Letras

Milagros del Corral

“El valor de la Biblioteca Nacional es comparable al del Museo del Prado"

25 junio, 2010 02:00

Sergio Enríquez-Mistal

Estamos tan acostumbrados a que los altos cargos culturales sean el botín de guerra del partido ganador de las elecciones (para ti el Instituto Cervantes, para ella la Fundación Carolina, o el Arqueológico, o la Seacex, o...) que cuando fue nombrada para dirigir la Biblioteca Nacional una profesional independiente y prestigiosa como lo es Milagros del Corral cayó sobre la Biblioteca un bálsamo de bienestar y satisfaccción inusitado. La nombró César Antonio Molina, que fue un buen ministro de Cultura, pero su sucesora, Ángeles Gonzaléz-Sinde, cometió el error, seguramente sin medir la consecuencia, de maltratar gratuitamente a la Biblioteca Nacional, rebajándole el status con el pretexto de la restricción de gastos. La directora consideró que se había ofendido a la Biblioteca Nacional injustamente, y abandonó el puesto. Inaudito, en estos tiempos de adhesión inquebrantable al cargo.

Un tsunami de solidaridad se cernió sobre ella y la Biblioteca Nacional nada más conocerse la noticia. Hubo dimisiones, adhesiones y protestas, no sólo de colegas o catedráticos: más de cien mil internautas incendiaron la red porque se sintieron agraviados. Bastante asombroso todo. Como fin de fiesta, el próximo miércoles, 30 de junio, Milagros del Corral recibirá un homenaje de buena parte de sus colegas.

-Ha sido muy emocionante, pero créame que me costó mucho tomar la decisión de marcharme. Dejar la Biblioteca cuando estás enamorada de lo que estás haciendo, trabajando con un equipo maravilloso, con el tricentenario en puertas... ha sido duro, pero cuando escuché las explicaciones de la ministra, tan surreralistas, comprendí que no tenía más remedio que marcharme, que se iban a cumplir mis más negras expectativas y no quería ser cómplice. Podían haber revocado la decisión, pero no quisieron volverse atrás. Y no tuve cara de negar a mis colegas que aquí no había pasado nada, porque sí había pasado: nos recortaban las alas, íbamos a ser dependientes y, lo peor de todo, gratuita e innecesariamente, entre otras cosas porque creían que iba a pasar inadvertido. Le ofrecí a la ministra permanecer en el cargo hasta que nombrara al sucesor pero prefierieron que ese mismo día me marchara. "Ya no es necesario que vengas más", escuché. " Sí, iré el lunes para despedirme de mis colegas", les dije.

Sus muchos años de trabajo fuera de España (como Subdirectora General en la UNESCO, adonde ha vuelto ahora al frente del Comité Organizador del Foro Mundial sobre el Futuro del Libro), su inteligente vivaz y divertida, sus cuatro idiomas... le sobrevienen a Milagros del Corral constantemente. Tiene algo foráneo en su actitud, en su figura menuda. No hay quien dude de que sabe lo que tiene entre manos. Cuando hablamos de su trabajo de estos años en la Biblioteca, se entusiasma: "Hemos trabajado en muchos frentes, y en todos veo algún logro colectivo del que sentirnos satisfechos".

"Caí como un extraterrestre".
-Cuéntenos los que más le han importado...
-Haber comenzado con la operación manuscritos para poner al día los 12.000 que teníamos sin catalogar, y que ya tenemos 7.000 catalogados; el posicionamiento de la Biblioteca en el ámbito internacional, espectacular, porque en sólo dos años hemos logrado estar en todos los foros, desde presidir la biblioteca digital europea a estar en los Consejos de Adminitraccion de las principales centros... cosas impensables antes; también se han hecho adquisiciones importantes, alguna gracias en parte a El Cultural, como el valioso Códice Deza, que compró el Ministerio para la Biblioteca... Luego, claro, algo fundamental: la digitalización... Pero quizá lo más importante ha sido el espíritu que se creó en torno al proyecto que diseñamos. La ilusión general. Yo no llevé conmigo a nadie a la Biblioteca, caí en ella como un extraterrestre, pero créame que el equipo ahora parece otro. Era gente muy valiosa, pero había que motivarla. Y cuando todos compartimos un objetivo y un escenario temporal como el del tricentenario de la Biblioteca, un motivo para empezar y acabar los trabajos, lo que los anglosajones llaman un "dead line", pues poco a poco, como por círculos concéntricos, se fueron sumando más y más personas, y la gente empezó a sonreír.

