El excomisario José Manuel Villarejo comparece ante los medios al salir de la cárcel de Estremera.

El excomisario José Manuel Villarejo comparece ante los medios al salir de la cárcel de Estremera. Quique Falcón

España INTERIOR

El excomisario Villarejo, a sus compañeros de cárcel antes de quedar libre: "La voy a liar fuera"

En su módulo le vieron "eufórico" tras la decisión del juez de ponerle en libertad. Está escribiendo un libro sobre la vida en prisión.

4 marzo, 2021 02:41

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Dicen los funcionarios de la prisión de Estremera que José Manuel Villarejo recibió "eufórico" la noticia de su puesta en libertad decretada por el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón. Por la mañana, antes de marcharse, algunos reclusos contaron a los funcionarios de la prisión de Estremera lo que éste les comentó al conocer la decisión del instructor del caso Tándem: "Dice que se va y que la va a liar fuera".

No hubo que esperar demasiado para que esas palabras cobrasen cierto sentido. Ya por la tarde, el comisario, con su característica boina y un parche negro ocultando su ojo izquierdo, malogrado tras el ictus que padeció hace unos meses, se dirigó a la puerta de la cárcel para atender a los medios de comunicación.

Cinco minutos dedicó a las cámaras antes de marcharse: "Confío en que a partir de ahora pueda defenderme, que es la única razón por la que me tenían aquí preso, para que no hablara. Por muchos maltratos y por muchas torturas que he tenido, sigo vivo".

Declaraciones de José Manuel Villarejo a su salida de prisión. Quique Falcón

"Esa historieta de que iba a huir y tal, ellos saben que es mentira", explicó, para despedirse con una frase lapidaria sobre las ya tan cacareadas "cloacas del Estado", a las que se le asocia desde que su nombre comenzó a aparecer en los medios de comunicación: "Las cloacas no generan mierda, la limpian".

Más allá de si las palabras que dirigió a sus compañeros de módulo eran o no en sentido figurado, lo cierto es que la Fiscalía Anticorrupción, que solicitó este miércoles su puesta en libertad, considera que existe "un elevado riesgo de fuga y un evidente riesgo de reiteración delictiva, junto con un persistente riesgo de alteración o destrucción de fuentes de prueba".

Pese a ello, cree conveniente excarcelarle ahora: el 3 de noviembre se alcanzarían los cuatro años desde su entrada en Estremera, el máximo tiempo de prisión preventiva que se le podría aplicar. De esta forma, la Justicia se reserva ocho meses para el caso de que haya que volver a pedir su ingreso en la cárcel.  

Un libro en prisión

Villarejo está a punto de cumplir 70 años. Hasta el momento, se encontraba en prisión provisional en el módulo 16 polivalente 4 del centro penitenciario madrileño, un espacio más pequeño que los otros pabellones del complejo. Se trata de un lugar reservado a casos especiales, a la reclusión de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de funcionarios de Instituciones Penitenciarias o del Ministerio de Justicia.

Allí permanecía recluido en régimen FIES 4 (Fichero Interno de Especial Seguimiento). Había conseguido, según relatan los trabajadores de Estremera, establecer una relación cordial con la inmensa mayoría de los funcionarios del centro. También con otros reclusos que le guardaban cierto respeto, debido a su edad y a su amplia experiencia policial. 

En los últimos tiempos, según relatan a EL ESPAÑOL funcionarios de esa cárcel, aprovechaba parte del tiempo para escribir un libro sobre su experiencia en prisión. En la soledad de su celda -no compartía habitáculo con nadie- se le podía ver algunos ratos rodeado de las hojas de los manuscritos en los que trabajaba.

El comisario Villarejo, a la salida de la cárcel de Estremera.

El comisario Villarejo, a la salida de la cárcel de Estremera. Quique Falcón

"Lo cuenta él en ese libro. Es un superviviente. Algunos compañeros incluso lo han podido hojear", dice un funcionario de Estremera.

"Cosas interesantes"

Villarejo tenía las comunicaciones intervenidas. Tanto las del locutorio como las llamadas. También los vis a vis. Investigado en unas 30 piezas distintas en la Audiencia Nacional, recibía las constantes visitas de los investigadores para tomarle  declaración. 

Ahora abandona la prisión para reunirse con su esposa, con su hija de 13 años y con el objetivo, tal y como él mismo dijo al salir, de confiar en la Justicia: "Me lo han robado todo pero no me pueden robar que confíe en la Justicia, porque entonces mi vida no habría tenido sentido".

Villarejo todavía tiene ganas de hablar, de seguir declarando ante el juez; también se siente orgulloso de haber "tenido el honor de trabajar para mi país". 

Un país del cual dice no haber podido seguir la actualidad con intensidad. Sí que han llegado a sus oídos los recientes escándalos que rodean al Rey Emérito, y por eso no ha querido dejar de defenderle. "Es injusto lo que le ocurre a su Majestad, a quien tanto le debemos todos los españoles". 

Este jueves vuelve a prestar testimonio ante el juez en la Audiencia Nacional. Antes de marcharse a su casa, el comisario recomendó a los cronistas que no se lo perdieran, porque allí iba a decir "cosas muy interesantes".