Image: El cónclave del libro iberoamericano

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Letras

El cónclave del libro iberoamericano

21 junio, 2017 02:00

Oche Califa, Sandra Pulido, Elvira Marco, Marisol Schulz, Manuel Gil, Marianne Ponsford y José Carlos Alvariño en la Feria del Libro de Madrid. Foto: CERLALC

Los directores de las cinco principales Ferias Iberoamericanas del Libro valoran los resultados de la reunión mantenida durante la Feria del Libro de Madrid gracias al apoyo de Acción Cultural Española (AC/E) a través de su Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE).

Más allá de los 8,8 millones de euros en ventas y de la gran afluencia de visitantes, la reciente Feria del Libro de Madrid ha sido testigo y protagonista de un evento sin precedentes y de gran importancia para el futuro del sector. Durante esta edición ha tenido lugar un relevante encuentro que ha reunido durante tres días a los directores de las cinco ferias principales de una y otra orilla de nuestro idioma: Marisol Schulz (Guadalajara), Sandra Pulido (Bogotá), Oche Califa (Buenos Aires) y José Carlos Alvariño Ordóñez (Lima). Manuel Gil, director de la feria madrileña, fue el anfitrión de estas jornadas en las que también participó Marianne Ponsford, directora de CERLALC (Centro Regional del Libro para América Latina y el Caribe). Elvira Marco, directora general de Acción Cultural Española (AC/E), que ha promovido la reunión a través de su Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE), destacó que esta considera fundamental "promover el negocio editorial, así como apoyar la internacionalización de la Feria del Libro de Madrid y la presencia de autores y editores españoles en las ferias americanas. Es decir, reforzar las redes de ida y vuelta".

Estas jornadas de trabajo permitieron la puesta en común de experiencias y el estudio de los distintos modelos de financiación de estos eventos, con el objetivo de potenciar la difusión de la lectura y del libro como soporte esencial del conocimiento en la sociedad de la información, desde el compromiso con la evolución hacia sociedades más formadas, plurales, abiertas y capaces de articularse y actuar desde el pensamiento crítico. Y si bien el encuentro ha mostrado las diferencias entre las cinco ferias, también se ha podido percibir la gran satisfacción de sus directores y su común sintonía a la hora de afrontar los grandes retos de futuro en el mundo del libro. A ojos de Marisol Schulz, directora general de la FIL de Guadalajara -que recibirá a Madrid como invitada de su próxima edición-, "fue un encuentro muy fructífero y productivo. Nos permitió intercambiar varios puntos de vista sobre nuestras respectivas organizaciones y los modelos en que se basan. Se trata de ferias muy distintas entre sí, no sólo por su perfil sino también por la instancia que las organiza. En el caso de Guadalajara, la FIL es una iniciativa de una universidad pública mexicana y eso le imprime un carácter específico".

En el lugar opuesto se sitúa José Carlos Alvariño, director de la Feria Internacional del Libro de Lima, que asegura que en la feria peruana "no se deja sentir la participación del Estado ni económicamente, ni con contenidos en nuestras ferias. Nunca un presidente ha inaugurado, o siquiera visitado la Feria Internacional del Libro de Lima, como sí pasa en casi todos los otros países del mundo. Ojalá que el encuentro de Madrid llegue a oídos de nuestro presidente y este año acepte nuestra invitación a inaugurar la feria el 19 de julio". Para Sandra Pulido y Oche Califa, directores de las ferias de Bogotá y Buenos Aries, el encuentro supone una ventaja clave a la hora de fortalecer vínculos para trabajar por una misión: la circulación del libro, de autores y editores, y el fomento de la lectura y de nuevos lectores. "Todos compartimos intereses similares de fondo e implementamos formas diferentes para hacerlos posibles. Conocer qué ha funcionado y qué no, sirve como guía en cada país y, por supuesto, acorta distancias para la presencia de cada uno de nuestros países en las otras ferias", asegura la colombiana.

"Para quienes llevamos adelante ferias del libro nos resulta vital conocer otras, porque aunque hay aspectos que son públicos otro no, como enterarnos de las problemáticas de gestión de cada una o conocer opiniones de sus responsables sobre el futuro de las mismas y del libro. Por mi lado, regresé con varias experiencias de las demás que nos servirán", apunta el director argentino. Para el representante local, Manuel Gil, partiendo de la base de que cada feria tiene su personalidad propia, "es interesante contrastar la bibliodiversidad ferial de cada una de ellas. Sentar en una mesa a las cinco grandes Ferias del Libro de habla hispana de los dos lados del Atlántico nos hace pensar que hemos abierto un camino de colaboración que dará sus frutos en los próximos años", afirma optimista.

