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Arqueología

Rebecca Wragg: "Iberia pudo ser el último refugio de los neandertales"

La arqueóloga británica presenta en Madrid 'Neandertales', el libro que confirma el buen momento que viven los estudios sobre esta especie humana

13 octubre, 2021 11:56

“La vida, el amor, la muerte y el arte de nuestros primos lejanos”. El subtítulo con el que la arqueóloga británica Rebecca Wragg Sykes encabeza Neandertales (geoPlaneta) nos resume uno de los trabajos más brillantes sobre esta especie humana. Wragg, que presenta el libro este miércoles en el Museo Nacional de Arqueología, considera que los neandertales importan: “Siempre han importado. Su caché en la cultura popular no se compara con ninguna otra especie humana extinta. Entre nuestros parientes remotos (los homínidos), los neandertales ocupan un lugar preferente”.

"Me gusta recordar a los pequeños bebés híbridos que crecieron con el idioma del grupo y que pasaron a su vez a tener descendientes. Eso no es un final, sino un comienzo…" Rebecca Wragg

Por eso, destaca la científica y divulgadora, los descubrimientos en torno a “estos primos lejanos” acaparan titulares y espacio tanto en las revistas especializadas como en los medios de divulgación. Google Trends, confirma, demuestra que las búsquedas de “neandertal” han superado incluso a las de “evolución humana”. Tanta celebridad es, matiza Wragg, un arma de doble filo: “Los directores de periódicos saben que los neandertales son cebos poderosos y atraen a los lectores abordando el asunto con un sesgo provocador”.

Salvando esta velada crítica a los medios, la autora destaca el progresivo interés que la sociedad ha ido teniendo por los neandertales, y se remonta a 1856, “momento en el que los excepcionales fósiles de una cantera alemana fueron considerados provisionalmente como una especie desaparecida”. En las tres últimas décadas los hallazgos extraordinarios sobre esta especie han subido a lo más alto de las primeras páginas: “Nuestros conocimientos sobre dónde y cuándo vivieron, cómo utilizaban las herramientas, qué comían y la dimensión simbólica de su mundo han cambiado radicalmente. Y lo más asombroso es que de insignificantes fragmentos óseos se extraen historias de amor entre especies”.

"Ha pasado una década desde que la investigación del ADN demostró que los neandertales eran nuestros antepasados -explica a El Cultural- y que aún sobreviven en el genoma de los seres humanos actuales. Ese descubrimiento cambió la forma en ser percibidos por la gente. Eso, y la gran cantidad de avances en la arqueología humana de los últimos años, me llevó a realizar un nuevo retrato de estos "parientes". También creo que hay mucha ansiedad existencial en este momento, inicialmente por la crisis climática pero por supuesto ahora también por la Covid-19".

Para Sykes, que se muestra entusiasmada con su visita a España por los yacimientos de Atapuerca, El Sidrón, El Salt, Abric Romaní o Abric del Pastor, el trabajo sobre los genomas neandertales ha dado mucha información: "Muestra que había diferentes poblaciones y que tenían su propia historia durante milenios. Por supuesto, también demostró que se habían cruzado con los primeros Homo sapiens (y otros homínidos, incluso denisovanos). Pero la historia se ha vuelto compleja. El legado genético en las personas vivas es solo una parte de esa historia porque otras poblaciones tempranas de Homo sapiens que también se cruzaron con los neanderetaes en realidad se extinguieron. Estamos empezando a comprender qué significan los genes específicos de los neandertales".

La Península Ibérica y lugares como Gibraltar pudieron ser, según la arqueóloga británica, clave en la vida y la muerte de esta especie humana: "Los investigadores han considerado que Iberia pudo haber sido uno de los últimos refugios para ellos. El paisaje es tan sorprendente... una península irregular en el extremo occidental del mundo de Eurasia, mirando hacia África: la tierra a la que nunca viajaron. Cuando los lectores acaben mi libro espero que comprendan que probablemente hubo muchos finales diferentes y endlings (últimos supervivientes) separados por miles de kilómetros. Pero siempre me gusta recordar a los híbridos también: los pequeños bebés que fueron cuidados y que crecieron con el idioma del grupo y que pasaron a su vez a tener descendientes. Eso no es un final, sino un comienzo..."

@ecolote