Image: Cuéntame una de rock and roll

Image: Cuéntame una de rock and roll

Letras

Cuéntame una de rock and roll

El Pirata y Javier Broco publican Las mejores anécdotas del rock and roll (La Esfera)

20 mayo, 2015 02:00

AC/DC

El primer trabajo de Elvis Presley fue cortando el césped de sus vecinos. Johnny Cash se alistó en el ejército y se dedicó a interceptar las transmisiones en morse de los rusos. Bob Dylan tuvo que aprender a vocalizar para ser respetado porque no se entendía lo que cantaba. AC/DC vio esas letras en una aspiradora y les gustó para bautizar a la banda pero en slang se usan para denominar a los bisexuales de modo que a sus primeros conciertos acudían feligreses esperando encontrar otra cosa. El camerino de David Bowie tiene que estar a ocho grados. Robert Plant, de Led Zeppelin, aborrece una de sus grandes canciones, Starway to Heaven. Alice Cooper, por su parte, escogió su nombre artístico mientras abría una bolsa de Doritos. Todas estas historias del rock&roll, algunas tal vez desconocidas para la mayoría, son las que reúne el libro Las mejores anécdotas del Rock&Roll (La Esfera) de El Pirata y Javier Broco.

"Lo único que nos planteamos es que no fuera un ladrillo, un profundizar sesudo de psicoanalistas y brujos del rock", explica El Pirata. El objetivo principal de los dos autores es entretener y, en segundo lugar, divulgar el mundo cultural y de diversión que hay en el rock. "Y que escuchen música" mientras lo leen, apunta Broco. Una infinidad de aventuras de los artistas más conocidos en el panorama internacional que cuentan cada día en el programa radiofónico El Pirata y su banda y que descubren "leyendo mucho". "No nos llama Axl Rose para contarnos cosas, a él ni siquiera le daría mi número de teléfono, por si acaso", bromea El Pirata.

Cuenta Piri que su historia favorita es la del cantante de Los Suaves, Yosi, que pretendía vivir tan solo dos años de la música. La cosa se fue convirtiendo en algo más y pidió una excedencia en su trabajo en el cuerpo de la Policía Nacional. "Ahora es un rock star y cobra de la poli, es un madero en excedencia", ríe. O cómo se filtró el disco de U2; el líder, Bono, puso en su casa a todo volumen el nuevo trabajo, una fan lo grabó con el móvil y lo subió a Youtube. "Muchas historias se saben con el tiempo por eso es más difícil saber las anécdotas de los grupos actuales que, por otra parte, son más herméticos", apunta Javier Broco.

Hay discos que si no hubiera sido por un golpe de suerte su título hubiera quedado en el primer planteamiento y quién sabe si hubieran triunfado como lo hicieron. Es el caso de Tommy de The Who (lo querían llamar El chico sordo, tonto y ciego), Revolver de los Beatles (Los cuatros lados del triángulo eterno, Círculos mágicos o Los Beatles de Safari). Y canciones que nacen de una broma como Loser de Beck. Al principio de su carrera el genio indie cantaba en todo lugar que se terciara. Para saber si el público le hacía caso solía decir alguna tontería entre canción y canción. Un día, en la cocina de un amigo empezó a rapear cosas sin sentido. Grabaron la canción y la discográfica quiso publicarla. En un principio él se negó... al final accedió y, tal vez, se haya convertido en la canción por excelencia del estadounidense.

Aunque hay un gran ausente: la parte femenina del rock and roll. "No está esa parte porque como caballeros que somos no vamos a contar ciertas historias", dice El Pirata. Por su parte Broco admite que "es más complicado". Por otro lado, las bandas y líderes españoles también tienen su cabida en este primer volumen aunque de una manera menos notoria y no tan voluminosa. "De los españoles se sabe menos y tienes el riesgo de que no les guste, vengan y te den", rompe en carcajadas El Pirata.

Roberto Iniesta, líder de la banda Extremoduro, comenzó pidiendo dinero en los bares de Plasencia para grabar su segunda maqueta (digamos que fue el primer crowdfunding) y Fortu, de Obús, triunfa en la cocina. "¿Por qué el verdadero rock and roll no es música de masas? Porque la miel no está hecha para la boca de los asnos", decía Loquillo. Y es que, según los dos hombres de la radio, en el rock nacional "cada uno va a su bola". El problema, continúa El Pirata, es que "nunca hemos estado unidos, si lo hubiéramos hecho durante los 80 el movimiento hubiera sido más grande. Pero los pijos del pop y de la new wave ganaron la guerra".

Y aunque seguimos muy influenciados por los 80, el único momento de unión en España es que "nos juntamos para pedir la bajada del IVA". "El rock and roll siempre sonó marginal y es todo lo contrario. El rock tiene una vitalidad per se que hace jóvenes a quienes lo escuchan". De todos modos, prosigue, "lo más importante es tener la capacidad receptiva para emocionarte con lo que escuchas".