Image: Juan Eduardo Zúñiga, el jardinero de la literatura española

Image: Juan Eduardo Zúñiga, "el jardinero" de la literatura española

Letras

Juan Eduardo Zúñiga, "el jardinero" de la literatura española

El escritor madrileño cultiva en su libro de cuentos Brillan monedas oxidadas una pléyade de personajes aplastados por su destino

14 diciembre, 2010 01:00

Juan Eduardo Zúñiga. Foto: Carlos Barajas.

Juan Eduardo Zúñiga (Madrid, 1929) escribe despacio. Es algo que prueba su obra breve (pero intensa) y el tiempo que tarda en dedicar un libro. El bolígrafo, entre sus dedos sarmentosos, discurre lento por la página. Las prisas y las urgencias editoriales no van con él. Por eso la llegada de un nuevo volumen suyo a las librerías es una gran noticia. Brillan monedas oxidadas es el título de la compilación de relatos que ha presentado este martes en el Centro Cultural de Círculos de Lectores. En realidad el libro no es del todo inédito, porque entre los cuentos agrupados se alternan algunos ya publicados en el pasado con otros que todavía no habían visto la luz.

Quizá la novedad fundamental de esta colección de cuentos es que sus tramas trascienden la guerra civil y la posguerra, contexto histórico recurrente en la obra de Zúñiga, uno de los autores españoles que más detalladamente ha retratado aquel desatino histórico y sus consecuencias. Ahí está su trilogía compuesta por Largo noviembre en Madrid, La tierra será un paraíso y Capital de la gloria, tan celebrada entre críticos y otros escritores. Pero ahora ha dejado atrás esa herida nacional y sus narraciones deambulan por los paisajes más dispares. "La guerra civil es un episodio dramático que me acompañará toda mi vida, y alejarme de ella no ha sido como quitarme un peso de encima, simplemente mi imaginación ha buscado nuevos espacios y he vivido una especie de exaltación creativa", explica el autor madrileño.

Para Zúñiga el hilo conductor de los quince relatos incluidos en Brillan monedas oxidadas es que "todos giran en torno al conflicto del ser humano con su medio, hablan de la intimidad y de los estados de ánimo, pero también se oye la voz de la historia". Además, remacha el veterano escritor, "todos sus personajes tienen en común la rebeldía frente a sus destinos, en situaciones muy distintas y en épocas diferentes".

El sueño de Kafka: Madrid
Uno de esos tipos que pretende revolverse contra el peso de su sino es -ni más ni menos- el propio Kafka. Zúñiga reconstruye una hipótesis biográfica viable a juzgar por lo hallado en la correspondencia del escritor checo. Al parecer quería abandonar el ambiente opresivo de Praga y de su familia e instalarse en Madrid. Aquí vivía un tío suyo, que trabajaba como director de Ferrocarriles Españoles. Pero éste siempre intentó disuadir a Kafka de que se plantara en la capital española. "Se llamaba Alfred Loewy y apenas queda rastro de él, pero la historia es verdad", aclara Zúñiga.

Kafka acabó muy enfadado con su tío español y sin posibilidad de escapar de su gris destino de burócrata. Resignado y triste, en un entorno castrante, como la gran mayoría de los personajes de Zúñiga. Gustavo Martín Garzo, su acompañante en la presentación, lo ha descrito como "el jardinero más secreto de nuestra literatura", que se ocupa "no de las flores que nos acompañan a la luz del día", sino de aquellas "que crecen el oscuro subsuelo". Y ha tirado de Italo Calvino, en concreto de la última conversación que mantienen el gran Khan con Marco Polo en Las ciudades invisibles, para resumir el sentido último de su obra. El viajero veneciano confiesa que su verdadera intención al viajar es "buscar en el infierno lo que no es infierno y darle espacio y hacerlo duradero". Eso es lo que hace Zúñiga, pero en lugar de viajando, escribiendo.