Image: El informe Müller

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Novela negra

El informe Müller

Antonio Manzanera

31 mayo, 2013 02:00

Antonio Manzanera

Umbriel. Barcelona, 2013. 352 páginas, 17 euros.


Trevor-Roper tiene 41 años, da clases de Historia en Oxford y es medianamente conocido en todo el mundo por ser el autor de Los últimos días de Hitler, un exhaustivo ensayo basado en entrevistas con los supervivientes del búnker en el que Hitler acabó con su vida. El ensayo en cuestión había sido en realidad idea de Dick White, responsable del servicio secreto británico, que le había encomendado la misión de aclarar la muerte de Hitler. Es precisamente White quien acude, casi una década más tarde, al despacho de Trevor-Roper para encargarle otra misión: aclarar la muerte del que fuera director de la Gestapo, Heinrich Müller, poco después de que éste revele que Hitler no murió en el búnker, sino que logró escapar. De ahí que Trevor-Roper sea la persona indicada para acompañar al agente que la CIA ha enviado y, de paso, mejorar la relación que existe entre ésta y el MI6, pues ambos servicios secretos desconfían el uno del otro y están convencidos de haberse convertido en un nido de agentes dobles.

Con un punto de partida decididamente atractivo (esto es, con el reputado y algo desorientado profesor de Oxford convertido en improvisado Doctor Watson de un espía norteamericano que no está a la altura de Sherlock Holmes), Antonio Manzanera (Murcia, 1974) debuta en el noir histórico con una apasionante trama de espías que disecciona la enigmática figura de Müller, un agente doble que ha vivido lo suficiente como para no llevarse sus secretos a la tumba. Manzanera, un economista amante del género, se estrena así con una ambiciosa y excelentemente bien resuelta trama de estilo británico. Una historia sin fisuras, que resulta tan trepidante como un thriller al uso sin contar con ninguno de los elementos del thriller al uso; es decir, el acompasado fluir del misterio se basa en la revelación de despacho, en el arte del interrogatorio incisivo y emocionante, en la coherencia de unos personajes que tienen tantas sombras como el caso que se les ha encomendado (a excepción del historiador, a quien el lector acompaña como testigo en sus pesquisas), y no en disparos injustificados ni giros inesperados.

Ha escrito pues Manzanera una novela negra de guante blanco, que recupera la literatura de espías para el género patrio. Una novela que no es sólo disfrutable para aquellos a quienes les apasionen los misterios relacionados con el Tercer Reich sino para todo aquel que adore la novela de espías (de despacho) y, por supuesto, la política ficción, porque ¿acaso no había muerto Müller un día de mayo de 1945?

Sin duda, por sus muchas virtudes y sus imperceptibles defectos, El informe Müller es la novela revelación de lo que llevamos de temporada de género en nuestro país.