Image: Insomnios y duermevelas

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Poesía

Insomnios y duermevelas

Mario Benedetti

24 julio, 2002 02:00

Mario Benedetti. Foto: Mercedes Rodríguez

Visor. Madrid, 2002. 132 páginas, 7 euros

La ingente bibliografía del escritor uruguayo Mario Benedetti (nacido en 1920) se acrecienta con un nuevo libro. En Inventario uno (Madrid, 1999) había reunido lo más representativo de su obra poética, aunque Visor ha ido reeditando sus libros anteriores (andaba ya por el número catorce, Yesterday y mañana -fechado en 1988-) en 2001.

Su labor poética fue compartida con incursiones en casi todos los géneros literarios y, en ocasiones, con un notable éxito de público y de crítica. Cultivó el ensayo literario, la novela y el relato, el teatro, el periodismo de trinchera. Autor "comprometido" con la revolución cubana, colaborador de la mítica revista Marcha, tuvo que emigrar instalándose en España, desde donde viajó a Cuba, Perú o México. Tras la caída de la dictadura uruguaya regresó a su país, aunque dada su popularidad ha regresado con frecuencia. Su último libro debe situarse en la etapa que él mismo designó como "desexilio", pese a que en el conjunto del volumen broten, además de los rasgos formales habituales como la ausencia de puntuación y el peculiar uso de un signo de separación para indicar las pausas que requiere la lectura del texto, elementos personales que coincidirían con la poesía del último Neruda: lirismo, nostalgia, signos de decadencia física, paso del tiempo, reflexiones sobre la Historia que implican cierto desengaño, memoria personal. Los temas que inspiran al poeta son diversos. Se sirve también la prosa en "Insomnios" y en cuento final, "Túnel en duermevela", de carácter fantástico, aunque en él se refleja el tiempo y la súbita e inesperada aparición de la vejez.

Sin embargo, la métrica de Benedetti, pese a su apariencia de verso libre, recurre a metros tradicionales. Abundan los cuartetos endecasílabos blancos, pero podemos descubrir el uso del eneasílabo e incluso del soneto. El conjunto, variado, responde a la personal musicalidad que permitió a populares cantantes convertir alguno de sus poemas en canciones de éxito. "Diáspora" reflexiona de nuevo sobre el exilio, aunque descubrimos, también, fórmulas que pueden emparejarse con la metapoesía ("Palabras", "Escritura", "Diccionario") y rasgos de humor, de ingenio o de recursos coloquiales, que caracterizaba ya su anterior producción poética. Resulta interesante el creativo juevo verbal. Sus poemas, que no evitan la simbología tradicional, implican aquí confesionalidad, pese a ocuparse de cuestiones tan aparentemente trascendentes como una reflexión sobre el Universo o sobre la eternidad. Un poema sobre la llegada del otoño sugiere la proximidad de la muerte. En "Fronteras", por ejemplo, describe las "fronteras propias/con el mar/con el tiempo/con la vida/con la fe con el mínimo esqueleto/y el sexo hecho de cielo y ojalá//..." para concluir que "y no sabe qué hacer con la conciencia". Este escepticismo -poesía de experiencia, como casi toda- puede situar al poeta ante el pasado: el Montevideo de los años cincuenta o la nada velada crítica a los "colegas", aquejados de envidia.

En "Bandoneón" rememora otro pasado de tangos y la música ajena, en "Música". Cualquier posible localismo se rompe con un deje de misterio. Entre éste y la nostalgia dominante se salva la diversa inspiración, puede resolverse así un tema tan aparentemente trascendente como "La nada": "y si echamos de menos a la nada/es porque el todo ya es insoportable". Una nostalgia sin ira convertirá la reflexión histórica en una experiencia personal: "Si se estudia la historia de la historia/se verá que en las malas o en las buenas/las penas siempre buscan la victoria", mientras que en "La Historia", concluye, que "es una secreción del universo". Sin alardes formales, los poemas de Insomnios y duermevelas revelan al Benedetti tradicional, aunque tamizado por el desgaste temporal. Versos de senectud que merecen tomarse en consideración, porque con ellos el poeta no ha bajado la guardia, muestra tan sólo heridas de la edad.