Ecoetiquetas: un galimatías de más de 450 sellos en productos que se venden como sostenibles

Ecoetiquetas: un galimatías de más de 450 sellos en productos que se venden como sostenibles Enclave ODS

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Ecoetiquetas: un galimatías de más de 450 sellos en productos que se venden como sostenibles

Las ecoetiquetas son un tipo de certificaciones que llevan aquellos productos que son menos perjudiciales para el medio ambiente.

25 enero, 2022 00:55

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En la toma de decisión a la hora de comprar un producto pesa cada vez más si cumple con criterios de sostenibilidad. Pero ¿cómo saberlo? En el año 1992 la Unión Europea aprobó el sistema de Etiquetas Ecológicas (EEE) para que empresas y consumidores pudieran mejorar su actuación ambiental.

Desde entonces, este campo ha crecido tanto que existen en el mercado más de 450 ecoetiquetas que abarcan 25 sectores industriales, un galimatías de símbolos que muchas veces no se sabe a qué se refieren.

Según una reciente encuesta de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), la mayoría de los consumidores, un 88%, considera útil que los productos lleven información ambiental, mientras que un 63% contestaron que prefieren comprar un producto con etiqueta medioambiental. Sin embargo, no se fían del todo de estos sellos, sobre todoporque les falta información.

De hecho, solo el 5% dice estar bien informado de los requisitos existentes para que un producto pueda destacarse como verde o lucir ecoetiquetas. El tan manido concepto de 'greenwashing' hace acto de presencia.

Clases de ecoetiquetas

Reciclabilidad, eficiencia energética, ahorro de agua, cultivos ecológicos, respeto animal: el volumen de eco-sellos sigue aumentando. Tanto es así que el 81% de los usuarios opinan que deberían ser más sencillos y estar más estandarizados

La asociación de consumidores propone sólo seis etiquetas fiables de las más de 450 que se pueden encontrar en el mercado: Pesca sostenible certificada, Comercio Justo, Cosméticos y detergentes naturales ecológicos, Papel y Madera Sostenibles, Ecolabel Unión Europea, Textiles de confianza sin sustancias nocivas

Etiqueta de Ecolabel de la UE

Etiqueta de Ecolabel de la UE UE Facilitada por MITECO

Sin embargo, la más conocida es la ecoetiqueta energética. En 1994 entró en vigor en España una normativa sobre etiquetado energético de electrodomésticos y que hace referencia a la marca, denominación del aparato y clase de eficiencia energética.

Otro también muy conocido está en el sector de la automoción. Los fabricantes de automóviles están obligados a declarar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de todos los automóviles anunciados o vendidos y deben señalarlo con una ecoetiqueta en la información del vehículo.

Alimentos sostenibles

Aunque la eficiencia energética es una de las prioridades en Europa para reducir nuestra huella de carbono, al ciudadano de a pie lo le preocupa más su alimentación, que también tiene un impacto en el medio ambiente dependiendo de lo que se consuma. De ahí que haya muchas certificaciones sostenibles. 

De hecho, los sistemas alimentarios son responsables de aproximadamente un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La mayoría de estos están relacionados con el uso de la tierra (como la deforestación) y la producción en la finca (relacionada con fertilizantes, digestión del ganado y uso de combustible, por ejemplo). El transporte de alimentos, los envases y los residuos también se suman a ese impacto.

Las definiciones ambiguas de sostenibilidad dificultan el cálculo preciso del impacto ambiental de un producto

Para casi el 60% de los europeos, las consideraciones sobre sostenibilidad tienen cierta influencia en sus elecciones de alimentos. 

Cuando se trata de alimentos, en los estantes de nuestros supermercados abundan los productos que llevan varias etiquetas y declaraciones sobre su carácter ecológico. Mientras que algunas etiquetas se enfocan en 'problemas' únicos (uso del agua, emisiones de gases de efecto invernadero, empaque), otras tienen un enfoque más holístico que abarca las dimensiones ambientales, sociales y económicas de la sustentabilidad.

Semáforos y ecoetiquetas

Son tantas que no hay quien se aclare de cuáles cumplen con lo que afirma el sello y cuáles sencillamente son un 'lavado verde' para venderse mejor. 

Por eso, en aras de la transparencia, la credibilidad y la confianza del consumidor, desde septiembre de 2021 se está llevando a cabo en la UE y el Reino Unido un proyecto piloto que utiliza puntuaciones medioambientales en la parte frontal del envase en forma de etiquetas de semáforos. Según los resultados del proyecto piloto, debería crearse un "sistema de etiquetado medioambiental óptimo" que podría estar ya listo a lo largo de este año.

Unos tableros de madera con el logo de FSC

Unos tableros de madera con el logo de FSC Pejft iStock

Diseñar un estándar, aplicarlo a los productos y supervisar su implantación no es sencillo. Se necesitan criterios sensatos para colocar etiquetas y afirmaciones en los productos para ofrecer una guía útil a todos los compradores.

La complejidad de la cadena agroalimentaria, la variedad de impactos ambientales y las definiciones ambiguas de sostenibilidad dificultan el cálculo preciso del impacto ambiental neto de un producto. 

Los productos más sostenibles son los que tendrán el éxito garantizado

Los grupos de consumidores pueden responder a las etiquetas de manera diferente: aquellos que se comprometen a tomar decisiones respetuosas con el medio ambiente en su vida diaria responderán más a las etiquetas ecológicas, por ejemplo. Pero si hay que elegir entre una etiqueta ecológica y las propiedades saludables de un producto puede crear un conflicto, tentando a un consumidor a, por ejemplo, seleccionar un producto saludable que es dañino para el medio ambiente o viceversa.

Para solucionar esta cuestión, se espera que la Comisión Europea proponga un marco de etiquetado sostenible en 2024, que cubrirá, en sinergia con otras iniciativas relevantes, los aspectos nutricionales, climáticos, ambientales y sociales de los productos alimenticios. 

Todavía queda mucho camino por recorrer, pero la dirección es clara: los productos más sostenibles son los que tendrán el éxito garantizado.