Las cifras en la BN son importantes: 26 millones de piezas, de las cuales, unos 10 millones son libros (30.000 manuscritos y cerca de 3.000 incunables), y el resto revistas, fotografías, grabados, periódicos, documentos... Cada año ingresan unas 900.000 mil más. "Es un espectáculo -dice Del Corral- ver la entrada diaria de paquetes a la Biblioteca, imagine que antes llegaba un BOE y ahora llegan 17". En el edificio de Recoletos, que hay más seguridad, está el fondo antiguo, y el resto, en la sede de Alcalá de Henares, que ocupa ya 6 grandes torres.

"¿El de mayor valor? Dificilísimo saberlo: cómo decir si es más valioso el manuscrito del Beatro de Liébana (el más antiguo, posiblemente) que uno de los pocos dibujos a lápiz de Velázquez; cómo decir si el Poema de Mio Cid vale más que el manuscrito de El Aleph de Borges o un grabado de Durero. Lo que sí le digo es que el valor de la BN es perfectamente comparable al del Museo del Prado".

Su presupuesto es de 52 millones de euros anuales, pero la BN ha desarrollado estos años una estrategia de mecenazgo muy robusta, que le ha permitido organizar multitud de actividades, además, claro, de emprender la digitalización de los fondos gracias a los 10 millones que les dió Telefónica, "tras una gestión que la Biblioteca le debe a César Antonio Molina".

-¿Por dónde empezó la digitalización y en qué situación se encuentra hoy?
-Empezamos por inventar el modelo de Biblioteca Digital. Cuando llegué estaba el nombre, Biblioteca Digital Hispánica, y se había armado una comisión de sabios que trabajaban para decidir los 200 documentos más valiosos... en fin, estaba la voluntad y apenas nada más. Así que imagine lo que pudo confortar a todo mi equipo salir el 13 de enero con la digitalización de unos mil documentos de las obras maestras, y el 31 de ese mismo mes estar firmando con Telefónica. Lo que presentamos lo habíamos hecho gracias a los 500.000 euros que nos facilitó red.es, a la que estoy eternamente agradecida porque sin esa presentación, ni Telefónica ni nadie habría creído que éramos capaces de esto. Nuestro compromiso era llegar en 2012 a los 200.000 documentos digitalizados.

- ¿Cómo iba a celebrar el tricentenario de la Biblioteca?
-Con muchas cosas. Primero, un Congreso mundial de hispanistas, en el que ya trabaja Carlos Alvar, presidente de la Asociación mundial, de la que forman parte unos 18.000 investigadores, y que queríamos hacer coincidir con el final de los actos, en 2011. Porque el 29 de diciembre de 1711 Felipe V firma la real orden por la que se crea la Biblioteca real pública, y se inaugura en marzo de 1712, en el palacio pero abierta al público. A caballo también entre el 2011 y 2012 se pondrá en marcha otro proyecto muy lindo en el que la BN sacará sus fondos a los museos. Cada museo español va a eligir una obra emblemática de su colección y la Biblioteca se compromete a ilustrarla con libros y documentos. De otro proyecto serán protagonistas los internautas. Lo hemos llamado "En Busca del Tesoro" y les hemos pedido que nos ayuden a buscar los tesoros que, perteneciendo al patrimonio documental español, forman hoy parte de colecciones públicas extranjeras.

No acaban aquí los proyectos, que discurren luego con la oferta de música in streaming, tecnología que te permite oír la música cuantas veces quieras, y gratuitamente, pero sin poderla descargar. Colecciones de música española, de cantautores, de flamenco... desde una plataforma protegida sujeta a derechos que ya ha firmado con la Sgae por 17.000 euros anuales, "una cantidad muy razonable".

