La escritora Care Santos. Foto: EFE

MARTA CABALLERO
Su experiencia como madre la ha puesto al día de las inquietudes de los más pequeños, así que esta escritora experta en los lectores más exigentes, decidió bajar un peldaño más en la escala de edad y crear una novela para niños de 10 a ocho años. Titulada Se vende mamá, esta primera aventura suya con estudiantes de Primaria le ha merecido el Premio Barco de Vapor de Literatura Infantil y Juvenil, que saldrá a la venta el próximo mes de mayo.

PREGUNTA.- ¿Las madres se venden?
RESPUESTA.- Claro que no, el libro es una parábola en clave de humor en la que un niño de siete años, ante el nacimiento de un hermano y el incumplimiento de sus expectativas por parte de su madre, decide ponerla en venta por eBay. La cosa es que enseguida encuentra compradores, así que el chico empieza a estudiar las distintas ofertas.

P.- El jurado ha destacado que es una novela que "interpela a padres y a hijos" ¿La ha escrito también pensando en los progenitores?
R.- Es una obra trazada para los más pequeños, pero también puede darle qué pensar a una madre. La buena literatura, independientemente del destinatario principal que tenga, puede gustar a cualquiera.

P.- El conflicto del que parte la trama puede interpretarse como un trasfondo grave: el de un menor que en este mundo donde todo se vende, se descarga, o se sube a la red puede subastar a su propia madre. ¿Hay una metáfora apocalíptica o es todo un guiño en clave de comedia?
R.- Es cierto que el libro aborda alguno de los problemas actuales entre padres e hijos, la decepción que a veces se da entre unos y de otros. Yo soy madre y sé que mis niños habrán querido venderme alguna vez… y yo a ellos, pero no es algo duradero. De todas formas, el tono es humorístico, y el mensaje se dirige más hacia el hecho de que nadie es perfecto y de que, si uno no cumple las expectativas del otro, tampoco tiene por qué convertirse en lo que aquel pide, sino quererlo tal cual es.

P.- La presencia en el libro de las nuevas tecnologías puede interpretarse como una crítica al uso de estos medios por niños demasiado pequeños. ¿Ha sido esta su intención?
R.- No, para nada. No soy en absoluto apocalíptica con este tema. Al contrario, creo que tiene muchos aspectos positivos para los jóvenes.

P.- ¿Sus hijos han aprobado este libro?
R.- El mayor sí, y le ha gustado. Ellos son mis jueces más implacables y también mi inspiración, porque esta historia surge de problemas que hemos vivido, de esas situaciones en las que deseamos vendernos los unos a los otros.