Isabel Pisano. Foto: Gtres

Isabel Pisano. Foto: Gtres

Letras

Fallece Isabel Pisano, actriz, corresponsal de guerra y pareja de Arafat, a los 77 años

La periodista y escritora uruguaya, que fue corresponsal en conflictos como Irak, Bosnia o Palestina y pareja de Waldo de los Ríos y Yasir Arafat, deja una trayectoria marcada por la controversia.

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G. Lavao
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Isabel Pisano falleció ayer en una residencia geriátrica de Madrid a los 77 años, tras varios años de deterioro de salud y pérdida de memoria a causa del Alzheimer. Su trayectoria, tan dilatada como controvertida, estuvo marcada por la pasión, la energía y la búsqueda constante de la verdad. Fue actriz, corresponsal de guerra, periodista de investigación y novelista, además de protagonizar sonadas relaciones sentimentales como la que mantuvo con Yasir Arafat, sobre la que llegó a escribir un libro.

Nacida en Uruguay, Pisano abandonó su país con solo 18 años para participar en el rodaje de Pampa salvaje (1966), de Hugo Fregonese, una superproducción de Samuel Bronston filmada en España. En aquel rodaje conoció al músico Waldo de los Ríos, con quien se casó poco después. La relación estuvo marcada por infidelidades y tensiones, y concluyó trágicamente con el suicidio del compositor en 1977. Pisano evocó aquel matrimonio en El amado fantasma (2002), libro autobiográfico con el que logró conjurar el dolor y el sentimiento de culpa.

Tras sus inicios en el cine participó en películas como Boquitas pintadas (1974), de Leopoldo Torre Nilsson, y en Casanova (1976), de Federico Fellini, Pisano se volcó en el periodismo. Como reportera trabajó para medios como la RAI, El Mundo, The Guardian, Il Giornale, Marie Claire y Oggi. Cubrió conflictos en Palestina, Líbano, Chad, Irak, Bosnia o Somalia, y fue la única periodista presente en los bombardeos de Mosul y Basora en 1993. Su labor le valió numerosos reconocimientos, entre ellos la condecoración del Ministerio de Cultura y el premio a la mejor periodista de 2002 de la Asociación de Revistas de Información.

Además de crónicas bélicas, dejó una prolífica producción literaria. Fue finalista del premio La Sonrisa Vertical con Trilogía de perversos (1995), publicó A solas con Arafat (1997) y alcanzó gran repercusión con Yo, puta. Hablan las prostitutas (2001). También abordó la novela histórica y la investigación en títulos como Yo, terrorista, donde recogía testimonios de figuras como Ali Agca o la etarra Idoia López Riaño.

En sus últimos años, participó en programas televisivos como Gran Hermano VIP (2005), decisión que justificó por motivos económicos. Desde 2018, un progresivo deterioro de salud la obligó a ingresar en una residencia en Majadahonda.

Con Pisano desaparece una figura marcada por la intensidad y la controversia, que nunca se quedó a medias en sus pasiones y cuya obra, tanto periodística como literaria, mantiene vivo su empeño vital: "la búsqueda de la verdad del mundo y de mí misma".