Julián Casanova. Foto: Cortesía Universidad de Zaragoza

Julián Casanova. Foto: Cortesía Universidad de Zaragoza

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Julián Casanova: "Nadie en el contexto europeo habló de falseamiento de las elecciones republicanas de 1931"

El catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza publica 'La historia y sus sentidos. El siglo XX español', un repaso cronológico a las etapas políticas de la pasada centuria.

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Un libro pensado para "profesores y estudiantes de secundaria", afirma Julián Casanova sobre La historia y sus sentidos. El siglo XX español, publicado por Prensas de la Universidad de Zaragoza, centro docente en el que ejerce de catedrático de Historia Contemporánea. "Es mi visión de la España del siglo XX, que conecto con lo que en mi opinión es España dentro de Europa".

Título: La historia y sus sentidos. El siglo XX español

Autor: Julian Casanova

Editorial: Prensas de la Universidad de Zaragoza

Año de edición: 2025

Disponible en Prensas UNIZAR

Pregunta. "El nuevo siglo heredaba problemas y conflictos tan importantes como la insuficiente nacionalización del Estado". ¿Habla del crecimiento de los nacionalismos vasco y catalán entonces?

Respuesta. La nacionalización de los Estados se produce en todos los países y el modelo español es el borbónico centralizado: mismo territorio, misma lengua, misma identidad. Y es una centralización ineficaz. Eso lo perciben desde País Vasco y Cataluña, sobre todo en el último tercio del XIX.

»El modelo español tiene muchísimos problemas porque, a la vez que reprime las lenguas periféricas, no tiene un modelo de escuela, de nacionalización. La nacionalización se produce a través del ejército y de la educación, básicamente. Y el caso español tiene más de ejército que de educación.

P. Menciona la preparación inadecuada de Alfonso XIII para ser "jefe de Estado de una monarquía parlamentaria que tenía que afrontar los retos modernizadores del siglo XX".

R. Alfonso XIII está en la línea de las monarquías de ese momento. Las que no eran parlamentarias claramente, cayeron todas en 1918-1919. La española no cae porque no participa en la Primera Guerra Mundial. Hay peculiaridades en la España de Alfonso XIII: el rey tenía una conexión con el Ejército, con el militarismo, intervenía en política, tenía muy poco presente la soberanía nacional.

»En 1923 apoya el golpe de Primo de Rivera y en el 30 echa al dictador, pero ya no es posible renovar el sistema de partidos: ni existe el liberal ni el conservador. Se va de España solo y sin apoyos. No tiene una base política detrás porque la ha deshecho con el pronunciamiento del 23.

P. En el golpe de Primo de Rivera, ¿qué peso le otorga usted a intentar ocultar el informe Picasso sobre el Desastre de Annual en 1921?

R. No se trató solo de que ese informe no saliera a la luz. El golpe de Primo de Rivera es la defensa del africanismo. Tras la pérdida de las colonias [en 1898], el africanismo [la ocupación del Protectorado de Marruecos] significa una renovación de esa España perdida. El Desastre de Annual es una quiebra de todo eso. En 1923 el sistema político de la Restauración está tan agotado que con el golpe de Primo de Rivera nadie lo defiende.

P. "En España, la inexistencia de cuerpos de policía dejaba en manos militares el mantenimiento del orden público". ¿Fue esa ausencia de cuerpos policiales la causa de que la República creara la Guardia de Asalto?

R. Sí. El poder civil estaba subordinado al Ejército porque este controla el orden público. Un Estado tiene mecanismos de administración y mecanismos de coerción, según la definición de Weber. Si los de coerción se imponen a los de administración, hay un problema. Y ese problema lo ha tenido España hasta 1981: entonces fue la última vez que se ve en perspectiva histórica que el Ejército puede intervenir en política.

El parlamento derivado de las elecciones de 1931 no representa bien a la sociedad española. Es un parlamento profundamente de izquierdas

»Uno de los grandes logros de la Transición y de la Democracia, a costa de un intento de golpe de Estado, es este: que cuando uno ve ahora a la Policía, a la Guardia Civil y al Ejército, se da cuenta de que la democratización pasa también por ahí. Antes, el orden público estaba en manos del Ejército, y eso conlleva un bloqueo, una burocracia que tiene fuerza política en el aparato del Estado. Eso lo captó muy bien Azaña, que le quitó el orden público al Ejército y creó policías controladas por el Gobierno.

P. De 470 diputados en las primeras cortes republicanas, no había ninguno comunista, ni tampoco fascista. Y en el gobierno de 1936 sólo había republicanos de izquierda, sin socialistas ni comunistas, pero la propaganda contra la República insiste en que había una dictadura comunista. Debe de ser agotador enfrentarse a tanto revisionismo histórico.

R. Es bastante agotador. El PCE era un partido minúsculo en 1931. Las primeras elecciones constituyentes en España son en junio. Hubo que cambiar la ley electoral, que venía del caciquismo. Se estableció la provincia como distrito, y que las ciudades de más de 150.000 habitantes tuvieran diputados propios, para diferenciar entre el mundo rural y el urbano.

»Antes había una primacía de voto rural, que era conservador, y un sistema de mayorías: el primero se llevaba más que nadie, el segundo lo demás, y el tercero, nada. La República cambia todo eso y las elecciones a cortes constituyentes cogen a la derecha desorganizada: el partido liberal y el conservador ya no existen.

