Image: La emotiva correspondencia de Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán

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Teatro

La emotiva correspondencia de Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán

26 agosto, 2016 02:00

El dramaturgo David Serrano con Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán. Foto: Jean Pierre Ledos

Los dos actores estrenan este viernes Cartas de amor, de A. R. Gurney, en Avilés. A finales de septiembre el montaje podrá verse en Madrid.

El Teatro Palacio Valdés de Avilés será testigo este viernes de una conmovedora relación epistolar entre Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán. Las dos figuras de la interpretación cederán sus voces para encarnar a Melissa Gardner y Andrew Makepeace, protagonistas de Cartas de amor. El dramaturgo y director de escena David Serrano nos presenta esta versión del célebre texto de A. R. Gurney. Una adaptación directa del texto original pero libre en algunos elementos, según Serrano. La base del montaje, eso sí, es la misma. Los dos personajes nos recitan las cartas intercambiadas durante casi cincuenta años, donde se relatan sus deseos, sueños, esperanzas y decepciones. Un par de amigos de la infancia cuyo amor parece afianzarse o disiparse según el momento vital, pero para los cuales la correspondencia siempre ha sido la forma de mantenerse presentes. Serrano cuenta con sobrada experiencia con las adaptaciones, con los acertados ejemplos de Elling, Buena gente y Días de vino y rosas. Confiesa que el proyecto de Cartas de amor surgió al enterarse de que la función estaba siendo interpretada por Ali McGraw y Ryan O'Neal durante el año pasado en Nueva York. Tras picarle la curiosidad, leyó el texto original y poco después las entrañables cartas de Gurney volvían a trascribirse en español.

Unas misivas llenas de sentimiento que serán redirigidas a Madrid a finales de septiembre. Del 29 de ese mes al 23 de octubre podremos disfrutarlas en la sala verde de los Teatros del Canal. Lo curioso es que, en realidad, esta correspondencia debía haberse recogido en un texto narrativo. Alrededor de 1988, cuando Gurney comenzaba a sufrir cierto agotamiento de la dramaturgia, se decidió a contar la historia de Melissa Gardner y Andrew Makepeace en una novela. Al enviar el manuscrito a The New Yorker, se topó con el rechazo de la publicación alegando ésta que no publicaba teatro. Lejos de desanimarse, Gurney lo tomó como un consejo y la ajustó al formato escénico. El ahora miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras no podía imaginarse el éxito que la obra cosecharía, llegando a la nominación al Pulitzer. Y es que a pesar del traspié con la intentona de la novela, la popularidad del montaje en Estados Unidos creció raudamente entre 1988 y 1990. Desde el estreno casi improvisado en la Biblioteca Pública de Nueva York (Gurney acudió para dar una conferencia y acabó recitando la obra con Holland Taylor) hasta llegar finalmente a Broadway, donde más de cincuenta actores quisieron interpretar a Gardner y Makepeace.

¿Qué tenía esta obra para alcanzar tal reconocimiento hasta convertirse en un referente del teatro americano contemporáneo? "Es que realmente la historia es muy bonita", nos contesta Serrano, que alaba la calidad de este texto, sencillo pero muy bien construido. "Parece fácil crear este tipo de obras que simplemente son historias de amor con comedia, pero es muy difícil y además es que ésta está especialmente bien escrita". Los dos consistentes personajes y el original formato epistolar la convierten "en algo diferente, y eso llama la atención. Además, es muy emocionante". Con una combinación de comedia y drama ("eso que hacen tan bien los americanos"), el texto trasciende la mera ficción para abarcar temas reconocibles por todos. "Habla de cosas que a la gente le tocan en su vida y creo que eso hace que al público le interese mucho más", añade el dramaturgo.

Otra de las características de esta pieza desde su origen ha sido la frecuente alternancia de actores que la han interpretado, aun dentro del mismo montaje. De hecho, durante sus distintas etapas en Broadway han participado figuras como Kathleen Turner, Christopher Walken, Charlton Heston, Sigourney Weaver o Elizabeth Taylor. No es de extrañar, pues, la elección del tándem de lujo Gutiérrez Caba-Rellán para esta adaptación. Eso sí, Serrano reconoce que al principio la variación de actores le parecía una idea interesante, pero que la desecharon al instante de conocer la participación de Gutiérrez Caba. "Es que es un lujo poder ver a Julia en el escenario". Especialmente ahora que lleva un par de años alejada de las tablas, Serrano cree que su presencia justifica el reparto fijo. "Por lo menos en esta primera etapa de Cartas de amor vamos a poder disfrutar de ella".

Y es que lo impresionante va a ser aquí la actuación de estos dos veteranos a través de la lectura dramatizada. Por eso el director ha preferido mantener la sencillez del montaje original. "Tengo dos actores tan colosales que simplemente oírles y verles leer esas cartas es suficiente. Cualquier puesta en escena compleja despistaría más que otra cosa". Serrano es una figura polifacética que escribe y dirige teatro, con querencia por los musicales, pero que también es guionista y director de cine. Nominado al Goya como Director Novel por Días de fútbol, asegura sentirse cómodo en todos esos roles a pesar de sus evidentes diferencias. En cualquier caso, su objetivo es siempre contar la historia de la mejor manera. "Intento permanecer en la sombra y que no se me note mucho como director", aclara.

Así pues, este viernes en Avilés y a finales de septiembre en Madrid podremos conocer esta historia atemporal. Atemporal porque, a pesar del aparente anacronismo del papel, los temas siguen estando hoy vigentes. Algo en lo que coincide Serrano: "El medio ha cambiado, pero el objetivo sería el mismo. O sea que se podría hacer esta misma obra con e-mails o whatsapps". ¿Idea para futuras adaptaciones quizás? Puede ser, siempre y cuando se mantenga la emoción contenida en esas cartas.