Rachel Cusk. Foto: Siemon Scamell Katz.

Rachel Cusk. Foto: Siemon Scamell Katz.

Novela

Rachel Cusk disecciona el mundo del arte y su machismo en 'Desfile', su novela más radical

En su última obra, ganadora del premio Goldsmiths 2024, la escritora anglocanadiense explora las dinámicas de poder y la creación artística.

Más información: 'Un trabajo para toda la vida', el libro por el que Rachel Cusk fue acusada de odiar a los niños

Publicada

La experimentación, el perspectivismo y la fractura de la narrativa tradicional configuran Desfile, la obra reciente de Rachel Cusk (Saskatoon, Canadá, 1967), por la que ha recibido el premio Goldsmiths 2024, por “explorar los límites de la novela y desafiar las convenciones”, según Abigail Shinn, presidenta del jurado.

En la trilogía de Cusk –A contraluz, Tránsito y Prestigio–, la autora anglocanadiense desintegraba el desarrollo argumental para ofrecer una cascada de voces con relatos individuales, transmitidos por la misma narradora testigo.

Alguna crítica anglosajona afirma que, en Desfile, Cusk ha eliminado también a los personajes, pero resulta que, al contrario, ha creado una multiplicidad de protagonistas en torno al mundo del arte, y a cada uno lo ha llamado G. No hay relación espacial ni temporal entre los G., pero se mueven entre la teoría del arte, la violencia, la identidad de las creadoras mujeres y los estereotipos machistas.

La novela se estructura en cuatro partes : “El doble”, “La comadrona”, “El saltador” y “El espía”. En “El doble”, G. es un artista famoso que pinta a sus personajes cabeza abajo y también pinta a su mujer de un modo sórdido. La referencia de este pintor que “creía que las mujeres no podían ser artistas” es Georg Baselitz, tal como ha declarado la propia Cusk.

También hay una narradora en primera persona a la que una mujer en la calle ha atacado y que más tarde acude a la exposición de la escultora G. Esta vez una mujer artista que crea “las formas gigantescas de unas arañas en equilibrio”.

Sin nombrarla, la reflexión sobre la famosa G., se refiere a Louise Bourgeois.
En “La comadrona”, una joven artista de éxito, también apodada G., compagina su vida burguesa con una hija, un marido y la niñera. Su gran estudio en el campo lo ha diseñado un arquitecto, pero G. tiene otro atelier cochambroso en un “barrio sucio y peligroso”, de la época en la que había escapado de su país.

Simultáneamente, la narradora desconocida cuenta sus vacaciones en una casita, dentro de la granja de unos antiguos hippies. “El saltador” es la historia menos abstracta de todas y la más impactante. Un hombre se ha suicidado después de ver la exposición de la artista G., lanzándose desde una galería de un museo.

La narradora en primera persona acude a una cena en la ciudad donde ha tenido lugar el suicidio. En el restaurante se reúnen críticos, comisarios y la directora del Museo, puesto que se ha suspendido el debate sobre la artista, por el dramático suceso. Al mismo tiempo hay un desfile en la ciudad.

El mundo de Cusk abarca la originalidad del estilo y la reelaboración singular de los temas tratados

Las conversaciones versan sobre el arte, los protagonistas tienen nombre y se aborda la creación de las mujeres. “El espía” se abre con la muerte de una madre, y a continuación se habla de la relación del artista G., un cineasta, con su madre. G. trabaja anónimamente observando a los demás, "cuando estaba detrás de la cámara se creía invisible".

Tras sus dos obras autoficcionales –Un trabajo para toda la vida, sobre las penalidades de la maternidad y Despojos, crudo relato de su separación–, Cusk se ganó muchos enemigos y también multitud de admiradores. Su calculada desintegración de la ficción en Desfile, su abstracción y la densa reflexión artística, han llevado al crítico del New York Times Dwight Garner a afirmar que su discurso sobre el arte, “es de plomo”, y que solo hablan así “los que se han criado entre la Tate Gallery y el Whitney”.

Tiene en parte razón, las preocupaciones intelectuales lastran la lectura; pero el mundo de Cusk abarca la originalidad del estilo y la reelaboración singular de los temas tratados. Es imposible no seguir pensando en algunas de sus reflexiones.