»El parlamento que sale refleja muy bien las elecciones. Nadie en el contexto europeo habló de falseamiento electoral en junio de 1931. Pero ese parlamento no representa bien a la sociedad española, porque es un parlamento profundamente de izquierdas, al haber llegado la derecha desorganizada a las elecciones. De los 470 diputados, no más de cincuenta están dispuestos a defender el orden religioso y tradicional. Hasta principios de 1933 no se crea ese partido católico de masas, la CEDA.

P. ¿Por qué los anarcosindicalistas fueron tan beligerantes contra la República, especialmente en el bienio de izquierdas? Podría decirse que más que contra la Monarquía.

R. Cuando llega la República, la CNT debate qué hacer. Unos entienden que es una república burguesa que no les interesa; otros van a muerte contra ella. Pero hubo un sector muy importante, los sindicalistas que van a las fábricas y observan: "el pueblo está como un niño con zapatos nuevos. No vayamos contra eso. Dejad que los destrocen, y entonces será el momento de la revolución".

»Había una UGT muy importante, y va al gobierno con Largo Caballero [secretario general de UGT, nombrado ministro de Trabajo en 1931]. Entonces la CNT percibe que la UGT está conectada con el poder político y tiene grandes ventajas respecto al mercado de trabajo. A su vez, Largo Caballero, como buen marxista, cree que la CNT es una especie de enfermedad infantil de la revolución de la izquierda que no debería existir, porque la UGT representa mejor a los trabajadores.

Trato de demostrar es que los comités revolucionarios no eran espontáneos, sino que también había una planificación de la muerte y el asesinato

P. Durante la guerra, menciona que matanzas perpetradas por el bando republicano, como la de Paracuellos, dieron la vuelta al mundo, pero no las ejecutadas por los sublevados en Zaragoza, Sevilla y Badajoz. ¿Tal era la predisposición en el extranjero contra el bando republicano?

R. El anticlericalismo en los primeros momentos da la vuelta al mundo, esos conventos ardiendo. En el mundo más o menos occidental, ya no pasaba eso, salvo en Rusia y México. Paracuellos sucede en noviembre [de 1936] y a esas alturas, salvo en Madrid, la mayor parte de la represión republicana ha ocurrido ya. Está todo registrado.

»Paracuellos fue una explosión muy diferente, porque no es el primer momento del terror caliente, sino sacas de la cárcel. Ocurre en una ciudad a punto de ser ocupada, lo que no legitima ni justifica nada. En Francia, en los sectores católicos, hay una disposición a mirar todo eso. ¿Cuándo cambió? Con el bombardeo de Guernica. Por eso el franquismo tardó tanto en reconocer que lo habían provocado ellos.

P. Mientras en la zona sublevada le atribuye la responsabilidad de las matanzas a los militares, en la republicana se la imputa a los comités revolucionarios. ¿Exime de responsabilidad al Gobierno republicano?

R. No, en absoluto. Lo que trato de demostrar es que los comités revolucionarios no eran espontáneos, sino que también había una planificación de la muerte y el asesinato allá donde más ocurre, que fue en las zonas orientales de Aragón, el País Valenciano y Cataluña. Las matanzas iniciales las llevan a cabo fundamentalmente milicias, lo cual no significa que sean espontáneas, pero también empieza a haber controles a partir de las autoridades.

»De ahí a pensar que de los 9.000 asesinados en Cataluña el principal responsable es Companys [presidente de la Generalitat], pues no. Lo que no quiere decir que Companys no estuviera allí. Se ha interiorizado que todos mataron. Y cada vez que tratas de explicar la represión de Franco después del 39 te sacan Paracuellos. La gente cree que es lo mismo. Y en el momento que quitas el espacio y el tiempo, cambias la historia. Algunos piensan que cualquiera puede enseñar historia porque en el fondo es una opinión. Pero sabemos que no es así.

P. En la posguerra señala este "doble objetivo" de los vencedores: privar de trabajo a los "desafectos al régimen", lo que los condenaba a la marginación, y asegurar el empleo a todos los que habían servido a la causa nacional.

R. Eso es un trabajo de archivo, de 13-14.000 expedientes en Aragón estudiados uno por uno. Ahí se ve cómo funciona el modelo de expropiación y denuncia y el de apropiación de lo expropiado. El excombatiente no es sólo el de arriba, sino también el hombre que en un pueblo de 400 habitantes de Aragón señala a la familia del que está en el exilio, o la del que dicen que mató al cura. España no es el único modelo de guerra civil donde los vencedores pasan a cuchillo a los vencidos.

P. El régimen no empieza a 'modernizarse' hasta casi dos décadas después de la guerra, con los gobiernos de "tecnócratas". ¿Por qué tanta espera para tomar medidas económicas útiles?

R. La primera década de autarquía es obligada, por los fascismos, la posguerra... Pero la segunda década de autarquía es un modelo elegido, hasta que unos informes del FMI y el Banco Mundial sobre la economía española obligan a Franco y a Carrero a prescindir de gente que no sabe nada de economía y nombrar a tecnócratas. El punto de inflexión es ese informe y el decreto de estabilización.

P. ¿Fue modélica la Transición?

R. No hay transiciones modélicas, todas tienen costes importantes. Lo modélico sería que todo hubiera sido pacífico, y no. Hubo conflictos, con muertos, ruido de sables por la legalización del PCE y el golpe de Estado de 1981. A Adolfo Suárez lo tiraron de forma descarada y con insultos y acoso y derribo por parte de sus propios compañeros de UCD.

»La Transición funcionó por la integración capitalista y europea. No había un guión escrito por el rey y cuatro de arriba. Es un falseamiento absoluto de la historia decir que todo estaba preparado por Franco.