Image: La ciencia literaria

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Opinión

La ciencia literaria

3 octubre, 2014 02:00

Gonzalo Torné

Por mucho que se señalen los riesgos de mantenerlas separadas, las relaciones entre las ciencias y las letras siguen siendo, por decirlo del modo menos comprometedor posible, complicadas. En la novela, sin ir más lejos, estas relaciones son en apariencia bastante superficiales: los escritores parecen aprovechar algunos rudimentos de física para llenar un hueco o darse un aire, recurriendo una y otra vez a los mismos lugares comunes: la entropía, generalidades cuánticas, la habitación china, los números primos o el gato, ya insufrible, de Schrödinger.

Y digo que "en apariencia" no por un súbito rapto de prudencia sino porque me he encontrado con un blog cuyo tema es precisamente explorar esos momentos en que los novelistas recurren a las ciencias para rematar un argumento, elaborar una metáfora o perfilar a un personaje.

Quien se desempeñe como escritor encontrará aquí buenas pistas (entre ellas la posibilidad de sustituir de una vez por todas al dichoso gato por el imponente "emonio de Maxwell"), pero sin duda será el lector corriente quien más provecho extraerá de la lectura. El autor del blog, Jean Sol Parte (¿acaso un seudónimo?), desdeña abordar el asunto por el lado previsible: no se lanza a cazar gazapos o inconsecuencias (que las hay); su desempeño es algo más elaborado: se trata de presentar el texto original y añadirle un comentario que amplía la información científica y valora la pertinencia narrativa del recurso, con lecturas que a veces resultan finísimas.

La parte más ingrata de este artículo es ofrecer una selección del jugoso material acumulado: el lector encontrará nombres previsibles como el del gran poeta A. R. Ammons, a Pynchon y sus célebres derivaciones científicas, y algunos clásicos de la fantasía; pero también invitados inesperados como lo que Emilio Prados sabía sobre la muerte térmica del universo, el provecho metafórico que Luis Alberto de Cuenca le extrae a la doble hélice del ADN o el lío (aparente) que Trapiello se hace con la hidroestática y los vasos comunicantes; encontrará valoraciones generales sobre la ciencia y los científicos (a cargo de Azúa, Proust o Pla), pero también textos muy decantados como el dedicado a los poetas jerezanos y su costumbre de recurrir a símiles vitícolas para definir su poética.

Mi entrada favorita está dedicada a Juan Benet. Para ilustrarnos sobre las sensaciones que hemos experimentado pero que apenas recordamos, Benet recurre de entre todas las clases de cuerpos celestes que tenía a su disposición al aerolito, pues es el único que atraviesa la atmósfera sin llegar a caer en la tierra, "dejando una estela de dudosa luz", precisamente como esas sensaciones que "entran en el campo denso de la memoria pero no llegan a caer en ella". Tras admirar cómo la ciencia puede ayudar a afinar una metáfora, Jean Sol expresa una tímida duda sobre si los aerolitos, después de todo, no terminarán impactando contra la superficie de la Tierra. Y con una elegancia que dice mucho de su sensibilidad literaria nos deja a nosotros la tarea de certificar si Benet no habrá escogido la palabra por la sonoridad, apenas resistible, de la palabra "aerolito".

Un sesgo propio

No hemos comentado demasiadas páginas de crítica literaria en esta sección, el principal motivo es que la mayoría remedan el formato que ya encontramos en suplementos y revistas. No tengo nada contra el reseñismo, al contrario, es el ejercicio crítico de mayor riesgo y más útil para la comunidad: pues son los encargados de diagnosticar si merece la pena detenernos o dejar pasar el nuevo "cuerpo literario". Tampoco es un problema de calidad (que va desde el lector sofisticadísimo hasta el aspirante que no ha comprendido que la "audacia" y la "provocación" deben ir acompañadas de algo de pensamiento propio para no embarrar en la vergüenza ajena): echo de menos proyectos críticos que aprovechen el espacio, la radical libertad de elección y los recursos de la Red para ofrecer nuevas rutas de abordaje. Pero dada la profundidad de la oferta no sería de extrañar que pronto afluyan nuevas páginas a esta sección.