Un saudí frente a las instalaciones de la petrolera Saudi Aramco.

Un saudí frente a las instalaciones de la petrolera Saudi Aramco.

Historias Cambio climático

Saudi Aramco, el ‘gigante’ del petróleo que más millones debe por los daños de las emisiones liberadas hasta hoy

Lo revela una investigación publicada en ‘One Earth’, que, por primera vez, pone precio a los daños de las 21 mayores empresas del gas y del crudo.

19 mayo, 2023 17:00

La compañía Saudi Aramco, de raíces estadounidenses, se remonta a una época de escasez de petróleo durante la Primera Guerra Mundial, un panorama muy distinto al actual. Arabia Saudí, mina de ese oro negro, se hizo con el total de la empresa en los años 80. Desde entonces, y bajo el control estatal, se ha llegado a convertir en el mayor gigante de crudo del mundo, con una producción de unos 10 millones de barriles diarios y un beneficio de más de 90.000 millones de dólares.

Es toda una máquina de hacer dinero que no le sale gratis al resto del planeta y, muy especialmente, al sur global, que ya está experimentando los peores efectos del cambio climático provocado por las emisiones de compañías de combustibles fósiles como la saudí. Los gases que liberan con su actividad atrapan el calor del sol y lo retienen en la atmósfera, con lo que acaban generando fenómenos extremos como sequías o inundaciones con un alto coste humano y económico.

Y, a medida que el cambio climático y sus efectos se recrudecen, aflora más esa tendencia humana de buscar culpables. Esa necesidad de hacer pagar al responsable de un daño se vuelve una cuestión de justicia y es una máxima que invade cada vez más la literatura científica. Como revela hoy una investigación publicada en la revista One Earth, la compañía de combustibles fósiles que más millones debe por las emisiones liberadas y los daños climáticos que generarán es, con mucha diferencia, Saudi Aramco.

Las llamas del campo petrolero Shaybah de Saudi Aramco, en Arabia Saudí.

Las llamas del campo petrolero Shaybah de Saudi Aramco, en Arabia Saudí. Ahmed Jadallah Reuters

Para medir la contaminación, los investigadores Marco Grasso, profesor de Geografía Política de la Universidad de Milán-Bicocca, y Richard Heede, director de Climate Accountability Institute (CAI), pusieron en marcha el contador de emisiones –en base a los datos de Carbon Majors– en 1988. 

Aquel año, el científico de la NASA James Hansen testificó ante el Senado de los Estados Unidos que se había detectado la señal humana en el cambio climático. Por no hablar de que se formó el Grupo de Expertos en Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, el que alerta de manera periódica sobre el avance del calentamiento global y sus impactos.

[Los desastres climáticos han causado 8 veces más muertes que las bombas de Hiroshima y Nagasaki, según la ONU]

Los resultados recopilados en el estudio registran que desde 1988 hasta 2022, la compañía que más emisiones ha liberado ha sido Saudi Aramco, con 53.714 megatoneladas de dióxido de carbono (CO2), un 4,78% del porcentaje global. Los investigadores, sin embargo, han ido un paso más allá y han cuantificado cuántos millones de dólares va a costar esta contaminación deliberada por sus impactos durante los próximos 25 años. 

La cifra no es nada desdeñable: 1,110 billones de dólares o, lo que es lo mismo, unos 42.700 millones de dólares por año entre 2025 y 2050. Como señalan los autores, es una cantidad sustancial que, sin embargo, es bajo para los ingresos que tiene. En 2022, alcanzaron los 604.000 millones de dólares y las ganancias unos 161.000 millones.

No obstante, la compañía saudí es tan solo una de las 21 grandes compañías de combustibles fósiles que, en los últimos 34 años, no han dejado de contaminar nuestra atmósfera y calentar las temperaturas globales. De hecho, a la empresa saudí le sigue la estadounidense ExxonMobil.

Emisiones anuales por empresa y coste de reparación por cada caso.

Emisiones anuales por empresa y coste de reparación por cada caso. One Earth

Otra investigación publicada en Science a principios de este año reveló cómo esta compañía, una de las mayores petroleras de Estados Unidos, sabía desde 1970 cuánto se iba a calentar el planeta. Y, lo peor, conocía este aspecto de una manera tan exacta como los propios científicos y académicos que lo estudian desde hace décadas.

