Image: Frida Kahlo revisitada por Laila Ripoll

Image: Frida Kahlo revisitada por Laila Ripoll

Teatro

Frida Kahlo revisitada por Laila Ripoll

10 enero, 2008 01:00

La vida de la pintora centra Árbol de la esperanza

El reino fantástico de Micomicón cruza el Atlántico. La compañía con nombre cervantino de Laila Ripoll se entromete en el México de Frida Kahlo para contar la desdichada vida de la pintora en árbol de la esperanza. La obra, de la que Ripoll es autora y directora, llega esta misma noche a la sala Cuarta Pared de Madrid, donde estará hasta el 27 de enero.

El texto presenta a una Frida en el final de su existencia. Postrada en la cama, la pintora dedica su "última hora a recordar su vida", asegura Ripoll en su regreso a la compañía tras "los accidentes" que supusieron en su carrera dirigir para la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Centro Dramático Nacional la temporada pasada. Por el escenario pasan los momentos gratos que empiezan en su infancia y que se convierten en desdichados cuando sufre el accidente brutal que le inmovilizó con 16 años para siempre. La obra, además, recoge la relación con algunos de sus seres queridos, sobre todo con su marido Diego Rivera. Y con la pintura.

Para la artista es "la forma de expresar su dolor físico". Los cuadros le permiten mostrar lo que siente una mujer torturada en una cama cuyos únicos amigos verdaderos son los colores. Con ellos viaja por su interior, exorciza la pena que gobierna su cabeza y se comunica con un exterior que ya la ha reconocido como una de las principales pintoras del mundo. Pero que, a fin de cuentas, es una inválida en una cama. En ese pequeño espacio se desarrolla árbol de la esperanza. La directora Ripoll ha concebido "una puesta en escena que ya pensaba cuando escribía la obra" con gran dificultad para la actriz que encarna a Kahlo.

La intérprete es Amaya Curieses, coproductora del montaje, que tiene que mantenerse durante "una hora y cuarto sin apenas moverse dejando que quien lo haga y viva su vida anterior sea la Frida joven". Este personaje que representa la sobrina de la primera, Elena Curieses, aporta el movimiento y la alegría que la madura Frida ya sólo es capaz de recordar en las vísperas de la muerte.