Auscwitz

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Letras

Diez libros sobre Auschwitz, un decálogo para la memoria

El nombre de Auschwitz simboliza hoy la barbarie y la depravación más profundas en las que puede caer el alma humana. Cuando se cumplen 75 años de la liberación del campo, seleccionamos los diez libros que mejor recogen el horror de los supervivientes, y también su esperanza

27 enero, 2020 10:45

Hace hoy 75 años, la larga guerra que estaba sufriendo Europa parecía aproximarse inexorablemente a su final, y el Ejército Rojo entraba triunfalmente en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, a cuarenta kilómetros de Cracovia. Lo que allí descubrieron todavía tiene el poder de horrorizar a la humanidad hasta límites casi inimaginables.

El nombre de Auschwitz simboliza hoy la barbarie y la depravación más profundas en las que puede caer el alma humana. Las imborrables imágenes que todos tenemos en mente sólo nos permiten atisbar la superficie de algo mucho más profundo y terrible. Para ayudarnos a intentar entender algo que es ciertamente incomprensible, tenemos los testimonios de aquellos que sufrieron en carne propia, las víctimas de una maldad jamás superada.

Quizás no sea posible, pero merece la pena intentarlo, para que algo así nunca vuelva a ocurrir. Seleccionamos aquí, de entre la gran multitud de testimonios que han jalonado la conciencia europea durante las últimas décadas, los diez libros que mejor recogen el horror de los supervivientes, y también su esperanza.

Si esto es un hombre. Primo Levi

Epítome del superviviente, Primo Levi comenzó a escribir Si esto es un hombre casi inmediatamente después de la liberación de los campos, en 1946. Tenía ya muy claro que era necesario dar cuenta de lo sucedido, para que el mundo supiera la verdad, para que algo así jamás pudiera volver a repetirse. El autor narra con crudeza, de forma honesta y profunda, evitando melodramas e idealizaciones, su experiencia desde su deportación junto con otros judíos italianos, hasta la liberación por el ejército ruso. Las vivencias aquí presentadas nos resultan ahora desgraciadamente conocidas, por la literatura y sobre todo por el cine de los últimos 70 años, pero pocas veces se han plasmado con tanta crudeza, con tanta sinceridad, con una conciencia tan clara del valor y la necesidad del testimonio. La obra hubo de esperar hasta 1957 para ser publicada por una gran editorial y alcanzar notoriedad y difusión, lo que animó al autor a escribir dos libros más sobre su experiencia en los campos: La Tregua y Los hundidos y los salvados.

El hombre en busca de sentido. Victor Frankl

Este libro tuvo como primer título, en 1959, Del campo de muerte al existencialismo. Frankl, uno de los más ilustres psiquiatras de Viena relata su experiencia sobre el internamiento en Auschwitz. El shock inicial, da paso a otras emociones como la apatía posterior y finalmente la despersonalización. El médico también se refiere de forma pormenorizada a la crueldad de los "kapos" judíos, y deja constancia del abrumador sinsentido que le perturba una vez en libertad. La conclusión de la obra es el valor inconmensurable de la vida. La lucha por su subsistencia destaca que lo más importante del hombre es el espíritu, la dignidad, el amor. Bajo condiciones totalmente adversas aparece la pregunta por el sentido de la vida. La vida solo tendrá sentido si tiene una finalidad, un destino último. Cualquier hombre puede ser feliz, sólo debe tener un rumbo marcado y una meta clara, en las que ponga todo su esfuerzo y voluntad; a pesar de que su entorno sea perjudicial y contrario a sus principios y valores morales.

Eichmann en Jerusalén. Hannah Arendt

Adolf Eichmann fue el responsable del Departamento de Emigración Judía y estuvo en la Conferencia de Wannsee, donde se aprobó la conocida como “solución final”. Hacia 1960, vivía en Buenos Aires, se llama Ricardo Klement y trabaja en una oficina de Mercedes Benz. En mayo de ese mismo año el Mossad lo secuestró y se lo llevó a Jerusalén para ser juzgado (y finalmente ahorcado). La filósofa de origen alemán Hannah Arendt trabajaba para The New Yorker cubriendo el irregular proceso y se dedicó a trazar un retrato de Eichmann. Sus artículos acabaron por convertirse en un libro clásico con un subtítulo esclarecedor: La banalidad del malPara Arendt, Eichmann era simplemente un gris burócrata, un operario dentro de un sistema basado en los actos de exterminio, un individuo que actuaba dentro de las reglas del sistema al que pertenecía sin reflexionar sobre sus actos ni preocuparse por sus consecuencias. Estos planteamientos, y su defensa de los mismos,  la alejaron profundamente de la postura de Israel y de la comunidad judía internacional contra los nazis y los crímenes del Holocausto, y le granjearon numerosas críticas.

Sin destino. Imre Kertész

En 2002, Imre Kertész se convertía en el primer escritor húngaro galardonado con el Premio Nobel de Literatura, por sus novelas y ensayos en los que ha plasmado minuciosamente y con extremo lirismo su experiencia del Holocausto. En 2012 anunció que abandonaba de forma definitiva la escritura, pues ya había logrado cerrar esa etapa. Para la posteridad ha quedado su obra, y de forma especial su novela Sin destino, que relata la historia del año y medio de la vida de un adolescente en diversos campos de concentración nazis, basada en su propia experiencia personal. Con una máscara puesta, Kertész bucea en sus recuerdos y relata de forma objetiva e incluso irónica la hiriente realidad de los campos de exterminio caracterizada por la humillación arbitraria y la cotidianidad más inhumana.

