Luis García Montero cuenta con el respaldo de José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, para prolongar su aventura como director del Instituto Cervantes. El escritor y catedrático de Literatura Española seguirá al frente de esta institución, la misma que comanda desde su nombramiento en 2018, durante la siguiente legislatura. Este lunes ha aprovechado la reunión anual del Patronato del Cervantes en el Palacio Real de Aranjuez, presidido por los Reyes de España, para hacer balance de su trabajo en estos años.

El Cervantes ha invertido su "curva de deterioro", aumenta sus cifras en matriculaciones y va recuperando presupuesto, pero no puede llegar a la alta demanda de aprendizaje del idioma español que existe en el mundo, según han puesto de manifiesto este lunes los responsables de la institución.

García Montero y la secretaria general, Carmen Noguero, han explicado los datos del curso académico 2022/23 en un encuentro previo a la reunión del Patronato, a la que ha asistido también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

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García Montero ha recordado que, a su llegada, alguna sede había sido vendida para hacer frente a los gastos de la plantilla por la crisis económica. Además, las transferencias del Estado se habían recortado en un 40 %. Esto suponía que la cifra se quedaba en 66 millones de euros, mientras que ahora se cuenta con 81 millones. Sumando los ingresos propios y los créditos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, la cifra alcanza los 167.464.950 euros. En la actualidad, "soplan buenos vientos" para el español en el mundo, que ya cuenta con 600 millones de hablantes potenciales, ha señalado el director. 

Del mismo modo, ha advertido de que, al haber tanta demanda de aprendizaje de español en el mundo, no hay profesores suficientes en el Cervantes, que tiene presencia física en 99 ciudades de 50 países (además de los 209 centros acreditados que cuentan con su aval para la enseñanza del español). Para contrarrestar esta carencia se contratan colaboradores que no cuentan con los derechos de los trabajadores de la institución, ha explicado García Montero, que ha solicitado un aumento de la plantilla.

La institución cuenta en este momento con 951 empleados, de los cuales 748 trabajan en la red de centros en el exterior. Esta cifra llegó a ser de 1.126 trabajadores y descendió hasta los 937 en 2019, por lo que, en la actualidad, se ha roto la dinámica negativa.

El Cervantes registró en el último curso académico 132.776 matrículas, lo que supone un aumento del 12,26 % respecto al curso anterior. 110.702 de estas correspondieron a cursos de español y el resto a cursos de formación de profesores y de la plataforma Aula Virtual del Español. Además, organizó 15.478 cursos, casi un 8 % más.

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En ese período se expidieron 18.179 certificados. Más de la mitad de ellos fueron del servicio internacional de evaluación de la lengua española (SIELE), una certificación creada por el Cervantes, la Universidad de Salamanca, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Buenos Aires. Actualmente hay 1.757 centros de examen en 91 países.

"Tenemos la sensación de que remamos a favor de la corriente porque los datos del español son muy positivos", ha destacado Carmen Noguero, que además ha recordado que, por fin, se ha reconocido el valor económico del idioma.

Ante la demanda "inabarcable" de aprendizaje de español, el Cervantes intenta "todas las formas de expansión de la red para responder", ha dicho la directora general, que ha destacado como gran reto el plan de transformación digital de la institución.

Los responsables del Cervantes han reclamado también un incremento "humilde" en los próximos presupuestos generales del Estado y que se sitúen en algo más de 90 millones de euros, para ir "poco a poco" y que no sea una carga para el Estado. Se prevé, a propósito, que los ingresos propios por matrículas y certificaciones serán similares a los de ahora, con un 43,5 % de autofinanciación.

García Montero, que ha indicado que el Instituto Cervantes "habla bien de España sin mentir fuera", ha recordado en su discurso ante el Patronato que "enseñar un idioma es mucho más que enseñar un vocabulario" y ha destacado cómo "la armonía, la política, están unidas en palabras como concordia y consonancia".

Antes de la reunión del Patronato, Felipe VI ha entregado el Premio Ñ 2023 del Instituto Cervantes al hispanista alemán Dieter Ingenschay, catedrático emérito de Literaturas Hispánicas en la Universidad Humboldt de Berlín, por su labor de difusión del español.