El Cultural

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Letras

La potencia mineral de los versos

'Umbral de la primera ola', de Jesús Díaz Armas, destaca por ser un primer libro de un poeta no joven y armado con un poderoso ritmo verbal

3 febrero, 2020 01:18

Umbral de la primera olaJesús Díaz Armas

Premio García Cabrera. Editorial Salto de Página, 2019. 88 páginas. 12 €

Jesús Díaz Armas (La Laguna, Tenerife, 1963) extiende una poética con redes para acotar sus muros transparentes y líquidos ante el enigma de existir. Sus poemas se asoman con plomo a la niñez como fuente infinita del milagro, que nos mira a los ojos entre brillos magníficos. Sucede así en el poema que funciona como apertura y sugerente poética, con esos ojos cerrados que descubren partículas de luz misteriosas y oníricas que permanecerán ahí, al otro lado de la punta de las palabras, porque hay una sustancia que no pueden tocar. Umbral de la primera ola destaca por ser un primer libro de un poeta no joven y armado con un poderoso ritmo verbal, conceptual desde una rara sutileza y con pocas concesiones a la plasmación directa de su testimonio.

He aquí un primer libro de un poeta no joven, armado con un poderoso ritmo verbal

Estamos ante un libro poderoso por la potencia mineral con la que nos habla y la limpieza pura de un estilo que acierta en la diana de la extrañeza de vivir. Un libro que guarda en la retina un largo recorrido, con honduras recónditas en la perduración de los rostros o el recuerdo entrañable con los juegos del padre. La luz merodea a nuestro alrededor y enfría las pasiones que no culminarán. Una mujer te asalta en mitad de sueño sólo para entender que la tierra anegada por los cantos corales puede recuperar un nicho que regresa con su limo y su sangre. Un viento zarpa lejos de nosotros para traernos el olor a carne de lo que no será, con su íntimo presagio de aventura hacia el sol que habitamos. Los recuerdos infantiles se abren y dan paso con naturalidad a unos pasos de danza sobre una piel mojada, en esa orilla ausente de las playas perdidas. ‘Piel invocante’ es un poema muy bueno sobre los sacrificios rituales de toda escritura, entendida como un acto de amor: “la punción el camino imaginado / es la ablación de la metáfora / es la imagen apuñalada el vientre abierto / de la música lumbre la masacre”. Los signos de puntuación no se echarán de menos porque su ritmo rapta. Su escritura es un trompo con mundos escondidos y bellezas insomnes.

@AzaustrePerez