Auschwitz. Los nazis y la solución final. Laurence Rees

El 20 de enero de 1942, los grandes jefes de todos los estamentos del Tercer Reich se reunieron en una villa junto al lago Wannsee, en las cercanías de Berlín, para hablar abiertamente del exterminio judío. Aquello se llamó "solución final". Como epílogo a unos documentales para la BBC, el británico Laurence Rees escribió un libro basado en cientos de entrevistas a multitud de personas relacionadas de una forma u otra con esa reunión y con el Holocausto: antiguos miembros de las SS que afirmaban no estar arrepentidos, judíos emigrados a América o a Israel, soldados aliados que relatan lo que vieron… Un testimonio escalofriante relatado por sus propios protagonistas que pretende despertar nuestras conciencias para que entre todos impidamos que vuelva a haber otro Auschwitz.

Seguir viviendo. Ruth Klüger

Solo 50 años después de su deportación, en 1992, la vienesa Ruth Klüger encontró las fuerzas para narrar su experiencia. Cuando Hitler llegó a Viena era una niña de seis años que vio como paulatinamente se desmoronaba su mundo para transformar su infancia en un infierno de hostil antisemitismo. Su padre, un ginecólogo judío que perdió su licencia sería detenido y asesinado y  ella sería deportada con su madre a Theresienstadt en 1942 y, un año más tarde, a Auschwitz. Allí, logró sobrevivir gracias a la poesía, compone sus primeros versos y descubre que el alemán no pertenece a los nazis, sino a los que aman la vida y la belleza. Aunque a pesar de su mensaje de optimismo, reconoce que “Auschwitz no fue un centro de enseñanza de nada y mucho menos de humanidad y tolerancia”.

Más allá de la culpa y la expiación. Jean Améry

"Creo que esta obra, como diagnóstico, se sitúa más allá de la culpa y de la expiación. En ella se describe cómo se sufre la violencia, eso es todo. En este libro no me dirijo a mis compañeros de infortunio. Ellos ya saben. Cada uno debe soportar a su modo el peso de esta experiencia. A los alemanes, por el contrario, que en su aplastante mayoría no se sienten, o no han dejado de sentirse, responsables de los actos al mismo tiempo más sombríos y más característicos del Tercer Reich, me gustaría narrarles algunos hechos que tal vez no les habían sido aún revelados. En definitiva, todavía aliento la esperanza de que este trabajo sirva a una buena causa: entonces podría concernir a todos aquellos que no renuncian a su condición de prójimos". Así comienza este libro Hans Mayer nombre real de un Améry que tras la anexión de Austria por Alemania en 1938 decide emigrar a Bélgica, donde se une a la resistencia antinazi hasta que en 1943 es arrestado e internado hasta 1945 en Auschwitz. Incapaz de salir de la turbia atmósfera de una mente estragada por recuerdos traumáticos, se quitó la vida en 1978 en la ciudad de Salzburgo.

El diario de Helga. Helga Weiss

Helga Weiss comenzó a escribir e ilustrar su diario en 1938. A los ocho años vivió la invasión nazi de Praga recluida en su casa. En 1941, toda la familia fue enviada al campo de concentración de Terezín, donde durante tres años la niña documentó en sus cuadernos la vida cotidiana, las duras condiciones y los buenos momentos, hasta que fueron transferidos a Auschwitz. Helga Weiss cuenta que, antes de subir al vagón, le entregó a su tío las páginas de su diario y éste las escondió entre los ladrillos de una pared. De los quince mil niños que llegaron a Terezín y fueron enviados a Auschwitz, solo cien sobrevivieron al Holocausto. Helga fue uno de ellos. Cuando regresó a Praga, había cumplido quince años y, en la pobreza más absoluta, continuó el relato de las experiencias sufridas desde que dejó de escribir. Reconstruido a partir de los cuadernos originales y de las hojas sueltas en las que Helga escribió después de la guerra, se acompaña de una entrevista a la autora, y de los dibujos que realizó en Terezín. Un testimonio trepidante y desgarrador contado desde la mirada de una niña que creció en el Holocausto.

Sonderkommando. Shlomo Venezia

Este libro merece una atención especial, pues narra la historia de una de las figuras más controvertidas de los campos de exterminio. Los "sonderkommando", eran unidades formadas por prisioneros judíos que se encargaban de acompañar a los nuevos prisioneros que llegaban desde los trenes hasta las cámaras de gas, los ayudaban a desvestirse y a entrar en esas salas y, después de morir, les cortaban el pelo y les sacaban los dientes de oro. Después les llevaban a los hornos crematorios. Shlomo relata, sin ahorrar detalles, la enloquecedora experiencia de alguien forzado a matar a los suyos para sobrevivir (incluso tuvo que matar a su primo), y sus profundas dificultades para readaptarse a tratar con personas normales tras su huida del campo. Una mirada diferente a un mismo horror.

El niño con el pijama de rayas. John Boyne

Auténtico fenómeno editorial, basado en hechos reales, que explora la reacción infantil ante la incapacidad de comprender lo ocurrido en un campo de exterminio. La obra de Boyne contrapone a sus dos protagonistas, el hijo del director del campo, con un niño prisionero, entre los que surge una relación de necesidad, más que de amistad que precipita el desenlace de la novela, en la que ambos acaban juntos tras un lado de la alambrada. A pesar del enfoque, quizás demasiado inocente y cándido (no es sumamente creíble que el protagonista no sepa o sospeche absolutamente nada de la verdad que le rodea), la trascendencia del tema y sobretodo su impactante final la hace una lectura apropiada, especialmente para que las nuevas generaciones tengan un primer contacto con un tema tan devastador.