La primera reunión del Gobierno PP-Ciudadanos de Madrid, en 2019.

La primera reunión del Gobierno PP-Ciudadanos de Madrid, en 2019.

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Las nuevas vidas de los exconsejeros madrileños de Cs: un emprendedor, un tertuliano, 1 año sabático...

Antes de lo previsto, el exvicepresidente y sus compañeros planean un futuro fuera de la Comunidad de Madrid, con la excepción de Rivera de la Cruz, que seguirá con Ayuso. 

9 mayo, 2021 01:19
Daniel Ramírez Mariano Alonso

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Por si había alguna duda, el resultado electoral del 4-M en la Comunidad de Madrid, con la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso y la desaparición de Ciudadanos de la Asamblea de Madrid, dejan claro que quienes formaron parte hasta el pasado 10 de marzo del Gobierno autonómico bajo el sello naranja tendrán que tomar otro rumbo en sus trayectorias políticas y en sus vidas.

Con la excepción, que confirma la regla, de Marta Rivera de la Cruz, con la que Ayuso cuenta para su nueva administración.

EL ESPAÑOL ha hablado con todos los ex consejeros naranjas para saber qué harán a partir de ahora, y hay de todo: emprendedores que vuelven a darse de alta como autónomos, gente que se toma un año sabático, tertulianos de televisión... 

Ignacio Aguado

Un mes vertiginoso cambió radicalmente la vida de Ignacio Aguado (Madrid, 1983). En un pestañeo, pasó de ser vicepresidente de la Comunidad de Madrid a no encarnar ningún cargo público. Su mala relación con Ayuso le deja fuera de cualquier quiniela para permanecer en el Ejecutivo.

Pese a ser uno de los dirigentes de Ciudadanos con más experiencia en la empresa privada, su futuro parece seguir en la política. Así responde a la pregunta de este diario: "Ahora mismo estoy centrado en tratar de ayudar al partido a superar esta situación".

Ayuso y Aguado.

Ayuso y Aguado. EFE

Es licenciado en Derecho y Administración de Empresas por la Universidad de Comillas. Después, cursó Ciencias Políticas en la Autónoma de Madrid. A partir de ahí, viró hacia el lobbying y las relaciones institucionales. En 2008, fichó por Unión Fenosa Gas, donde llegó a dirigir el departamento de Inteligencia. En 2015, fue elegido diputado por Ciudadanos en la Asamblea de Madrid. Y hasta hoy.

Sus compañeros le describen como "ambicioso políticamente". Sin embargo, dada la situación de su partido -del que dice que no se moverá- parece que su carrera en la gestión pública ha quedado truncada sin remedio. En el PP no tiene hueco. Y no encaja en la izquierda.

Ángel Garrido

Ángel Garrido (Madrid, 1964) anunció su intención de abandonar la política antes de producirse el descalabro de Ciudadanos. En conversación con este periódico, indica que todavía no ha decidido su futuro, aunque parece situarlo en la empresa privada. De momento, mata el gusanillo de la cosa pública con sus colaboraciones en Todo es mentira, el programa televisivo de Risto Mejide.

Garrido es ingeniero de minas y, antes de entrar en una lista electoral, trabajó en la empresa privada, principalmente en el ámbito de la logística. Su primer cargo público fue el de concejal en el Ayuntaniento de Pinto. Con el PP. Aunque había militado previamente en el CDS de Adolfo Suárez.

Garrido y Aguado, tras anunciar el fichaje del primero por Ciudadanos en 2019.

Garrido y Aguado, tras anunciar el fichaje del primero por Ciudadanos en 2019. EFE

Cayó en gracia a José María Álvarez del Manzano, que lo incluyó en sus listas de la mayoría absoluta. Fue entonces edil del Consistorio madrileño. A partir de ahí, creció mediante su relación de confianza con Cristina Cifuentes, que lo nombró consejero de Presidencia y, de facto, su número dos. Al dimitir ella, fue investido presidente de la Comunidad de Madrid. Cuando Casado confió la candidatura a Ayuso, él fichó por Ciudadanos. La última legislatura lideró la Consejería de Transportes.

Manuel Giménez

Manuel Giménez Rasero (Ronda, 1983) fue cesado un miércoles y el jueves se dio de alta como autónomo. Llegó a la consejería de Economía como independiente, pero a propuesta de Ciudadanos. Era un veterano abogado procesalista. Las empresas lo contrataban para sus pleitos civiles y mercantiles.

"El mercado me ha abierto otros espacios tras pasar por la consejería", relata en conversación con este periódico. Fundamentalmente estos cuatro: la litigación para empresas -lo que ya hacía antes-, los asuntos públicos, el asesoramiento de la Administración y el asesoramiento sobre fondos europeos. Ya ha emitido cuatro facturas, una para cada sector.

