La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a un año y nueve meses de prisión a un hombre y una mujer por pedir en dos entidades bancarias créditos a nombre de otro hombre con una discapacidad psíquica reconocida del 87 por ciento, por importe de 27.521 euros.

Según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, los acusados, M.G. y L.M.M.B., de común acuerdo y con ánimo de obtener un beneficio ilícito, aprovecharon la circunstancia de que la acusada estuvo contratada como empleada de hogar para el cuidado de la víctima E.A.S., que tiene reconocida una discapacidad psíquica del 87 por ciento.

Ambos hicieron uso de la documentación de éste para proceder, el 18 de septiembre de 2014, a la apertura, a nombre de E.A.S., sin que él tuviera intervención alguna, de una cuenta fácil multicontratación en una oficina de Bankia en Tomelloso, fijando como domicilio para la correspondencia el domicilio en el que residían los acusados.

El 1 de octubre de 2014 los acusados solicitaron, a nombre de la víctima y sin que él tuviera intervención alguna en la operación, un préstamo a le entidad financiera ING Bank por importe de 10.000 euros, haciéndose efectiva la contratación, a través de Internet, el 20 de octubre de 2014.

Asimismo, el 9 de diciembre de 2014 los acusados solicitaron a nombre de E.A.S., igualmente sin que este tuviera conocimiento de la operación, otro préstamo al Banco Cetelem por importe de 15.000 euros, firmando ambos acusados el contrato el 11 de diciembre de 2014 al declarar que E.A.S. no podía leer ni escribir por sí mismo.

El perjuicio ocasionado a ING Direct y a Banco Cetelem, a consecuencia del impago de dichos préstamos, ascendió a 13.156,83 euros y 14.364,72 euros, respectivamente.

El tribunal ha considerado a los acusados autores de un delito de estafa, por el que los condena a un año y nueve meses de prisión y también a indemnizar, de manera conjunta y solidaria, a la víctima con la cantidad devengada en las estas mismas entidades bancarias.