Ayuso y Monasterio, en una imagen de archivo.

Ayuso y Monasterio, en una imagen de archivo.

Política ELECCIONES 4-M

Ayuso se basta para aprobar todas las leyes: Vox sólo podrá bloquearlas votando con la izquierda

El PP suma más en solitario que las tres izquierdas. De ahí que sólo necesite la abstención de Vox para aprobar leyes y el Presupuesto.

8 mayo, 2021 03:52

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Los resultados del 4-M arrojan una paradoja que condicionará sobremanera los dos años restantes de legislatura en la Comunidad de Madrid: ha desaparecido el partido de centro, pero la centralidad podría haber arrancado una suculenta victoria. Isabel Díaz Ayuso suma en solitario más escaños que las tres izquierdas. De ahí que sólo necesite la abstención de Vox para aprobar las leyes y los Presupuestos.

Dicho de otro modo: la pervivencia de la centralidad en la región dependerá casi exclusivamente de la líder del PP. Esa "influencia" de la que hablan Santiago Abascal y Rocío Monasterio no es tal. Sí lo sería en caso de que las izquierdas tuvieran tantos diputados o más que los populares. Pero Ayuso sólo requiere más "síes" que "noes".

Téngase en cuenta que el único camino que tendrá Vox para presionar a Ayuso y amenazarla con tumbar sus propuestas será... ¡votar con la izquierda! Con una aritmética distinta, Rocío Monasterio podría emplear la abstención para desarticular, por ejemplo, unos Presupuestos. Pero con los 65 asientos obtenidos por el PP, la abstención de Vox se convierte, indirectamente, en un "sí" a Ayuso.

De primeras, Abascal ya ha anunciado que su partido votará afirmativamente a la investidura de Ayuso. La presidenta, en contra de lo que pasó en 2019, confeccionará el Gobierno a su libre albedrío.

Si en algún momento Vox decide boicotear una ley del PP por considerar que no se han colmado sus ambiciones, quedará adscrito al bloque de PSOE, Más Madrid y Podemos. "Por eso creemos que su poder va a estar muy limitado", celebra un miembro del equipo de Ayuso en conversación con este periódico.

En la anterior legislatura -reconoce esta misma fuente- las negociaciones "fueron muy complicadas". De ahí que la presidenta no sacará adelante los Presupuestos, pero tampoco otras leyes de gran calado: "Eran conversaciones a tres bandas y las líneas rojas de Vox siempre chocaban con las de Ciudadanos".

El 4-M ha borrado ese escenario de un plumazo. Ni los liberales tienen escaños ni Ayuso possee tan pocos como entonces. Además, Ayuso viene mostrando un perfil más duro que Pablo Casado. Y menos beligerante con Abascal.

Ese "populismo iliberal" de Casado sobre su excompañero jamás ha estado en boca de Ayuso, que durante la pasada campaña evitó en todo momento definir a Vox. El camino de la negociación está, debido a esos silencios, libre de minas.

¿Menas y pin parental?

Para más inri, el plan de Ayuso para estos dos años de legislatura consiste, precisamente, en aprobar unos Presupuestos -están prorrogados desde 2019- y en lanzar las leyes de la "reactivación económica".

"Van a estar atados de manos. Bajar impuestos, reabrir los comercios, incentivos a la contratación, colaboración público-privada, rebaja del IRPF... ¿Qué va a decir su electorado si lo rechazan y votan de la misma manera que la izquierda?", deslizan desde el entorno de Ayuso.

Los menas y el pin parental, por ejemplo, han sido dos de las grandes reivindicaciones de Vox durante la campaña. La gestión del primer asunto no es competencia de la Comunidad de Madrid. En cuanto al segundo -opina el PP- hace tiempo que Ayuso y Monasterio llegaron a un punto de acuerdo: "Informar a las familias de todas las actividades antes de que se produzcan".

La mayoría absoluta -la necesidad del "sí" de Vox- sólo se produciría en caso de que Ayuso intentara reformar el reglamento de la Asamblea -lo que ya se hizo en 2019 y no  entra dentro de sus planes- o el Estatuto de Autonomía -algo que, salvo sorpresa, tampoco intentará-.

"Esta legislatura, en la Comunidad de Madrid, mostrará las diferencias entre dos modelos antagónicos. El nuestro y el de la izquierda. Vox tendrá que elegir", concluyen en la sala de máquinas de la Puerta del Sol. Unas palabras que recuerdan al famoso "socialismo o libertad" que encabezó la campaña del PP.