El ministro Marlaska, el jueves pasado en Cádiz, con agentes de Policía desplegados en la Operación Paso del Estrecho.

El ministro Marlaska, el jueves pasado en Cádiz, con agentes de Policía desplegados en la Operación Paso del Estrecho. EP

España INSTITUCIONES PENITENCIARIAS

Marlaska mezcla a reos con problemas mentales con otros de buena conducta por falta de espacios para atenderlos

Una orden de Instituciones Penitenciarias de diciembre ha puesto en pie de guerra a los funcionarios, que denuncian los peligros de esta forma de clasificar.

El recluso que agredió sexualmente a la psicóloga de Sevilla II es reincidente y, según denuncian en el centro, debería estar en un psiquiátrico. 

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Una orden aprobada con el visto bueno de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, permite desde el pasado mes de diciembre que internos violentos, reincidentes e inadaptados convivan con reclusos que han demostrado buen comportamiento en los denominados "módulos de respeto".

Algunos de esos presos han cometido delitos graves, como violaciones, y trastornos psiquiátricos.

Un ejemplo es el del reo que ha agredido sexualmente a una psicóloga en la prisión de Morón de la Frontera (Sevilla) esta misma semana. De esa cárcel partió precisamente la referida orden aprobada por Interior en diciembre.

Según ha podido conocer EL ESPAÑOL de diversas fuentes penitenciarias, esa orden establecía un número máximo de internos conflictivos por módulo.

El paso dado por la dirección de la cárcel recibió el visto bueno del Ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska, pese a la queja de todo el equipo de Tratamiento de la prisión de Sevilla II.

Ello desencadenó que internos violentos, agresivos y reincidentes, que no respondían al perfil de los presos con buena conducta, compartiesen con ellos módulo en la prisión.

El agresor de la cárcel de Sevilla II se encontraba cumpliendo lo que en Instituciones Penitenciarias se conoce como una "medida de seguridad".

Dado que no se prevé ninguna dotación para este tipo de reos, acaban en las prisiones por falta de plazas psiquiátricas.

Dos reclusos entran en la cárcel de Sevilla II, en Morón de la Frontera.

Dos reclusos entran en la cárcel de Sevilla II, en Morón de la Frontera. E.E.

Las fuentes penitenciarias consultadas señalan que desde un primer momento, se alertó a Prisiones de lo que podía suponer aplicar la orden que permitía juntar a este tipo de presos peligrosos con el resto, al impedir una correcta clasificación.

Además, esto ha llevado a que en algunos módulos haya hasta 120 internos con tan solo un funcionario de vigilancia.

Psiquiátrico

Fuentes consultadas en el Ministerio del Interior alertan de que el interno que agredió sexualmente a la psicóloga de Morón era precisamente uno de esos reclusos que permanecía mezclado con presos de buen comportamiento. Y ello, pese a haber protagonizado situaciones similares con otras trabajadoras de la cárcel.

En esos otros episodios no llegó a cometer violación, pero los incidentes de exhibicionismo y de índole sexual con las trabajadoras del centro eran constantes.

Las fuentes consultadas resaltan que, atendiendo a sus antecedentes, su historial y sus patologías mentales, este interno tendría que haber estado ingresado en un psiquiátrico penitenciario.

Solo tras el grave incidente, en el que agredió e intentó violar a la psicóloga del módulo, la dirección del centro decidió trasladarlo a un área psiquiátrica.

La decisión de trasladarle, señalan las fuentes consultadas, fue denegada en dos ocasiones por la Secretaría General, al considerar que la prisión de Morón era óptima para el cumplimiento de este interno.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, no es la primera vez que Interior incurre en este tipo de irregularidad, poniendo en peligro a los funcionarios. Hay sentencias del Tribunal Constitucional que en los últimos años han afeado que se hubiera internado a reos en centros penitenciarios no psiquiátricos.

La brutal agresión hizo saltar las alarmas en el módulo 8 del Centro Penitenciario de Sevilla II, en Morón de la Frontera. Los hechos se produjeron al mediodía de este pasado martes. Sobre las 12:00 horas, la psicóloga del módulo 8 mantenía una entrevista profesional con el peligroso recluso.

Desde ACAIP-UGT denuncian la irresponsable gestión penitenciaria que ha desembocado en una situación de creciente inseguridad. "La presencia de internos peligrosos en módulos autogestionados y supuestamente seguros compromete gravemente la integridad física y psicológica del personal".

Ante la gravedad de los hechos, ACAIP-UGT exige de forma inmediata revisar urgentemente el sistema de clasificación interior, impidiendo la asignación de internos con antecedentes de violencia o acoso a módulos de respeto.

107 violaciones

En el transcurso de la misma, el interno la atacó con extrema violencia, según revelan a EL ESPAÑOL fuentes penitenciarias. La golpeó con puñetazos y mordiscos en los labios, la nariz y las orejas.

Luego le arrancó mechones de pelo, y la inmovilizó sobre una camilla, donde le realizó tocamientos íntimos mientras la amenazaba con violarla y secuestrarla.

Por fortuna, los compañeros de la psicóloga intervinieron rápidamente antes de que el preso consumase la violación.

Hasta hoy, a la cárcel ha sido imposible ubicar a este interno en un centro psiquiátrico
adaptado a su perfil.

Desde el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) consideran obligado dar la voz de alarma. "Si bien roza la tragedia, no es un hecho aislado ni fortuito, sino una situación previsible y evitable, con la que se convive en las prisiones españolas sin que se tome medida alguna, a pesar de ser una demanda de este sindicato desde hace años".

TAMPM solicitó información sobre las alarmantes cifras de agresiones con las que se convive en prisiones. Durante el año 2024, Interior ha contabilizado un total de 107 ataques de naturaleza sexual a trabajadores de las cárceles de toda España.