- Un servicio de calidad y gratuito y una piratería creciente. ¿Por qué cree que la piratería es tan feroz en España?
- Porque aun cuando la "cultura de la gratuidad" está muy unida a la historia de Internet, en España no se abordó a tiempo una regulación clara de la copia privada dejándose instalar estos comportamientos en base a decisiones judiciales que hicieron interpretaciones laxas. Hay que sumar el extenso despliegue de la banda ancha, que facilita las descargas. También ha influido el retraso de ofertas legales de música y cine a precios razonables y la falta de conocimiento de los ciudadanos en cuanto a la razón de ser y régimen jurídico del derecho de autor y un déficit de pedagogía pública en cuanto a su aplicación a los bienes intangibles, cuando son los intangibles los que van a constituir la economía del futuro. Han fallado mucho las sociedades de gestión. Y, por supuesto, la picaresca clásica de los españoles.

La tecnología como solución
- ¿Y qué soluciones ve?
- Creo que, en pocos años, las propias tecnologías lo dejarán obsoleto. Me refiero, en concreto, a la convergencia en el tiempo del streaming y el "archivo en la nube" (clud computing) que van a conducir a terminales más orientadas al acceso / consulta que al archivo de contenidos. Y, por supuesto, la proliferación de ofertas legales que propongan contenidos de calidad, valor añadido y precios asequibles. Es un reto que los sectores interesados empiezan a abordar con gran prudencia ya que supone un replanteamiento del modelo de negocio, cuestión siempre complicada porque todavía la economía del modelo analógico es más rentable que la economía digital. La música y el cine, grandes víctimas de la piratería digital, van mucho más avanzadas (iTunes ha marcado el camino) mientras que, por el momento, el libro digital está, como alguien ha dicho, en una fase de "incunable digital". Probablemente iPad contribuirá a marcar nuevos caminos para el desarrollo de ofertas legales de libros electrónicos. En el corto plazo, falta por ver cuál sea el destino de la llamada "Ley Sinde", incluida por el momento en el proyecto de Ley de Economía Sostenible cuyo calendario se ha retrasado.

Milagros del Corral cree que, paralelamente al progreso de las digitales, las bibliotecas del futuro tendrán menos usuarios presenciales y estarán obligadas a reinventarse. Que tenderán a desarrollar actividades de cohesión cultural, que prestarán nuevos servicios a la comunidad y tendrán que replantearse la distribución de los espacios. "Las Bibliotecas Nacionales -remata- propondrán servicios de valor añadido tales como tasación de libros antiguos, dossiers de información a la medida para instituciones y empresas, talleres de restauracion...".

Frau Grass

Milagros del Corral estuvo casada con Winfried Grass, primo hermano de Günter Grass durante 16 años. Los primeros cuatro los vivió en Hanover, de manera que veía con frecuencia al escritor "que era efectivamente un hombre reconcentrado y un poco huraño, pero muy familiar". Recuerda Milagros que cuando se murió su suegro hizo el escritor un largo viaje en tren con una corona de flores al hombro para honrar a su tío. Y recuerda también lo que muchos lectores conocimos mucho más tarde, cuando Günter Grass publicó su autobiografía, Pelando la cebolla: que en su juventud, a los 17 años, el escritor había pertenecido a las Waffen-SS unos meses. Milagros, Frau Grass, escuchó muchas veces en familia historias sobre cómo el primo Günter había ayudado a salir del infierno de Danzig, en las garras ya de las tropas soviéticas, a mucha gente y, entre ellas, a su marido y su suegra, a los que sacó en un carro tirado por caballos y lleno de cadáveres. Lo que vino después merece ser escrito: su suegra con sus dos hijitos (uno de ellos el futuro marido de Milagros del Corral) estuvieron tres años andando hacia el oeste de Alemania, malviviendo y cruzándose con los soldados alemanes que acudían al este a luchar contra los soviéticos. A todos ellos les daba esa mujer desesperada un papelito con el nombre de su marido por si alguien pudiera decirle dónde estaban. Centenares, miles de papelitos, durante los tres años de calvario. Y uno de esos papelitos encontró su destino, llegó a manos de su suegro. Increíble historia.