El libro del cementerio es una obra fantástica, pero su riqueza y originalidad van más allá de lo esperable. La historia del niño Nadie, salvado de un destino trágico por la compasión de los muertos que se encargan de criarlo y educarlo, tiene una deuda con El libro de la selva. Así lo reconoce limpiamente el autor al final tras haber demostrado tener bien asimilada una tradición literaria que se convierte en un poso asentado y fértil al que incorpora su propia aportación. Un material que maneja con dotes de gran narrador, administrando sabiamente los recursos y las distancias, dejando espacio al lector para que especule e imagine, para que se implique activamente. Merece el libro lectores de todas las edades.
El libro del cementerio es una obra fantástica, pero su riqueza y originalidad van más allá de lo esperable. La historia del niño Nadie, salvado de un destino trágico por la compasión de los muertos que se encargan de criarlo y educarlo, tiene una deuda con El libro de la selva. Así lo reconoce limpiamente el autor al final tras haber demostrado tener bien asimilada una tradición literaria que se convierte en un poso asentado y fértil al que incorpora su propia aportación. Un material que maneja con dotes de gran narrador, administrando sabiamente los recursos y las distancias, dejando espacio al lector para que especule e imagine, para que se implique activamente. Merece el libro lectores de todas las edades.