No sé si es una finta interesada, pero que corre por los círculos artísticos, no lo duden. El ex presidente Aznar puede ser, más pronto que tarde, el nuevo presidente del Patronato del Museo del Prado. El puesto, golosísimo, está vacante desde que Plácido Arango decidiera hace unos días abandonarlo después de cinco años, y es un arma de seducción masiva. Siempre ha sido uno de los premios más cotizados. El director del museo, Miguel Zugaza, quería que fuera Javier Solana, pero el asunto no ha cuajado. Tampoco ha cuajado para Solana la presidencia del Instituto Elcano, que al ex ministro le apetecía. ¿Y lo de Aznar? Sus afectos no ven en ello más que ventajas: puesto dignísimo, cerca pero lejos, ya me entienden. Otra cancha. Veremos.

Es la historia interminable de nuestra edición: el grande espera a que se consolide un autor entre la crítica o los lectores o ambos a la vez, y se lo arrebata al independiente de turno. Así, Alfaguara publicará este mes Yolanda, lo último de la italiana Milena Agus, descubierta al lector español por Siruela (Mal de piedras), y Planeta ha seducido a Pilar Eyre, según propia confesión, que abandona la Esfera. Otros quejosos podrían ser los editores de Pre-Textos y Visor, ya que en otoño aparecerá en otro sello la poesía completa de Paul Auster y Juan Gelman, que ellos habían adelantado. Pero ¿alguien ha preguntado a los autores? A lo mejor, no sólo (o no siempre) es cuestión de dinero...

Hay que leerse "El estado de la cuestión" del cine español. Es un informe que ha publicado la Academia de Cine, en colaboración con la asociación de productores FAPAE, y que desglosa en quince puntos los retos a los que la industria cinematográfica se enfrenta ahora, después de los recortes. Lo ha elaborado Fernando Lara, ex director del ICAA y propulsor de la Ley de Cine de 2007, después de haberse reunido con todos los sectores de la industria y de consensuar desde la piratería a los procesos de digitalización pasando por la educación audiovisual. Vamos, todo aquello que la ministra González-Sinde no consiguió en cuatro años y todo aquello que Wert debería tomarse muy en serio.

El Teatro de Cámara de Ángel Gutiérrez cerró sus puertas ante la retirada de las subvenciones de la Comunidad de Madrid. Afortunadamente, el director de escena, que ha contribuido a difundir en nuestro país la tradición teatral rusa, continuará con su sala en el barrio madrileño de Antón Martín gracias al apoyo de la Universidad de La Rioja. Hoy estrena El oso, versión teatral del cuento de Chéjov.

La crisis no va con María de Corral. Vuelve a la palestra con una exposición muy familiar. Mostrará en julio, en una de las sedes de la Fundación Botín en Santander, la colección de arte de su hermano, fallecido repentinamente hace unos años. Aunque ya vimos parte en el CAC de Málaga este verano lo mejor estará en Villa Iris.