Según datos del Banco de España, la rentabilidad bruta que ofrece el alquiler de viviendas se situó en 2020 en el 3,7 por ciento, tan sólo una decima por debajo del rendimiento de 2019. Antes del coronavirus, la rentabilidad de la vivienda subía por el encarecimiento de los alquileres, cuyo valor aumentaba a mayor velocidad que el precio de venta. Esto hacia muy rentable comprar para alquilar. Después de la pandemia, comprar para alquiler sigue siendo rentable, pero por una razón muy diferente: el precio de venta ha empezado a caer.

Comprar vivienda es hoy en España un 1,7 por ciento más barato que hace un año, según los datos de Tinsa al cierre de 2020. El portal inmobiliario constata, no obstante, que en las ciudades medianas son las que experimentan menores oscilaciones en la rentabilidad de este tipo de inversiones, aunque apenas media docena de capitales en España experimentan subidas en el precio de la vivienda y también obtienen una mayor rentabilidad a la hora de alquilarlas. Entre ellas se encuentra la capital de Castilla-La Mancha. Toledo es la ciudad en España donde la variación interanual del precio de la vivienda ha sido la más elevada en concreto, un 8,8%, mientras que la rentabilidad bruta del alquiler ascendió al 6,7%.

Precios y rentabilidades bien distintas al resto de capitales de la región. En los casos de Albacete, según los portales Fotocasa y Tinsa, el precio de la vivienda bajó en 2020 un 11,5% y su rentabilidad en alquiler fue del 5,5%. En Ciudad Real, un -0,6% la vivienda con una rentabilidad del 5,2%; Guadalajara, un -4% la vivienda con el 6,2% de rentabilidad. Por ultima Cuenca, con un descenso del precio de la vivienda del 5,1%.