Niños en un campo de refugiados de Yemen.

Niños en un campo de refugiados de Yemen. Khaled Abdullah Reuters

Historias

La educación de las personas refugiadas, en jaque por los recortes: 5,7 millones de niños no pueden ir a la escuela

Según ACNUR, 12,4 millones de menores han huido de sus hogares; de ellos, el 46% no recibe una educación.

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El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto una hecatombe para la ayuda humanitaria en todo el mundo. Su retirada de fondos a USAID, encargada de la cooperación al desarrollo de EEUU, fue solo el culmen de un goteo presupuestario mundial.

Desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), advierten de que estos "fuertes recortes" ponen en riesgo los avances logrados "con mucho esfuerzo" en la educación de personas refugiadas.

Así, al menos, lo asegura la agencia de la ONU en la décima edición de su informe anual sobre acceso a la educación de quienes han tenido que huir de sus hogares por la violencia.

Tal y como recuerda Filippo Grandi, alto comisionado de la ONU para los refugiados, "se han hecho enormes esfuerzos para aumentar la matriculación en todos los niveles para las personas refugiadas, pero aún queda mucho por hacer".

Es en educación superior donde ACNUR recoge un "avance significativo" en el número de alumnos matriculados: se ha alcanzado el 9%, respecto al 7% del año pasado. El objetivo de la entidad es que, en 2030, el 15% de las personas refugiadas curse estudios superiores.

Un sistema sobrepasado

Según ACNUR, a finales de 2024 había más de 123 millones de desplazados forzosos en todo el planeta. De estos, 31 millones estaban bajo el mandato de la entidad de Naciones Unidas.

En lo que llevamos de año, la cifra de refugiados habría ascendido ya a los 129,9 millones. De ellos, 12,4 millones serían menores en edad escolar.

Una escuela provisional para refugiados sirios.

Una escuela provisional para refugiados sirios. iStock

Desde el Alto Comisionado de la ONU recuerdan que, en 2025, hay más niños y jóvenes refugiados que acceden a la educación que nunca. Sin embargo, el "continuo aumento" de la población desplazada mundial está "sobrepasando la capacidad para garantizar su acceso al estudio".

Esto, indica ACNUR en su informe, significa que "casi la mitad sigue sin escolarizar". Pues se estima que el 46% de niños en edad escolar no asiste a la escuela.

Es decir, aproximadamente a 5,7 millones de menores refugiados no tienen acceso a la educación.

El informe de la entidad arroja luz sobre "la creciente atención en la crisis global de enseñanza". Y asegura que "los datos acerca de los resultados educativos de las niñas y niños desplazados por la fuerza siguen siendo muy limitados".

Esta brecha persistente dificulta el diseño de respuestas educativas "eficaces e inclusivas" por parte de entidades como ACNUR, pero también del tercer sector en general.

Múltiples brechas

El informe identifica varias "áreas preocupantes" para ACNUR. Se da, asegura, una "creciente brecha en el acceso a la educación" para las personas refugiadas.

En los países de acogida, los menores desplazados se enfrentan a "mayores barreras de acceso" al sistema educativo. Esto, apuntan desde la entidad, "refleja obstáculos estructurales como limitaciones legales, planes de estudio nuevos, barreras lingüísticas, falta de reconocimiento de conocimientos previos y restricciones financieras".

Sin embargo, lamenta el informe, la educación, como piedra angular de las crisis humanitarias, "sustenta la protección". Por tanto, mejorar el acceso, y que esta sea de calidad, "ayuda a garantizar la autosuficiencia de esta generación y la siguiente".