dirigente andaluza ha defendido además la libertad de la militancia en este proceso de primarias, tanto a la hora de avalar como de votar el día 21. Tras recordar que ha sacado más de 6.000 avales al segundo, ha señalado, en referencia a Pedro Sánchez, que "algunos siguen contentos de ser segundos", pero que a ella le gusta más ser la primera. Ha insistido en que ella ofrece un proyecto que da seguridad y confianza y que "no da vaivenes".

NO HAY AVALES "CAUTIVOS"

Susana Díaz ha mostrado su preocupación por que algunos estén hablando de avales "cautivos", cuando en el PSOE la militancia tiene absoluta libertad para avalar y votar a quien desee. Ha indicado que hace dos años también se hablaba de avales "cautivos" cuando se dieron a Pedro Sánchez. "Hace dos años quienes sufrieron esos comentarios son los que lo hacen ahora", ha apuntado.

La dirigente andaluza ha denunciado además el "escrache" que Podemos pretende hacer al PSOE convocando una manifestación en defensa de una moción de censura contra Mariano Rajoy y un acto el mismo fin de semana de las primarias, con el fin de intentar "intimidar" la voluntad libre de los militantes socialistas. Ha advertido de que nadie los va a "intimidar ni humillar" y ha advertido a Podemos de que lo que ha hecho con IU no lo va a hacer con el PSOE.

En cuando a los insultos que le lanzó el alcalde de Calasparra (Murcia), José Vélez, durante un mitin junto a Pedro Sánchez, Susana Díaz ha manifestado que entre los socialistas no caben esos comportamientos. Ha indicado que ella no comparte que se pueda utilizar el rencor y el odio en la sociedad y mucho menos entre los socialistas, entre los que debe haber respeto, porque nuestros adversarios están fuera y no dentro.

Ha indicado que si ella hubiera estado en ese mitin, donde Vélez también atacó al presidente de la gestora, Javier Fernández, y el trabajo que está desarrollando este órgano, lo hubiera desautorizado de manera inmediata.

Asimismo, ha querido dejar claro, sobre el hecho de que Vélez dijera que Sánchez fue "derrocado" como secretario general, que el único derrocado en el PSOE fue Tomás Gómez como secretario general del PSM, mientras que Pedro Sánchez dimitió cuando el Comité Federal no aprobó su propuesta de hacer un congreso en 15 días.