Image: Luis Racionero

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Novela

Luis Racionero: "Necesitamos una revolución mística que olvide los euros"

21 enero, 2011 01:00

Luis Racionero, por Gusi Bejer.

PREGUNTA: Abre la novela con una cita de la Academia de Florencia. ¿Se aplica el cuento de no buscar honores y disfrutar el presente?
RESPUESTA: Sí, claro, al menos lo procuro, porque todo va del gozo al gozo, pero hay demasiada gente confundida que cree que va a tener el gozo a través del dinero y no... El gozo es un estado de ánimo, se fabrica con la mente y con la sensibilidad, no con los euros.

P:¿Comparte la pasión por la pereza de su protagonista, el pintor Sandro Botticelli?
R: Me gustaría, pero vista la cantidad de libros que he escrito y publicado no puedo ocultarlo: me gusta demasiado el vino francés y viajar como para permitirme ser perezoso.

P: No es la primera vez que novela el Renacimiento...
R: No, porque es la época más bonita de todas, la más esplendorosa, inteligente, refinada, la mejor.

P: Esa época de esplendor, en la que convivieron Leonardo da Vinci, Botticelli, Marsilio Ficino, Pico della Mirandolla, Poliziano, los Medici ¿es imposible en nuestros días?
R: Me temo que sí, porque ellos intentaron fusionar el cristianismo con el paganismo de los gnósticos, se inventaron una revolución mística. Lo hemos intentado algunos, no sé, Huxley, Albert Hoffman, pero hasta que no se produzca un cambio espiritual no va a haber otro Renacimiento, vamos a seguir sumidos en este materialismo repetitivo en el que la gente cree que va a encontrar la felicidad a través de dinero y no, no es por ahí. Debe haber un salto en la sensibilidad, en la conciencia.

P: ¿Cómo se consigue?
R: Bueno, los místicos lo han conseguido, y los que hemos tomado alguna sustancia psicodélica también. Olvidando el dinero.

P: ¿Qué queda de esos años 60 que tanto gozó, llenos de ideales y posibilidades, a comienzos del siglo XXI?
R: Queda mucho; quedan los planteamientos, es decir, la contracultura, y eso que bastantes de las cosas que se pidieron allí se han realizado al menos en parte, como, por ejemplo, los movimientos feministas, la ecología, la igualdad de gays, de minorías étnicas...

P: ¿Y de los sueños de la transición?
R: Eso está mucho peor, porque los que perdieron la guerra civil se han empeñado en continuarla hasta el triunfo final. España y la transición está políticamente sucumbiendo a un guerracivilismo explotado por la izquierda para ganar más votos. Cuando faltan argumentos se agita ese fantasma.

P: Volviendo a a la novela, ¿todo amor acaba con final infeliz?
R: No, no, en absoluto, como decía Savater lo malo del placer no es que sea pecado, es que es corto; pues lo malo del amor es eso, que se acaba por aburrimiento, por desgaste, por la edad. No es que acabe siempre mal, es que siempre acaba.

P: Bueno, pero en el caso concreto de este libro, Botticelli acaba destruyendo a quienes ama ¿sirven de algo los ajustes de cuentas, y pienso ahora en otro libro suyo, Sobrevivir a un gran amor...?
R: No, los ajustes de cuentas se hacen cuando se está muy desesperado, pero es mejor pegar un tiro al aire que sufrir una úlcera. Lo mejor sería una olímpica indiferencia o una tranquilidad taoísta, pero a veces uno no da para más.

P: Hoy como entonces, la envidia y la avaricia son las lacras de la humanidad... ¿No hemos aprendido nada?
R: Claro que no, pero añada además a la envidia y la avaricia la pereza y el miedo. En España nos ha tocado lo peor, nos ha dado por ser envidiosos, mientras en otros países son vanidosos o hipócritas.

P: En la novela escribe que el de los artistas es el gremio más envidioso y chismoso... ¿también en nuestros días?
R: Igual, igual, igual, hay cosas que no cambian. Fíjese en el caso de Antoni Tàpies, en Barcelona y en cómo se ha preocupado de que después de él no saliera ningún otro pintor. Barceló se le escapó porque era mallorquín, pero de Barcelona, después de Tàpies, no ha salido un gran pintor, mire que siempre ha habido uno en cada generación, pero sí, se dedican a lo mismo. No todos, claro, sólo los mediocres. Los genios no tienen envidia...