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Novela

El corazón de Inglaterra

La última novela de Jonathan Coe reflexiona sobre el proceso de descomposición político-social que supuso el Brexit

4 diciembre, 2019 00:17

Jonathan Coe

Traducción de Mauricio Bach. Anagrama. Barcelona, 2019. 528 páginas. 23,90 €. Ebook: 9,99 €

Son más que comprensibles las reticencias que pueda uno tener con respecto a la literatura nacida al dictado de la actualidad. En el mejor de los casos, se podrá pensar que el autor trata de aprovecharse de una moda, colándonos entre el tumulto la novela “definitiva” sobre lo que sea de lo que se esté hablando ahora. En el peor de los casos, se podrá temer además que el autor trate de explicarnos lo que está pasando. Eso es, sorpresa, justo lo que brillantemente consigue Jonathan Coe (Birmingham, 1961) en El corazón de Inglaterra (2018), desde ya la gran novela sobre el Brexit y una de las más afinadas y sutiles reflexiones sobre tan complejo proceso de descomposición político-social. Puede incluso que acabe siendo, con el tiempo, una de las grandes obras predictivas del siglo XXI, pues lo que en un principio pretendía ser un canto a la nostalgia puede hoy leerse casi como una distopía por mor de la procrastinación institucional.

El corazón de Inglaterra es desde ya la gran novela sobre el Brexit y una de las más sutiles reflexiones sobre este proceso de descomposición política

Hay una fecha clave en todo el texto, el 29 de marzo de 2019, día en el que estaba oficialmente previsto que el Brexit se llevara a efecto. La novela, claro, se había publicado unos meses antes en el Reino Unido. No sé si Coe pretendía elaborar una novela de acción que, a través del doloroso y certero retrato social que despliega, interviniera en el debate público. Aun así, el que a día de hoy sigamos sin saber si el Brexit sucederá o no, transforma, como decía, todo el sentido de esta obra. Lo curioso del caso es que en lugar de desactivarla, de dejarla fuera de juego, El corazón de Inglaterra se lee ahora como una de aquellas extravagantes historias ideadas por H. G. Wells, que más pronto que tarde terminarían haciéndose realidad. Se potencia además así su estricto valor literario, pues por encima de mensajes y pretensiones, lo que no se debe olvidar es que estamos ante una magnífica novela, elocuentemente construida, llena de personajes inolvidables (también de alguno que otro cuya funcionalidad parece reducirse a cubrir ciertos arquetipos: ahí está el negro, el hindú, el gay y el trans para demostrarlo), de brillantes pasajes reflexivos (algunos, como ya es marca de la casa, excesivamente subrayados), de tristeza (felizmente contenida) y humor (claramente inteligente), en definitiva, un ambicioso fresco vital (con algún que otro momento cursi –ese bucólico final– y muchos muy emocionantes) donde se nota que la tensión, la ira, la amargura, el rencor y la desilusión están carcomiendo a toda una sociedad.

De todas las muy engarzadas historias que componen esta novela coral, protagonizadas en algunos casos por viejos personajes conocidos de la narrativa de Coe, debería destacarse la que gira en torno al personaje protagonista de Sophie y su meándrica relación amorosa con Ian, donde Coe, a mi juicio, alcanza sus mayores cotas de brillantez, al escarbar con bisturí en las motivaciones intrínsecas de esa compleja relación. Las fallas que Coe describe en esta y en otras relaciones personales son claros ejemplos de como nuestras acciones en lo privado pueden acabar impregnando el discurso público, y viceversa. Pues por más que en esta novela se muestren los tejemanejes de las altas esferas, desde los think tanks a los asesores políticos, pasando por las elitistas escuelas privadas, para terminar en los suburbios y en las luchas callejeras, el “corazón de Inglaterra” al que remite Coe –qué gran traducción se ha hecho aquí de ese “Middle England”– no es otro que el formado por las clases medias de la parte media del país.

La novela, ya lo decía, es por encima de todo pura emoción. Catártico es el momento en el que todos los personajes confluyen, cada uno en su casa, cada uno a su manera, durante la retransmisión televisiva de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Coe dibuja aquel instante histórico como el último momento de auténtica comunión que vivieron todos los británicos. Ahora, claro, tienen también este maravilloso cántico nostálgico que es El corazón de Inglaterra, llamado a convertirse en un clásico instantáneo si es que el Brexit llega a producirse alguna vez.