"Le he perdido el miedo a la Administración, la entiendo mucho mejor y eso es algo que las empresas valoran un montón. El paso por la política me ha costado dinero, salud y algunas relaciones personales, pero me ha dado un bagaje de conocimiento muy interesante", afirma.

Su objetivo profesional está claro: hacerse fuerte en esos cuatro ámbitos, siempre en calidad de autónomo, e ir creando una red de colaboradores para poder aumentar el volumen de trabajo. Ciudadanos lo bautizó como el autor del "milagro económico de Madrid". Ayuso también valoró su gestión. Giménez es igualmente profesor asociado en distintas universidades y escuelas de negocios.

Eduardo Sicilia 

Eduardo Sicilia Cavanillas, un independiente que en 2019 fue nombrado por Aguado consejero de Universidad, disfruta ahora de "un periodo sabático de todo" puntualiza en conversación con EL ESPAÑOL. Dice que es un periodo de transición necesario para el "siguiente paso" que será, asegura, volver al sector privado. El mismo sector donde "he estado treinta y siete años" y del que ha aplicado enseñanza, afirma, en sus dos años en la administración autonómica. 

Eduardo Sicilia, durante su toma de posesión como consejero.

Eduardo Sicilia, durante su toma de posesión como consejero. EFE

Sicilia confiesa estar ahora disfrutando de la lectura, la reflexión e, incluso, la escritura, ya que, afirma, "afortunadamente no tengo prisa". E igual que llegó con un bagaje a la gestión de lo público fruto de su experiencia en el sector privado, se lleva enseñanzas de vuelta de su periplo político.

"De la política he aprendido que hay que escuchar muchísimo y estar mucho en la calle, hablando con la gente en cada sector y viendo cuáles son sus preocupaciones" explica, al tiempo que especifica que en el ámbito público, "más si cabe que en el privado", es esencial "proponer a tu gente una misión y que se ilusionen con ella. En ocasiones se echa mala fama a los trabajadores públicos, pero dependen mucho del gestor que tengan por encima y que les sepa motivar". 

Dada su experiencia y el ámbito universitario en el que es experto, Sicilia cree que a la política le hace falta "muchísima profesionalización" para afrontar la gestión de cuestiones complejas como, por ejemplo, "los fondos europeos". Y por eso recomienda a cualquier joven con inquietud por adenatrarse en la política que llegue a ella bien pertrechado. "Quien quiera entrar siendo jóven a un partido que lo haga estando muy prepadado, porque la actividad política te exige dominar muchas habilidades. Y que sea un tiempo de tránsito, como una parte de tu vida, se debería entrar y salir con más naturalidad" concluye, con la confianza de quien ha predicado con el ejemplo. 

Javier Luengo

Javier Luengo fue consejero de Políticas Sociales. Llegó en octubre de 2020 tras la dimisión de Alberto Reyero, vinculada al escándalo de las residencias y a sus discrepancias en este punto con el PP. La carrera de Luengo siempre había estado ligada a la discapacidad. Primero en la Fundación Síndrome de Down de Madrid y luego, durante diez años, como director de Plena Inclusión Madrid.

Según cuenta él mismo a este periódico, su intención pasa por regresar a su puesto en esta última entidad y “seguir trabajando por los derechos de este colectivo”. También colaborará con Cermi Madrid, una organización a la que pertenece Plena Inclusión.

Diplomado en Magisterio y con estudios de Psicopedagogía, realizó un máster en gestión del Bienestar Social y otro para especializarse en la captación de fondos privados del tercer sector. Ha sido profesor en la Universidad Europea de Madrid y en la UNED.

Marta Rivera de la Cruz

La única que se desvía del camino de sus compañeros es la que fuera consejera de Cultura, la escritora y periodista Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970), que como ha contado EL ESPAÑOL seguirá en el Gobierno Ayuso bien en el Consejo de Gobierno o bien en un algún alto cargo cultural, como pudiera ser la dirección de los Teatros del Canal. 

Poco después Rivera de la Cruz abandonaba Ciudadanos, de cuya Ejecutiva nacional formaba parte hasta esta misma semana, si bien llevaba tiempo sin acudir a las reuniones. Su etapa en el partido naranja comenzó como independiente de la mano de Albert Rivera, que la fichó como número tres de su lista por Madrid.

Poco a poco creció su implicación con la formación, afiliándose a la misma, y desempeñando tareas institucionales y orgánicas, siempre en el ámbito cultural, al que se ha dedicado profesionalmente como escritora. En 2019 fue elegida diputada por A Coruña pero poco después renunció a su acta de parlamentaria para recalar en el Gobierno madrileño. Al contrario que Aguado, congenió con la presidenta Ayuso y ahora seguirá ligada a su proyecto.