Pero además de la apertura de este camino de colaboración, como lo llama Gil, el papel de AC/E en la relación entre nuestro país y las diversas ferias es capital a la hora de permitir la movilidad de autores entre los diversos países iberoamericanos. Un apoyo que ahora crece y toma nuevas direcciones gracias a esta visita. "Estar in situ permite este tipo de cosas, que desde la distancia son más complicadas. A veces una charla que parece circunstancial o informal activa la propuesta de un autor o, incluso, de una presencia profesional o de capacitación que nos interesa. AC/E es, desde hace unos años, muy valiosa para nosotros porque siempre responde muy bien a las postulaciones que hacemos de autores, pedagogos o narradores orales", asegura Oche Califa. Para José Carlos Alvariño, que lleva colaborando con AC/E dos años, "este encuentro es el inicio de una colaboración más estrecha, más allá de la financiación de pasajes para escritores españoles, también importante", augura el director peruano. "Comprendo ahora mejor la visión de la institución y me llevo a Lima la tarea de buscar, con el equipo de la Cámara Peruana del Libro, nuevas propuestas de colaboración".

"La muestra clara de asociación entre FILBo y AC/E es la presencia de varios autores españoles en Bogotá. Este año por ejemplo nos acompañaron Sara Mesa, Gabriela Ybarra, Alicia Kopf y Luisgé Martín gracias a esta alianza, entre otros españoles (autores y editores) que vinieron a la ciudad", explica Sandra Pulido. Del mismo modo ocurre con la más grande de todas, la FIL de Guadalajara, donde "AC/E nos ha venido apoyando con el traslado de algunos escritores españoles, pero no únicamente autores, también ha apoyado el viaje de ilustradores y participantes en nuestros programas de profesionales del mundo de la edición", relata Marisol Schulz, que defiende la elección de la capital española como invitada de honor de esta edición. "La elección de Madrid como invitada de honor en 2017 se debe a que se trata de una ciudad con una tradición literaria ancestral y una actividad editorial vigorosa y divergente, que incluye a editores imprescindibles en nuestra lengua así como a muchos pequeños editores que nunca tuvieron la oportunidad de asistir anteriormente a nuestra Feria".

Amén de todas las colaboraciones, sinergias y contactos generados por el trabajo conjunto de los directores, el espíritu de esta reunión propocionada por PICE cristalizará en lo que Manuel Gil ha dado en llamar la "Declaración de Madrid", un documento conjunto de los directores asistentes que, "al margen de reafirmar la importancia del libro en la cultura, y la necesidad de apoyo a librerías y bibliotecas, procede a constituir un grupo estable y permanente de trabajo para fomentar la cooperación y el intercambio de experiencias entre estas Ferias", explica el director."El texto refiere al valor que las ferias tienen como encuentros culturales en sí y como promotoras del libro y la lectura, lo que significa que luego ayudan a la red de bibliotecas y al canal librero. Y por eso creemos que deben ser estimuladas en todas las ciudades, para que se hagan donde no se hacen o para que se fortalezcan donde ya ocurren", apunta Oche Califa.

En el mismo sentido se expresa Sandra Pulido, quien asegura que lo que buscan es "mostrar la relevancia de las ferias del libro y su valor simbólico en la construcción de identidad cultural y representación de un país. El valor del libro tiene que trascender las transacciones económicas e inculcarse como un valor intrínseco de la cotidianidad". Algo relevante en casos como el de la Feria de Lima, que es la única de las cinco participantes en el encuentro que no cuenta con ningún apoyo del Estado, algo que José Carlos Alvariño espera que cambie con este manifiesto. "Esta declaración es un paso para fortalecer las ferias del libro en toda la región, para mirar qué está haciendo bien el vecino y actuar en consecuencia. Difundir esa realidad de apoyo público en otros países va a ayudar a cambiar las cosas en el mío".

Cambios, avances, mejoras y sobre todo mucho diálogo y aprovechamiento de las experiencias compartidas o diferentes, posible gracias a AC/E, a quien Manuel Gil hace un último reconocimiento al afirmar que su apoyo va más allá de la mera financiación. "No sólo ha existido un apoyo económico sino también a nivel de comunicación. La FLM está inmersa en un programa de internacionalización en el que el objetivo es convertir el producto FLM en una marca de significación internacional, y en este punto el apoyo de esta entidad es decisivo por su experiencia en este tipo de procesos", apunta. "Estamos muy contentos y satisfechos de abrir una relación con AC/E de cara a próximas ediciones en las que presentaremos nuevos proyectos en esta línea".