[Exxon, una de las mayores petroleras de EEUU, sabía cuánto se iba a calentar el planeta desde 1970]

Pues bien, lo que ahora publica en One Earth es que es la segunda de las grandes compañías de combustibles fósiles que más responsabilidad guarda en el calentamiento del planeta. Desde 1988 hasta el 2022 liberó hasta 23.119 megatoneladas de CO2, un 2,06% de las emisiones globales. Esto se traduce en una deuda de unos 478.000 millones de dólares durante los próximos 25 años, o unos 18.400 millones por año.

Los autores subrayan el hecho de que trabajos como este ponen el acento en una responsabilidad moral de los productores de petróleo, gas y carbón en las reparaciones por los daños que causan con sus actividades, de tal manera que ese coste no recaiga únicamente en los estados y su población.

Con los resultados de su investigación en la mano, los investigadores aseguran que los 21 principales productores de combustibles fósiles a nivel mundial son colectivamente responsables de 5,4 billones de dólares en costos económicos esperados del cambio climático durante los próximos 25 años, o 209.000 millones de dólares por año en promedio. 

Y es que, después de tener en cuenta las fuentes de calentamiento de combustibles no fósiles, los daños económicos futuros debido a las emisiones de combustibles fósiles se estiman en 69,6 billones de dólares para 2025-2050. Es decir, el presente estudio –de manera conservadora– apenas atribuye un tercio de estos costos climáticos a la industria mundial de combustibles fósiles, y un tercio a los gobiernos y los consumidores.

La negación climática, en el foco

Los autores señalan en su estudio otro aspecto que está ganando cada vez más relevancia y es la política desinformadora que llevan a cabo muchas de estas compañías para satisfacer sus propias necesidades.

“Los productores de combustibles fósiles, que contribuyeron al daño climático a través de sus emisiones operativas y de productos, tienen un historial documentado de negación climática”, recuerdan, por no hablar de la “desinformación a la población y a sus accionistas sobre la ciencia climática y los riesgos cooperativos”. Una práctica, comentan, que les hace cómplices de la ralentización o anulación de la legislación en materia de cambio climático.

Para los investigadores, estas empresas han jugado un papel importante en la acumulación y escalada del coste de las gigatoneladas de carbono para la economía global. Y, mientras ignoran los daños climáticos previsibles, “han moldeado completamente la narrativa pública sobre el cambio climático a través de la desinformación, publirreportajes engañosos, cabildeo y donaciones políticas para retrasar la acción”.

[El precio de la desinformación climática en la COP27: la industria fósil gastó 4 millones de dólares]

Esta es una cuestión que también se abordó en la citada investigación publicada en Science este año. Como recoge, en 2019, el propio Parlamento Europeo celebró la primera audiencia sobre la negación del cambio climático por parte de ExxonMobil Corp y otros actores. Y lo mismo en EEUU, donde se celebraron vistas con respecto a los “esfuerzos de la industria petrolera para suprimir la verdad sobre el calentamiento global, el dinero 'oscuro' y las barreras al cambio climático”

Además, hay que recordar que, a pesar de que compañías como Exxon conocían los datos sobre el calentamiento global desde 1970, Lee Raymond, su CEO, cuestionó en el año 97 el hecho de que la Tierra se estuviera calentando. En 2001, un comunicado de prensa de ExxonMobil Corp decía que no había consenso sobre las tendencias climáticas a largo plazo y sus causas, y que en los 70 la gente estaba más preocupada por la llegada de otra edad de hielo. 

También en el 2003, el senador estadounidense James Inhofe, quien hasta la fecha había recibido 2,3 millones de dólares en contribuciones de campaña de compañías de petróleo y gas, incluida ExxonMobil, argumentó que el tema del calentamiento global causado por el hombre “está lejos de resolverse” por culpa de “aquellos que nos advirtieron en la década de 1970 que el planeta se dirigía a un enfriamiento global catastrófico”.

Eso, por no hablar de otra cuestión que publicaba la misma revista este año, y es lo que se gastó la industria fósil en la última Cumbre del Clima (la COP27) en Sharm el Sheij (Egipto) para diluir el impacto real del cambio climático: un total de cuatro millones de dólares.