Image: Amo a Dick

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Novela

Amo a Dick

Chris Kraus

17 julio, 2015 02:00

Chris Kraus. Foto: Nick Chimoy

Traducción de Marcelo Cohen. Alpha Decay, 2014. 339 páginas, 22'90€

Una de las singularidades más llamativas de Paul Auster es la capacidad que tiene para aparecer al mismo tiempo como autor y personaje de sus novelas con nombre y apellido. No sabría si calificarlo de doppleganger o genuina capacidad camaleónica, pero ciertamente genera en el lector una incómoda inquietud que remite a planteamientos próximos a la metaficción. Viene esta reflexión a cuento porque en Amo a Dick de la norteamericana Chris Kraus, este condicionante se lleva hasta las últimas consecuencias. El resultado: conceptualmente no es un libro de memorias pero como tal se lee; académicamente no es un roman a clef pero así podemos interpretarlo; formalmente parece una novela epistolar aunque no lo sea... ¿continúo?

La narración en tercera persona de la aventura amorosa de la protagonista Chris Kraus con Dick Hebdige conforma la trama del argumento. El fechado de las cartas nos sitúa a finales del siglo pasado: la protagonista ronda la cuarentena y es una cineasta de cine independiente (ni que decir tiene que todos los datos biográficos son los de la propia autora) que se enamora de un teórico literario a quien intentará conseguir con la ayuda de su esposo, "La presencia de Dick en sus vidas era como unas vacaciones entre tanto trabajo estratégico. Una incursión en estrategias de otro tipo" (p. 37). Se han visto tan solo una vez pero ella quedó tan prendada de él que está dispuesta a recorrer Estados Unidos en su búsqueda. Hasta que lo encuentre le escribe cartas que nunca tienen respuesta -y probablemente nunca la tendrán- en lo que resulta ser un proceso de introspección en el que encontrará no al hombre por el que parece haber abandonado todo, sino a ella misma.

Esta historia de autobúsqueda personal tiene ecos de Thelma y Louise, no sé si por el viaje en coche de un lado a otro de Estados Unidos, por lo que tiene de introspección personal, o tal vez al interpretarlo como la huida de una vida sin centro de gravedad. En cualquier caso el significante resulta obvio: es la historia de una mujer que más allá de intentar encontrar el sentido de su vida se propone dotarla de sentido. La referida singularidad al coincidir autora y protagonista (también el nombre del esposo en la novela es el mismo) propicia al lector planteamientos de toda índole tanto en lo relativo a la supuesta objetividad-subjetiva (no se me ocurre una forma más apropiada de expresarlo) como a la interpretación ficticia o real(ista) de lo narrado. Posmodernismo en estado puro; a fin de cuentas si algo nos ha enseñado esa filosofía es que la única certeza es la eterna incertidumbre.

Al novelar su propia vida con la protagonista Chris Kraus, la autora Chris Kraus parece proponer un nuevo modelo de interpretación tanto de la vida como de la literatura. El individuo, o la individua, se encuentra aislada, por eso sus cartas nunca tienen respuesta, pero no por ello se queda sin referentes, porque el referente es ella misma. No diré que Amo a Dick es una novela de fácil lectura, Chris Kraus es una autora tan exigente con sus lectores como con ella misma, pero el viaje pasional y descarnado de la protagonista no dejará indiferente a quien la acompañe.