Image: Los hijos de la duquesa roja ganan la batalla por su herencia

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Letras

Los hijos de la duquesa roja ganan la batalla por su herencia

La Fundación Casa Medina Sidonia, valorada en casi 30.000.000 euros, posee el mayor archivo documental de Europa, con textos que se remontan a la Edad Media

25 junio, 2018 02:00

Archivo General de la Fundación Casa Medina Sidonia. Palacio de los Guzmanes.

Tras una larga batalla judicial, los hijos de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, XXI duquesa de Medina Sidonia, ganan la batalla por la herencia y el gran archivo cultural a su viuda Liliane Dhalman, con la que la conocida como duquesa roja contrajo matrimonio en 2008 once horas antes de morir, cediéndole así el control de la Fundación Casa Medina Sidonia y de todos sus bienes.

Con un total de seis millones de documentos cuyo origen se remontan algunos a la Edad Media, la Fundación Casa Medina Sidonia, valorada según la reciente sentencia, al margen del resto de inmuebles y bienes, en casi 30.000.000 euros, posee el mayor archivo documental de Europa. Un patrimonio cultural, cuyo texto más antiguo se remonta al siglo XII, y una colección de arte, de incalculable valor, que alcanzan la categoría de Bien de Interés Cultural.

Ahora, en su sentencia, la Audiencia Provincial de Cádiz ha dado la razón a Leoncio, Pilar y Gabriel González de Gregorio y Álvarez de Toledo que tendrán derecho a percibir una participación indivisa sobre los bienes donados por la duquesa a la fundación, presidida por la viuda. En este sentido, el fallo, aunque recurrible al Tribunal Supremo, considera que la duquesa perjudicó a sus propios hijos en la parte de la herencia que por ley les correspondía y por tanto insta a restituir los derechos a sus herederos, que además deberán figurar como cotitulares de dicha entidad.

La Audiencia ha tardado un año y medio en decidir sobre las apelaciones interpuestas contra la sentencia dictada en 2015 por José Lázaro Alarcón, el juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar de Barrameda, en la que se dictaba que los hijos debían recibir 30 millones de euros en compensación por los bienes que la duquesa cedió a la Fundación. Un fallo que ya entonces llevó a sus herederos naturales, más interesados en recibir los bienes en sí mismos, a recurrir debido a que vieron vulnerada la práctica totalidad de su patrimonio.